Después de mucho pensar en el tema y tras leer diversos estudios de profesionales, partiendo de Susana Estrada ( la que presentaba en televisión su consultorio sexológico durante la Transición) hasta el prestigioso profesor Metelabienquesesale, de la Universidad de Princentow, he sacado la siguiente conclusión:
A partir de cierta edad, el aparato sexual masculino se torna indolente, decepciona a la pareja y se convierte en simple válvula de desagüe.
Es cierto, como comprueban millones de hombres cada día en nuestro castigado planeta Tierra, que gracias a la pastillita azul se puede solucionar el problema puntualmente. Pero faltaba un detalle, que es precisamente lo que he descubierto en mis largos años de observación y estudio del problema:
Como no tengas donde meterla ni a nadie que acariciar, aunque sigas los consejos del doctor Metelabienquesesale, la polla no se te endereza ni untándole el almidón que le ponían nuestras madres a los cuellos de las camisas, los cuales se tornaban tan recios y duros que te desollaban la piel.
Debes pues asegurarte primero que a tu pareja no le duela nada, porque si dice " Me duele la cabeza" no hay nada que hacer, y aunque la acaricies y la pastilla funcione no la vas a poder meter. ( No insistas, pues actualmente te acusan de violación incluso por obligar a tu mujer a hacer el amor, ¡ojo!, que te puedes ver en la calle con una mano delante y otra detrás mientras que tu pareja disfruta en tu lecho de los favores de otro) En tal caso vas a pasar la noche durmiendo boca arriba, para no tronchar tan preciado tallo.
Eso sí, siempre puedes aprovechar el momento para hacerte una foto y presumir luego de vigor y masculinidad ante tus amig@s.
¿Pero y si no estás casado ni tienes pareja? ¿Qué hacer para satisfacer tu lujuria en otra persona?
Obviamente, buscarte alguien: un ligue en la playa o en la peña, una amiga del vecindario, un contacto de internet...
Porque SI NO TIENES DONDE METERLA, NO PUEDES LUEGO SACARLA, y este descubrimiento es mi aportación a la Ciencia.
Espero que algún día la sociedad me lo reconozca, concediéndome un premio en metálico y poniendo mi nombre a alguna calle o plaza.
Prosigo:
Una vez que hayas quedado con ella te tomas la pastilla media hora antes y a disfrutar, eso dicen los prospectos y los entendidos en el tema en Internet.
Pero no es tan fácil, no olvides los puntos anteriores:
Asegúrate de que a ella no le duele la cabeza. Si dice eso, querrá decir que no quiere acostarse contigo y que solo ha venido a que la invites a cenar.
Si después de tocarla y besarla no sientes el cosquilleo entre tus piernas, no subas con ella a la habitación: es inútil, tu pajarito no obedecerá ni al Viagra ni al mismo Jesucristo si le dice " Levántate y anda". Colgará del vientre como un ahorcado en las películas del Oeste. Te dejará en ridículo y desearás morir.
Sólo si ves que hay empatía y deseo ("filing" dicen in London), lánzate, es tuya.
Disimuladamente introduces la pastilla en tu boca y bebe un trago de tu copa, sea lo que sea que contenga: si es alcohol, mejor.
Mantenla presa del morbo y misterio de tus halagos y proposiciones. Continúa devorándola con la mirada dejando que tus manos se conviertan en brazos de pulpo y verás que una vez en el ascensor no podrás entrar de lado, sino sólo de frente o de espaldas. Comenzar a quitarle el vestido mientras ella abre la puerta será una experiencia inolvidable.
¡De nada!
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