martes, diciembre 04, 2012

FELICIANA (Reposición)

FELICIANA COCA PEREZ, relato basado en hechos históricos. Ha ganado el 2º Premio en el Certamen Internacional de Relatos convocado en  2008 en El Gastor ( Cádiz), en el cual participaron 180 relatos procedentes de todas las comunidades de España e Iberoamérica.
Para ilustrar el texto, y sin que tengan relación alguna con esta historia, he pegado fotos de pinturas presentadas en una exposición organizada por el Exmo. Ayuntamiento de Villa del Río:
1º Villa del Río, de Blas Moyano. 2º y 3º Mujeres, de Manuel Luna Rosa



En Villa del Río (Córdoba), aquel día de abril del año 1866 amaneció soleado y con un cielo completamente azul. El aroma de azahares de los naranjos que adornaban sus calles flotaba en el aire fresco de la mañana y los rosales del jardín de la Casa Consistorial presentaban la fina capa del rocío caído durante la noche, provocando la admiración de la dama que descendió de la diligencia. En una sala del edificio se hallaban las hijas del Marqués de Benamejí y sus descendientes.

La lectura del testamento del Marqués estaba prevista para las diez en punto de la mañana. Aún faltaban unos minutos y sus familiares, nerviosos, se removían inquietos en sus asientos. De pronto el ujier abrió la puerta de la sala y anunció: “¡Doña Feliciana Coca Pérez!”

El murmullo de la sala cesó súbitamente y todos se volvieron hacia la puerta al oír el nombre de la dama. Luego se miraron unos a otros con la sorpresa dibujada en sus rostros. Uno de los presentes exclamó: “¡¿Pero cómo se atreve esa fulana a presentarse aquí?!”

En ese instante apareció Feliciana en el umbral de la espaciosa sala. A pesar de su aspecto enlutado y compungido, reconocieron que se conservaba hermosa. Sabían que en su juventud fue la mujer más bella de la comarca, y que vivía en Bujalance, un pueblo cercano, en cuyas fiestas el difunto Marqués la había conocido varios años antes, enamorándose en el acto de ella.

La familia intentó separarlos, usando todos los medios posibles. Pero fue en vano. Todos los presentes en la sala notarial sabían que un día, ya lejano, el Marqués Juan Bautista Bernuy reunió a sus hijos en el salón del palacio y le dijo a Francisco: “Hijo, no entiendo tu falta de respeto hacia el apellido que llevas, ni tu incapacidad de raciocinio, ni tu torpeza y ligereza al tomar decisiones. Me gustaría mucho que sentaras la cabeza y eligieses una mujer de nuestra clase; pero respeto tu deseo de permanecer soltero y disfrutar de la vida sin ataduras. Para satisfacer tu sed lujuriosa, existen en Córdoba y Sevilla casas de reconocida fama, donde bellísimas y selectas mujeres, educadas para conversar y dar alegre compañía, te darían la felicidad que buscas con dulzura y amabilidad, sin obligarte a nada.
En cambio, esa joven que frecuentas…, una plebeya que carece de la educación necesaria para vivir entre cortesanos; una inexperta, que a la primera entrega se quedará embarazada y te robará la libertad y la dignidad... Las noticias corren por los pueblos, alimentando los corrillos en las calles y establecimientos y ofreciendo una imagen tuya inaceptable para un Bernuy: la del rico heredero que sólo piensa en fornicar con sus siervas.
Te ordeno que te apartes de ella. El soltero más deseado por las ricas herederas de la nobleza, que revolotean en torno a él como abejas en un panal, no debe perder su dignidad con una sierva. Querido hijo: no sé si te das cuenta de que con tu actitud estás mancillando el buen nombre de la familia. Si no me haces caso y persistes en tu locura, tendrás que asumir las consecuencias". 
Aquel día el joven Francisco, quien por primera vez en su vida sentía las uñas del amor arañarle el corazón, bajó la cabeza y permaneció mudo ante la reprimenda. Pero no pudo sustraerse al embrujo de Feliciana y continuó visitándola. Poco a poco se fue distanciando de su familia y como los reproches, insultos y acusaciones continuaban se fue a vivir con su novia.

