Ayer , mi esposa y yo fuimos al cine.
Mirando la cartelera nos percatamos de que entre los mismos géneros de siempre: películas policiacas, dramas de la guerra civil, o comedias matrimoniales, había una totalmente diferente, una que nos refrescaría las ideas y nos sacaría de la rutina: “Las aventuras de Tintín: El secreto del Unicornio”
Es una muestra del cine de aventuras en estado puro, una película divertida elaborada excelentemente y dirigida por la mano magistral de Spielberg.
Tintín, el famoso reportero de los tebeos de nuestra juventud, adquiere por un módico precio la maqueta de un precioso barco en un mercadillo. Aún no ha terminado la compra cuando dos personas intentan por todos los medios comprársela. Tintín rechaza las ofertas, ignora que dentro de uno de sus mástiles se esconde un secreto en forma de pergamino, y eso será el motivo de que sucedan cosas extrañas en su apartamento…
A partir de ahí la película es una incesante persecución llena de aventuras en todos los elementos: agua, tierra y aire, que mantienen como hipnotizado al espectador independientemente de la edad que tenga.
La sala estaba llena de niños y adolescentes, acompañados de sus padres, y al percatarme de ello temí que el bullicio que forman los niños en el cine me impidieran disfrutar de la película; pero, curiosamente, todos guardaban silencio con los ojos desmesuradamente abiertos, atrapados por la historia y las espectaculares imágenes proyectadas en la pantalla. Eso sí, detrás de mí había dos niños de entre cuatro a seis años que no entendían nada y el señor que los acompañaba se lo iba explicando, lo que indica que no es una película para niños demasiado niños, aunque la espectacularidad de las imágenes los tenía encandilados.
Lo único negativo del film, en mi modesta opinión, es el papel que interpreta uno de los más importantes personajes de la película: el capitán del barco. Su exagerada necesidad de beber alcohol para recordar las cosas,el mostrar continuamente los armarios del buque y los baules llenos de botellas es una velada incitación a la bebida que no me parece adecuada para una película infantil.
Pero claro, si la película está basada fielmente en el cuento original...
Lo único negativo del film, en mi modesta opinión, es el papel que interpreta uno de los más importantes personajes de la película: el capitán del barco. Su exagerada necesidad de beber alcohol para recordar las cosas,el mostrar continuamente los armarios del buque y los baules llenos de botellas es una velada incitación a la bebida que no me parece adecuada para una película infantil.
Pero claro, si la película está basada fielmente en el cuento original...
Se trata pues de una película de aventuras en el más amplio sentido de la palabra: diversión asegurada para toda la familia. La acción y el humor unidos durante ciento cinco minutos con tanta naturalidad que el espectador se deja llevar y disfruta del maravilloso espectáculo. Los adultos disfrutabamos tanto o más que los chavales.
los adultos llevan doble diversión al recortar los tebeos como les llaman ustedes y ver la proyección en pantalla.
ResponderEliminarfelicidades por volver a ser niños por un rato.
un gusto pasar por este tu blog.
Mario
Bueno, ya sé qué hacer este fin de semana, Juan :)
ResponderEliminarMe gustan mucho tus críticas de películas y libros, en las que muestras los aspectos buenos y los no tan buenos de ambas cosas.
Iré a ver la película; creo que lo merece después de haber leído esta espléndida entrada.
Un abrazo, amigo^^
Mi hija fue ayer a verla y me ha dicho que está estupenda. A mí me gusta casi todo lo de Spielberg, y casi todos los cómic de Tintín. Imagino que disfrutaría aunque por ahora no puedo ir al cine por motivos familiares. Esperaré al vídeo -está feo decir que a bajármela por internet-.
ResponderEliminarUn abrazo Juan
Hola!!!
ResponderEliminarQue linda salida que haz tenido con Carmen….la aventura es unas de mis preferidas, es volver a sentirse joven, es bueno a nuestra edad seguir emocionándonos con las nuevas cosas, me encanto la entrada de hoy.
Feliz domingo, va para vos ya lunes y un abrazo de oso.
No creo que la vea.
ResponderEliminarPrefiero recordar al Tintín del cómic.
Saludos.
Dices bien,amigo Mario: durante dos horas nos convertimos en niños. Y disfrutamos como ellos. Gracais por tu visita. Un abrazo
ResponderEliminarGracias por tus halagos, Lady Luna, ya me contarás qué te ha parecido Tin Tin. Un beso grande.
ResponderEliminarHola, Juan Risueño. Si te soy sincero los comics que yo prefería y que me guardaban en el kiosco cada semana eran los del Capitán Trueno y Diego Valor.De Tintin leí algunos pero no tantos. La película ha sido una gozada y dará mucho que hablar pues en ésta Spielber pone en práctica nuevos métodos que son un paso más en el avance de la técnica cinematográfica.
ResponderEliminarÁnimo, amigo. Un abrazo
Hola, Común. Gracias por tu visita. Ayer leí tu última entrada en tu blog de viajes y me encantó.Te envidio por tus frecuentes viajes,eso es lo que más me gusta.
ResponderEliminarSi puedes verla, no te pierdas esta película: te encantará. Un beso grande
Pues no sabes lo que te pierdes,Toro. Es cierto que a veces las novelas que se llevan al cine no están a la altura de los textos originales; pero en este caso es al contrario:lo mejora.
ResponderEliminarUn saludo, amigo, y gracias por tu visita