Afuera reina la noche cálida con 22º de temperatura y es
quizá eso lo que me desvela. Me he quitado el pijama y duermo desnudo sobre la
cama, como en los meses de verano; pero he sentido frío y me lo he vuelto a
poner.
Es como la vida, uno no sabe lo que quiere, nunca está a
gusto, se precipita y comete errores. Errores que lamentará toda su vida,
pues los actos y palabras quedan marcadas para siempre, nunca se olvidan.
Es la vida real. ¿Pero qué es la vida?, ¿esto que estamos
viviendo?, ¿quién lo sabe con certeza?
¿No será una holografía? ¿una técnica sofisticada que
reproduce imágenes editadas de otra vida real en tres dimensiones? ¿Están
jugando en otros niveles con nosotros?
Estoy confundido, yo mismo experimento con mi mente y a
veces veo cosas que no son reales, pero que van a suceder o han sucedido. Ése es mi
problema: no sé interpretar correctamente la fotografía que me llega en flashes, solo entiendo a medias los símbolos. Pude ver a una persona conocida vestida totalmente de negro y me inquieto, me asusto, y como no puedo dejar de pensar en
ello voy y le digo que la he visto vestida de riguroso negro. Ella se alarma y se asusta.
No ha habido decesos en su familia desde hace muchos años.
Entonces pienso que me he equivocado al interpretar la
imagen. Puede haber sido premonitoria. Y me callo y no insisto.
Pero al mes siguiente me encuentro con esta persona y la veo
vestida totalmente de negro y la imagen surge de los recovecos de mi memoria y
la descifro:
No llevaba un traje de luto si no un moderno mono de color
negro que embellecía su silueta. ¡Pero iba vestida de negro!
Pregunto: ¿Dónde estaba la realidad y dónde la holografía?
Hace tres o cuatro
meses, mientras daba vueltas en la cama desvelado como hoy, vi a esa persona vestida
de negro. Sobre sus hombros llevaba un chal, poncho o mantilla también oscuro. Llevaba un bebé en
brazos. La llamé y le pregunté si ya era abuela y me dijo muy exaltada que no,
que de dónde sacaba yo eso.
¿Será otra holografía falseando la realidad, o será la realidad
en un futuro próximo? El vestido negro puede ser el mismo que llevaba, la
prenda sobre los hombros puede indicar
que es invierno o en todo caso hace frío. Tiene hijos casaderos, y por tanto es
muy probable que pronto o tarde aumente la familia. Lo que yo saco en conclusión y afirmo es que va a ser
abuela, su estirpe la sucederá.
No es tan obvio ni tan simple, muchos quieren ser abuelos y no pueden.
Otro tema que me hace cavilar mucho y no
logro entender es el siguiente:
¿Por qué a veces le hacemos daño a las personas que más
apreciamos? ¿Por qué pronunciamos o escribimos palabras que hieren profundamente sus almas?
La acción genera reacción, es una ley física.
Si una persona hiere a otra con insultos o reproches, hará
que ésta le responda en el mismo estilo y tratando de superar el daño que a él le
han causado: Si una mujer le dice a su amigo, novio o amante que es maricón, éste
la llamará puta; si lo llama impotente,él le dirá que cómo lo sabe si no es porque ha retozado también con él, y/o que se busque un negro
que la destroce el trasero... Y así todo, en todos los temas. Se trata de devolver
el daño por triplicado, aunque realmente no se piense que esa persona es tal como se la
describe.
Y luego uno piensa lo
que le ha dicho a esa persona tan querida y se deprime. Aseguraría que eso les
pasa a los dos; pero en vez de hablar y perdonarse se dejan esposar por el
orgullo y ambos se cierran en banda
Entre mis grandes defectos está que tengo un pronto
terrible, que salto por la mínima y armo un escándalo; pero al rato me calmo,
me excuso, pido perdón o perdono si es el caso. No guardo rencor.
Hace 15 años, yo era
presidente del Comité de una empresa, el empresario me odiaba porque no le
dejaba pasar ni una, y convenció a dos de sus lameculos para que me dieran una paliza para
obligarme a pedir la cuenta voluntariamente, ya que como delegado sindical no podían despedirme. Me rompieron un hueso de la mano y un nervio de la cara, que se me quedó dormida durante seis o siete meses.
Yo aguanté un año más los abusos del empresario: me degradó
de mi puesto de control de calidad y me puso a barrer y pintar las máquinas. Luego
hubo muchísimo trabajo en la Expo de Sevilla, donde me triplicaban el sueldo y
llegué a un acuerdo con la empresa y me fui de allí.
Al año siguiente, la empresa cerró en quiebra
y mandó a los obreros al Fondo de Garantía Salarial. Habían pasado un par de años
cuando vi a los sicarios en la calle sin trabajo y sin poder cobrar las nominas y liquidación correspondientes. Al verme me pidieron perdón y me dieron un
abrazo. Desde entonces, cuando nos vemos, hablamos y nos tomamos unas cervezas.
De nuevo pregunto: ¿qué hace que unos compañeros y amigos se
comporten como enemigos y te marquen la vida para siempre?
¿Por qué el hombre no actúa como le dice su conciencia y se deja
arrastrar por los egos que dominan su mente?
¿Por qué no reconoce
el daño causado y se humilla y pide perdón en vez de guardar todo el rencor
venenoso en su interior?
Yo no tengo ese problema. Varias veces he tendido la mano a
quienes me han ofendido o abandonado; he pedido perdón a quienes he ofendido, aunque no siempre me han aceptado la mano tendida ni me han perdonado.
La mantengo siempre tendida, aunque algunos desengaños me hayan marcado para siempre. De todo se aprende