Feliciana era plebeya, y no estaban permitidas las relaciones entre éstas y los nobles, por eso, y a pesar de que durante los años que vivieron juntos fueron felices y ella le dio tres hijos, Francisco nunca quiso hablar de matrimonio, decisión que alababan sus hermanas pensando en que, finalmente, ellas heredarían el marquesado. A la muerte de sus padres, Don Francisco de Paula se convirtió en el 8º Marqués de Benamejí, pero ese título en nada cambió su relación con Feliciana hasta el día de su muerte, el 29 de marzo de aquel año 1866. Ése era el motivo por el que las hermanas y sobrinos del Marqués fueron citados allí para escuchar del Notario la repartición de sus bienes.
¡Y Feliciana entraba en la sala en ese instante!

Todos la observaban con desprecio, preguntándose quién la había llamado. ¿Para qué? ¿Qué pretendía? ¿Suplicar una limosna para ella y sus hijos? ¡De ninguna manera, esa ramera ya había hecho suficiente daño a la familia!
Una hermana del difunto Marqués miró a su esposo y movió negativamente la cabeza, no entendía el porqué de la presencia allí de la recién llegada. Dirigió una mirada despectiva hacia la dama que avanzaba por el pasillo central, y en su rostro apareció una mueca de repugnancia. Luego se giró hacia el frente y le dio la espalda.

Feliciana avanzó por el pasillo, decidida y con la cabeza alta, y se dirigió hacia la primera fila de las sillas situadas frente al ostentoso y labrado escritorio de caoba del Escribano General. Iba vestida toda de negro y cubría su cabeza con un finísimo velo que ocultaba la tristeza de sus grandes ojos verdes, enmarcados en profundas y azuladas manchas delatadoras del sufrimiento. Era alta y esbelta, su cintura estrecha y sus senos firmes, no muy grandes, lo justo para atraer todas las miradas. Se sentó en una silla en el lado derecho, apartada de los parientes del finado cuyas últimas voluntades serían conocidas en breves instantes.

Horas antes, un carruaje negro tirado por cuatro caballos de color azabache había ido a recogerla a su casa para llevarla a la reunión convocada en la Casa Consistorial por el Escribano General del Reino.



Al evocar el maravilloso encuentro que tuvo lugar unos años antes a pocos kilómetros de donde se hallaba ahora, unas lágrimas rodaron por sus mejillas.
Aquel día ella paseaba por la calle principal, que lucía engalanada con farolillos y guilnardas con motivo de la fiesta de la patrona. Estaba mirando los productos que ofrecían los feriantes cuando vio venir hacia ella a un caballo que se había puesto nervioso y no obedecía a las riendas de su amo. La gente gritaba, presagiando la tragedia. Al llegar frente a ella el corcel relinchó y levantó las patas delanteras, dejándolas caer pesadamente a un metro escaso de su cabeza. Ella, presa del pánico, se desvaneció. El jinete, que no era otro que el joven Don Francisco de Paula, desmontó rápidamente y acudió en su auxilio, intentando reanimarla y permaneciendo a su lado hasta que recobró la lucidez. Pasado el susto, se ofreció a acompañarla y la invitó a unos dulces para que olvidase el mal rato que por su culpa había pasado.
Aquel encuentro breve les supo a poco y concertaron otras citas. La admiración y deseo de estar juntos dio paso al amor, que surgió apasionado, fuerte y lleno de ternura.

Una tarde calurosa de verano se bañaron en las frescas aguas del Guadalquivir, acompañados por cientos de pececillos que, admirados ante la belleza y lozanía de sus cuerpos, mordían despacito y fugazmente sus carnes, como preludio de los besos y caricias que seguirían luego.
El sol descansaba sobre una colina y, curioso por ver lo que hacían los jóvenes, introducía sus finos rayos entre el follaje de los árboles. Unas nubes permanecían quietas allá arriba sobre el remanso, disfrutando del espectáculo que ofrecían los dos enamorados yaciendo abrazados sobre la hierba, hasta que, ruborizadas por la audacia de sus juegos amorosos, cambiaron sus tonos grises en anaranjados y rojos. Allí fue donde Feliciana, descubriendo nuevas y agradables sensaciones, se estremeció de gozo y dejó escapar un largo y hondo suspiro, que la transportó dulcemente en una nube de algodón hacia la nada...

