Juan
Luis Rincón.
El
Boletín, 2014.
Cardito de puchero, por su temática y
por la agilidad narrativa es un libro fácil de leer y es entretenido. Es un
libro en el que se aprecia el amor y la dedicación que el autor, Juan Luis
Rincón Ares, profesor en el Centro de Formación Permanente de Adultos, tiene
por el mundo de la Enseñanza.
Anteriormente,
Juan ha publicado un primer libro sobre el mismo tema, cosechando tal éxito, que sus lectores y
compañeros del Centro le animaron a
publicar esta segunda entrega. La pintura clara y directa de algunos
personajes, la voz peculiar de los portuenses, así como la estructura
pedagógica del libro, son elementos a destacar en Cardito de puchero.
El
relato inicial, Carta a mi amiga Pepa,
escenificado el día de su presentación en la Casa de la Fundación Alberti por
antiguas alumnas suyas, es muy divertido. Es aquí, de una manera especial,
donde podemos apreciar claramente las situaciones en que se enfrentan las
personas mayores cuando se ven sentadas por primera vez ante un teclado de
ordenador.
En
donde el autor muestra un dominio de los temas es cuando habla del carácter o
personalidad de sus personajes:
La solidaridad entre Pepe y Luis, ayudándose
mutuamente a progresar en el aprendizaje hasta dominar el ordenador, dos
hombres de diferentes niveles culturales y sociales, ambos llenos de ilusiones
a pesar de haber sobrepasado los 75 años (uno presume de ser seis años más
joven que el otro, que ha cumplido los 80 años) es digna de tener en cuenta e
imitar en nuestras relaciones sociales.
Los complejos de "gorda" que
abaten a Manuela el día en que va
con toda la clase de excursión a una playa nudista, y el apoyo de su amiga Paca,
socia en el negocio del Mercadillo y en los estudios, para vencer ambas el
complejo me emocionaron y llegaron al alma.
Así mismo la escena de la nonagenaria Beli llorando calladamente, rendida y dispuesta a
abandonar porque poco a poco se iba quedando rezagada respecto a los demás en
el aprendizaje me parte el corazón. Pero cuando el profesor se da cuenta del
drama y abandona el pupitre y va y la levanta y le da un abrazo de ánimo que la
hace recapacitar y tomar la decisión de continuar hasta terminar el curso, se me saltaron las lágrimas.
En resumen: es un libro donde el autor
cuenta sus memorias como profesor del Centro de Adultos de forma amena, pedagógica. Un libro con personajes
femeninos muy bien dibujados y algunos toques de humor, que se lee muy bien,
que entretiene, que transmite y contagia las emociones que sienten sus
personajes, personas cercanas que podemos encontrar en cualquier población andaluza.
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