Querid@s amig@s :
Sucede que Juan Rincón Ares, mi profe de Creación Literaria, el autor, entre otros, de los ya famosos libros Carditos de puchero 1 y 2 , nos ha puesto como tarea esta semana escribir una carta de amor a partir de la frase "Querido tapón".
Como comprenderán ustedes, querid@s amig@s, no es tarea fácil encontrar palabras amorosas para un tapón; pero dado que debemos hacer bien los deberes para poder seguir avanzando, y después de pasar toda la semana investigando y dándole vueltas a la cosa, me vi obligado a pedirles ayuda.
Ninguno de mis contactos de Bloguer, Twiter o Facebok me habéis contestado, lo cual me duele cantidad. Tanto que me pregunto para qué sirve tener 268 amig@s si a la hora de la verdad todos hacen mutis por el foro.
Menos mal que cuento con la amistad incondicional del pequeño Nicolás, amigo mío desde la infancia, el cuál me ha enviado copia de una carta fechada en 0ctubre de 1940 y clasificada como ultra secreta por el CNI, que la guarda en los archivos de Seguridad del Estado.
La fotocopia de la carta que he recibido es esta de abajo. Creo que responde al tema encomendado por mi profesor. Confío en vuestra discreción, no la compartáis porque me juego el pellejo: me pueden acusar de apropiación indebida o espionaje, vayan ustedes a saber.
Por si necesitais gafas os transcribo la carta:
Mi querido Tapón:
No sabes cuán orgullosa estoy de ti, eres el más grande
aunque seas un taponcito. Hoy saldrás en todos los periódicos del mundo al lado
del Genio.
Cuídate bien y no te amilanes, eres el mejor, España te
pertenece y el mundo te necesita.
Y no tengas complejos de ser tan bajito y tan grueso:
muchas personas quisieran estar en tu puesto.
Naciste con buena estrella, Dios te eligió para llevarnos
en marcha triunfal hacia la victoria.
¿No se habrá reencarnado en ti Napoleón? Os parecéis mucho: el era otro tapón, militar
como tú, le faltaba como a ti un huevo, tuvo los cojones de obligar al Papa a
coronarle como Emperador. Lo mismo que tú has puesto a la Iglesia al servicio
de tus santos cojones, que no huevos, de esos yo echo en falta lo mío, taponcito,
joder, que no me has dado el placer y el honor de ser madre.
Y este que viene
hoy desde Berlín a verte a Endaya es otro igual que tú: un iluminado. ¡Y
también le falta un huevo! Él tampoco ama
a los judíos ni a los masones,
tiene bigotito y ha puesto Europa a sus pies, lo mismo que tú has puesto a
España.¡Con dos cojones! Bueno, es un decir
Pórtate bien, piensa en mí, sé casto... Bueno de eso no
debo preocuparme, ¡ja,ja,ja! tu pajarito no canta ni echándole agua bendita, taponcito
mío. Te quiero.
Tu Carmen.
Muy bien Juan. los chaparros y gordos son apones aunque ahí de tapones a tampones ya tu sabes de que hablo.
ResponderEliminarUn gusto leerte Mario
Pues no sé que es apones, y no lo he encontrado en la wikipedia, me sale japones. Pero bueno, viniendo de ti, algo divertido será- Un abrazo, amigo
ResponderEliminarMe encantó la carta Juan, pobre Carmen! Un placer venir, me has sacado una sonrisa.
ResponderEliminarMuchísimas gracias por tu visita, Lylian. Me alegro de que te haya gustado. Saludos cordiales
ResponderEliminar