A ese encuentro siguieron otros, cada vez más ansiados, más apasionados, más enamorados. Nada les detenía, nada les impedía entregarse con toda el alma. Ni las habladurías de la gente, que daban por hecho que el Marqués la abandonaría una vez saciado su ego, tal como había sucedido con otras mujeres anteriores a ésta. Ni las amenazas del Marqués, quien llegó a insinuar la posibilidad de desheredar al primogénito si éste no rectificaba; ni los intentos de soborno con que intentaron alejar a Feliciana del joven alocado Francisco de Paula.

Al quedarse embarazada, lejos de abandonarla, el joven enamorado decidió irse a vivir con ella, haciendo caso omiso de las habladurías de la gente y de su familia. Vivieron juntos muchos años y juntos vieron crecer a sus tres hijos.
Absorta en sus pensamientos, Feliciana no se había dado cuenta de que el Notario había iniciado la sesión y después de decir unas palabras preliminares, comenzó a leer el documento:

“Yo, Don francisco de Paula Bernuy y Aguayo, Marqués de Benamejí y Conde de Villa la Alta, en plenas facultades…”

Feliciana recordó la cruel enfermedad que se lo había arrebatado, destrozando su vida y envolviéndola con el manto de la soledad y del dolor. Recordó las horas pasadas a su lado en el lecho, intentando hacerle menos dolorosa la existencia, atenta al menor detalle, acariciándolo y abrazándolo para retener el calor que, inevitablemente, se le escapaba del cuerpo.

Sus ojos se llenaron de lágrimas al recordar lo sucedido en los últimos instantes de la vida de su amante:
La alcoba olía mal, se sentía la muerte. Ella intentaba paliar el hedor del aire viciado colocando ramos de rosas en la habitación. Un escribano, el médico y el sacerdote rodeaban la cama del enfermo. Era tal su gravedad que el cura inició el rito de la extremaunción, y fue en ese preciso momento cuando el moribundo dijo:
– No padre, eso aún no. Cásenos antes.
Ante la mirada perpleja del sacerdote, el Marqués insistió:
– Feliciana, mi amor, acércate y dame la mano. Y usted, padre, celebre el matrimonio sin dilación.
Poco después Feliciana y el Marqués pronunciaban el “Sí, quiero” y Francisco se abandonaba en los brazos de su amada.

“Lego mis bienes a mi esposa, doña Feliciana Coca Pérez, y a nuestro hijo, Juan de Dios Bernuy y Coca, el título de Marqués de Benamejí.
Y para que así conste y sea respetada mi voluntad, firmo la presente en la Villa del Río, el día…”

Al escuchar eso, Feliciana se desmayó. Cuando recobró el sentido, la familia del Marqués había abandonado la sala. El Escribano General le explicó que se habían ido muy enfadados, le preguntó si lo había entendido todo bien y ante la respuesta afirmativa dio por finalizado el acto.

La Marquesa se levantó de la silla y salió del salón sin vislumbrar aún todo el alcance de la nueva situación que se le ofrecía: ¡Sus hijos, al fin, dejaban de ser bastardos y ocupaban su lugar en la Historia!

Al salir a la calle, un grupo de guardias vestidos con uniforme de gala, que esperaban junto a la carroza para escoltarla, se puso firmes y le presentó armas. Mientras se acercaba a su nueva residencia, Feliciana recordó las palabras que un día le dijo su esposo: “Si muero antes que tú, seré tu Ángel de la Guarda."



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sábado, diciembre 01, 2012

SI CRISTO LEVANTARA LA CABEZA...


Hoy, sábado 1 de diciembre, amaneció soleado y mi mujer me propuso de ir hasta el centro urbano para dar un paseo, tal como  recomienda el médico a los que adoptan el colesterol o son socios del Club de los Diabéticos.

Hemos recorrido todo el casco histórico, deteniéndonos ante los diversos escaparates de las tiendas del centro, hemos comprado pescado, flores y algún que otro objeto; pero lo que más nos ha llamado la atención, acelerando los latidos de nuestros corazones, produciendo espasmos en el estómago y confusión en las mentes ha sido ver en el interior de la catedral, delante de un altar dedicado a una virgen,  una cesta de Navidad  que contenía un jamón, turrones y diversos regalos para rifar entre los compradores de papeletas.

Enseguida surgió de entre las profundidades de mi memoria la imagen de Jesús echando a latigazos a los mercaderes del templo de Jerusalén.


¿No les basta con las ayudas que recibe del Estado? Cada año, el pueblo español financia vía impuestos las actividades educativas, sociales, sanitarias y de culto de la Iglesia católica. El año 2010 fueron más de 6.000 millones de euros. A ello hay que añadirle los más de 200 millones que van a parar a las ONG católicas a través de la otra casilla del IRPF, y las exenciones que, pese a lo que dice la ley, aún mantiene la institución: no pagan el Impuesto de Bienes Inmuebles, como pagan todos los que poseen alguna vivienda o local, ni nadie controla los donativos que recibe de los particulares (el electricista de la catedral de  Compostela se había apoderado de 2 millones de euros procedentes de las limosnas). Las obras de conservación y restauración de edificios y obras de arte son sufragadas por el Ministerio de Cultura, lo cual no quita de que la Iglesia cobre entre 5 y 10 euros  por entrar a visitar sus catedrales y museos.

http://www.publico.es/espana/284410/mas-de-6-000-millones-de-euros-para-financiar-la-iglesia-catolica
A partir de ahora las visitas guiadas a la catedral portuense, llamada Iglesia Prioral Mayor, costará 2 euros
¡Y luego se quejan de que la gente se aleje cada vez más de la Religión!

 






sábado, noviembre 24, 2012

¿TIENES FUEGO?

Ayer por la noche, cuando venía de recogida, pasé por un callejón muy oscuro ubicado junto a la catedral, que imponía un gran respeto dado el elevado índice de paro y de pobres que malviven en el país.
Iba yo cavilando en si finalmente yo podría acudir a algún Encuentro Poético más, habida cuenta de que nos han subido el IVA
del papel higiénico y el de los clínex al 21%  y eso, teniendo en cuenta que el pasado invierno sufrí una neumonía y gasté 39 rollos de servilletas de papel para sonarme los mocos, ya que el clínex era muy chico y me llenaba las manos, y 46 rollos de papel higiénico, debido a los descontroles intestinales que me producían los medicamentos para curar la neumonía, es para pensárselo dos veces antes de comprometerse a viajar.
 Iba yo cavilando, decía antes de que ustedes me interrumpieran, pensando en voz baja que yo desvarío o soy gilipollas, cuando de pronto, de entre las sombras, escucho:
—¡Shissssss! ¿Tienes fuego?
Y yo me giro y veo a un tío en pelotas sentado, con el cigarrillo en la mano presto para arrimarlo al mechero y encenderlo.





 —¿Qué hace usted aquí en cueros, con el frío que hace ya a estas horas? le dije, con el corazón encogido y las tripas haciendo ruidos por el miedo
—Pues ya ves, que me han prohibido fumar dentro de la iglesia por ser un espacio público.

—¿Pero tú quién eres? —le respondí un poco más tranquilo, aprovechando que él me tuteaba
—¿Es que no lo ves? ¡El Cristo, coño!, el Hijo de Dios en persona. Uno que ya está harto de que abusen de mi buena voluntad. Ahora le han dado por los recortes. A mí también me recortan gastos. En vez que reducir viajes del Papa al extranjero, coches oficiales y recepciones me quitan la mula y el buey.
— Bueno, ¿ y qué vas a hacer sin mula?, le dije yo, muy interesado por saber cómo soluciona su problemas el Mesías.
—De momento tengo un camello que me provee de tabaco. Además, me van a entregar una choza para pasar las navidades; luego, no sé nada. Bueno, ¿me vas a dar fuego o qué?
—¡Coño con las prisas, si tienes toda la vida por delante! Dentro de unos días te paren de nuevo.¡Ojalá que yo pudiera renacer de vez en cuando. Por cierto: ¿Desde cuándo eres fumador? Yo creí que eras perfecto y no tenías vicios...
—¿Y qué quieres que haga? Llevo 20 siglos tragando humo de velas e inciensos. Tengo los pulmones más negros que el futuro de Udargarín.
—Pues para que veas lo que son las cosas: Tú, que eres el Señor, fumas y corrompes el aire; yo, que no soy creyente, no fumo por respeto a la vida que me han regalado y al planeta que me cobija.
—Pues de nada te va a servir. Antes mandaba yo y premiaba a la buena gente; pero ahora el FMI, la señora  Merkel, el Ministro de Sanidad y sus médicos deciden quiénes deben morir y quienes quedarse. Así que lo mejor es que vivas lo mejor que puedas, que eso es lo que te llevas.
—Bueno, pues concédeme ganar la Lotería este año, y así podré disfrutar de verdad
—¡Otro egoísta que sólo piensa en el dinero!
—¡Pues cómo no voy a pensar en el dinero, si hasta los condones que uso están remendados por que no me los puedo pagar con mi pensión! Egoísta dice el tío... !Anda, anda y cállate!
—¿No sabes ese que dice: es más difícil que un rico entre en el Cielo que un camello por el ojo de una aguja?
—Pues entonces nada, que te vaya bien. Adeu.


jueves, noviembre 22, 2012

ARGO, la película


El pasado sábado, mi hijo me llamó por teléfono desde Madrid y me dijo: «Acabo  de ver  la película "ARGO". No te la pierdas».


Y ayer  mi esposa y yo fuimos al cine a verla.


La película está basada en hechos reales considerados secretos de estado durante décadas y que salió a la luz  cuando los archivos fueron desclasificados. En ellos se muestra cómo la CIA organizó el rescate a vida o muerte de seis rehenes estadounidenses que se hallaban escondidos en la Embajada de Canadá en Teherán. Se estudiaron varias ideas y se eligió la menos creíble y la más difícil de realizar.


La verdad es que a medida que iba viendo la cinta mis recuerdos me trasladaban a los años setenta, cuando el Sha era portada habitual de las revistas europeas del corazón, como el Hola. Mientras en Irán actuaba como el verdadero y temido dictador que era, asesinando a los disidentes y a sus familias, incluso a madres amamantando a sus hijos, el Sha Reza Pahlevi aparecía como víctima del destino en todas las portadas de la prensa mundial. Casado con la reina Fawzia de Egipto, fue abandonado por ésta porque ella no se adaptaba a la vida de Persia. Más tarde se casó con Soraya, la princesa de los ojos tristes, llamada así porque fue repudiada por el Sha por ser estéril. Finalmente contrajo matrimonio con Farah Diva, quien le dio el heredero deseado.


 El declive de Reza Pahlevi comenzó cuando la revolución islámica de Irán (1979), dirigida por el ayatolá Jomeini. Éste consiguió su derrocamiento, y el ultimo Sha de Persia, Mohamed Reza Pahlevi,  tuvo que exiliarse acusado de crímenes contra la Humanidad y  apropiación de fondos públicos. En la película se dice que "Llevaba tantos lingotes de oro que el avión tenía dificultades para despegar"


  Sinopsis publicada:


 “Argo” nos relata cómo el 4 de noviembre de 1979, mientras la revolución iraní alcanzaba su punto álgido, algunos militantes irrumpieron en la embajada de Estados Unidos en Teherán y tomaron cincuenta y dos prisioneros estadounidenses. Sin embargo, en mitad del caos, seis de ellos logran escapar y encuentran refugio en casa del embajador canadiense. Sabiendo que es solo cuestión de tiempo que les encuentren y, muy probablemente, les maten, un especialista de la CIA en operaciones especiales llamado Tony Méndez urde un arriesgado plan para sacarlos del país. Un plan tan increíble que solo podría salir bien en una película.

La trama que presenta la película es  fascinante. Presenta un mundo  tan convulso y radical como el que estamos viviendo hoy en día. En la operación de rescate  se involucran no solamente las agencias secretas de EE.UU y Canadá sino también los grandes estudios cinematográficos de Hollywood. Una realidad que supera a la ficción, con magníficas fotografías, sobredosis de emoción y una bonita banda sonora. Os la recomiendo






sábado, noviembre 17, 2012

LAS MIGAS


Hoy voy a compartir una receta popular en Andalucía durante los llamados «Años del hambre», plato único en los hogares de los jornaleros de la Sierra de Cádiz, que al paso que vamos no tardará en volver a ponerse de moda. Actualmente se sirve en muchos restaurantes, pero añadiendo productos de los que carecíamos en los años 40: jamón, chorizo, panceta...  La receta original, la explico en mi novela.

Fragmento de mi novela  La pista del Lobo, página 128:




 «Estábamos sentados alrededor de la mesa camilla, cenando. Mi madre nos había preparado unas migas, el plato único en las casa de los jornaleros pobres. Se trataba de una receta sencilla y barata: en una sartén grande se vertía un vaso de aceite y se freían dos tomates con tres o cuatro ajos picados. Cuando el tomate estaba frito  se llenaba la sartén con migas de pan, se removía todo y se añadía el agua y la sal; luego se dejaba hervir hasta que se consumiera el agua totalmente. Resultaba así una masa  de miga de pan caliente, como si fuera puré, con sabor a ajo. Como no había segundo plato, solíamos rebañar la sartén con pan. Precisamente estábamos haciendo eso cuando oímos  en el porche el ruido de cascos de caballos. Nos quedamos callados, esperando. Poco después llamaron a la puerta».

Ayer mi mujer hubo de ausentarse durante toda la mañana y decidí hacer la comida. Quise sorprenderla preparándole unas migas a la antigua usanza, tal como las  hacía mi madre  pero añadiendo un poco de chorizo para que no me protestara. ¡Le encantó, se chupaba los dedos y me ha pedido que la haga de vez en cuando en los fríos días del invierno!
Ingredientes para dos personas:

Dos tomates

Medio pimiento verde, medio pimiento rojo.

Media cebolla

Una cabeza gruesa  de ajos

Aceite, sal

Un trozo de chorizo ahumado (50 a 100 gramos)

Media barra de pan duro ( 200gramos)


Se quita la piel del tomate y se corta en pequeños trozos, y se  pican los ajos, la cebolla y se corta el chorizo en trocitos pequeños.

Se pone una sartén grande y honda en el fuego. Se echa medio vaso de aceite.

Se  añaden los ajos , la cebolla, el pimiento y el chorizo y se hace un refrito.

Antes de que el ajo se pase y se ponga negro, añadir el tomate y un poco de sal (muy poca, ya que el pan y el chorizo contienen sal). Con un tenedor ir aplastando el tomate para que se triture, y removerlo todo

Dejar al fuego unos cinco minutos removiéndolo todo de vez en cuando.

Añadir el pan cortado en rodajas o desmenuzado. Remover todo y con la espumadera o el tenedor ir  cortando y desmenuzando el pan hasta formar una masa.



Echar una taza y media  de agua y dejar hervir hasta que se consuma. Dejar reposar un cuarto de hora y luego servir.

viernes, noviembre 16, 2012

A LA SOMBRA DEL OMBÚ, novela




Recomendado por mi esposa, a quien a su vez se lo recomendaron unas amigas, he leído el libro "A la sombra del ombú". Me ha gustado mucho.
Es la historia de un primer amor, un amor prohibido. Una historia romántica no aceptable  para la sociedad: el amor profundo entre dos primos hermanos, Sofía y Santiago.

En la  inmensidad de la Pampa argentina existe una hacienda,Santa Catalina, administrada por los descendientes del fundador en el siglo XVIII. Entre ellos viven dos primos hermanos, que se enamoran perdidamente el uno del otro.

Ambos se reúnen bajo las ramas de un frondoso ombú, un árbol mágico, al cual confían sus sueños. Encaramados en sus ramas, los enamorados cerrarán sus ojos y expresarán  un deseo. Ignoran lo que la vida les depara antes de que vuelvan a reunirse en aquel mismo sitio veinticuatro años más tarde. Porque con 17 años ella se queda embarazada y es enviada por sus padres a Suiza para abortar.
La vida de ambos será un infierno; la familia interceptará las cartas de ella, de manera que el chico ignora su paradero  y creerá  que su novia  le ha olvidado. Cada cual sigue su vida y forman una familia. Sofía regresará años más tarde; pero ...

Los capítulos finales aportan una sorpresa impactante en el lector, que devora con ansia las páginas  para saciar la curiosidad.
Una novela que hace reflexionar sobre las oportunidades perdidas y la sensatez o locura de aprovechar   segundas oportunidades. Sobre elegir entre las  apariencias y las buenas formas ante la sociedad y la felicidad  propia y la de los hijos. Un canto a la amistad sincera, al  amor verdadero y a la Naturaleza.


SINOPSIS PUBLICADA

Hija de un hacendado argentino y una católica irlandesa, Sofía jamás pensó en que habría un momento que tendría que abandonar los campos de Santa Catalina. O quizás, simplemente, ante tanta ilusión y belleza, nunca pudo imaginar que su fuerte carácter la llevaría a cometer los errores más grandes de su vida y que esos errores la alejarían para siempre de su tierra. Pero ahora Sofía ha vuelto y, con su regreso, el pasado parece cobrar vida. Pero ¿podrá ser hoy lo que no pudo ser tantos años atrás? Quizás sólo con ese viaje podrá Sofía recuperar la paz y cerrar el círculo de su existencia.

jueves, noviembre 15, 2012

YO TAMBIÉN ESTUVE ALLÍ


Ayer, día 14 de noviembre, a las seis de la tarde, el Foro Social había convocado a los portuenses delante del Ayuntamiento para manifestar nuestra protesta por la política antisocial que está llevando a cabo el Gobierno. Unas tres mil personas  llenaron la plaza y después de escuchar a los organizadores fuimos todos pacíficamente a recorrer el centro urbano de la ciudad. Al llegar a la plaza Isaac Peral se cantaron algunas consignas y después de la actuación de unos jóvenes raperos la manifestación se  disolvió.







Hoy, cuando salga a la calle y me encuentre con mis vecinos en la plaza o en el bar seguramente me preguntarán por qué yo, que estoy jubilado y no tengo que sufrir los zarpazos del hambre ni los desahucios de los que están en el paro sin esperanzas de encontrar durante años, quizás ya nunca, un trabajo. Por qué yo, decía, hice huelga y asistí a la manifestación de ayer, me preguntarán con sorna.


 Cuando ellos, prejubilados de la Guardia Civil y de la Policía Nacional, de las grandes multinacionales y/o funcionarios del Ayuntamiento o de la Junta de Andalucía, haciéndose eco de la palabrería del ministro y de los empresarios, afirmen que no es el momento, que la huelga no ayuda, que no sirve de nada... me brotarán, sin duda alguna -me conozco bien-  espontáneas y atropelladas  palabras para responder, quizás airadamente, a sus estúpidas y egoístas alegaciones de esclavos y lameculos. Pero nada mejor que responderles con las hermosas y certeras declaraciones que la excelente poeta Ana Montojo publica en su blog, que asumo y hago mías palabra por palabra:

YO, COMO NO ENTIENDO...


Quiero una huelga donde vayamos todos.
Una huelga de brazos, piernas, de cabellos,
una huelga naciendo en cada cuerpo.
(Gioconda Belli)



Dicen los entendidos que no toca,
que ahora no es el momento,
que si la economía
y que si los mercados
y que no sé que prima que ponemos en riesgo.

Y que además saldremos muy feos en la foto.

Por lo visto las huelgas hay que hacerlas
cuando no existen pobres,
cuando todos habitan en casas confortables
y se acuestan sin miedo a que los echen
y todo el mundo ejerce su derecho al trabajo
con un salario digno.

Cuando el futuro espera cargado de promesas
a todos nuestros jóvenes
y no tienen que irse a vivir a otro mundo.

Cuando a nuestros ancianos los atiende el Estado
en justa proporción a lo que dieron,
cuando a los inmigrantes que se juegan la vida
los acoge un país con los brazos abiertos.

Pero yo, que no entiendo, ¡qué ocurrencia!
voy y me pongo en huelga
cuando el hambre se adueña de las calles,
cuando el miedo se agarra en las tripas vacías,
cuando el trabajador está dispuesto
a agachar la cerviz por un sueldo de mierda
y se deja pisar por que coman sus hijos.

Cuando a los que son jóvenes
se les muere el futuro
y ni siquiera tienen ni fuerzas para amarse,
cuando los que son viejos ambicionan la muerte
como única salida.
Yo, es que, como no entiendo,
voy y me pongo en huelga.


domingo, noviembre 11, 2012

EL CASTILLO DE SAN MARCOS




 Dice el refrán que « En casa del herrero, cuchillo de palo». Se refiere sin duda al hecho común de interesarse  más por las cosas externas que por las propias. Y en mi caso viene como anillo al dedo dado que en los últimos años me he dedicado a visitar monumentos de otras  ciudades despreciando los del lugar en que vivo. Como los veo a diario, me digo: Estos no se me van a escapar, comenzaré por ver los de otros lugares.

Y resulta que por una razón u otra El Puerto de Santa María, la ciudad que me adoptó en 1982 es casi una desconocida para mí: de los tres monumentos importantes que posee, dejando aparte sus numerosa bodegas visitables, sólo conozco dos: la Iglesia Prioral y el Castillo de san Marcos. En el otro, la Real Plaza de Toros, no se me ha perdido nada: amo a los animales y, por consiguiente, soy antitaurino.

El castillo, ubicado en el  centro de la ciudad, lo he visitado en dos ocasiones, invitado  a asistir  a una conferencia sobre  Seguridad Ciudadana en la capilla del castillo, y otra acompañando al Secretario Local del sindicato CC. OO a una degustación de vino en la bodega del castillo. Éstas son las únicas piezas que he visto del interior. Mi esposa nunca ha entrado, a pesar de que llevamos 30 años viviendo en la ciudad.  

Y ayer, sábado día 10 de noviembre leo en el Boletín de Ocio de El Puerto que había jornada de puertas abiertas a las 13`30 horas, con visita guiada y copa de vino incluidas.

Esa hora no nos convenía y decidimos ir al centro de la ciudad a  las once, para realizar unas compras y visitar el castillo.

Primera sorpresa: aunque el Boletín declaraba el sábado Día de Puertas Abiertas, el vigilante me dijo que se trataba de un error y que  había de pagar una entrada de 6 euros por persona.  La visita gratis era la de las 13`30, pero ya se había cerrado el número de invitaciones, copadas sin duda por las autoridades y sus amigos, como sucede siempre.

Bueno, de acuerdo, pagaré las   dos entradas— le dije. Entré en el recinto, pero antes de dirigirme a la taquilla  quise hacer algunas fotos del patio interior y el vigilante se acercó y me dijo:

— Las fotos en el interior del castillo están prohibidas.

O sea: 1º  Pagas una entrada en un día declaración de puertas abiertas. 2º Al ser el castillo una propiedad privada, no hacen descuento en el precio de la entrada, como conceden en todos los museos y monumentos  públicos. 3º Y encima no permiten hacer fotos para el recuerdo

Me quedé pasmado. Yo no tenía mucho interés en la visita porque ya había visto lo principal y sólo me faltaba por ver la sala  restaurante reservada a celebraciones de bodas y comidas de empresas, pero ya que había venido hasta allí  deseaba que mi esposa disfrutara de la visita guiada..

Fue mi esposa la que habló primero: Juan, vámonos y que le den al castillo. El interior ya lo conocemos por las fotos y videos  de los reportajes turísticos y las que hiciste las dos veces que has  entrado. Prefiero que nos sentemos en una terraza en pleno centro y nos tomamos el aperitivo.

Así que pensaba compartir con vosotros un reportaje de la visita; pero como no se llegó a realizar solamente os mostraré las fotos del exterior del castillo y un resumen de su historia


El castillo de San Marcos es el  más importante y atractivo monumento de El Puerto de Santa María. Actualmente  pertenece a Bodegas Caballero, ya saben la del Ponche Caballero y el vino fino Pavón. El castillo se puede visitar todos los día de 10 de la mañana previo pago de una entrada. También se puede usar para celebraciones de bodas ,comuniones y otros eventos en sus dos salones. Contiene zonas ajardinadas

                                                                   HISTORIA

El Castillo de San Marcos de El Puerto de Santa María se construye sobre una antigua mezquita islámica, transformada en iglesia fortificada en tiempos de Alfonso X El Sabio hacia el año 1264, quien fortificó el santuario con cuatro torres, dos de planta hexagonal y las otras dos de planta cuadrangular, utilizándose la planta baja de las primeras como capilla mayor para la Virgen de los Milagros.

El castillo sirvió de defensa contra nuevas invasiones del norte de África. Más tarde pertenecería a Guzmán El Bueno, quien a su vez lo dona a su hija Leonor de Guzmán en 1306 con motivo de su matrimonio con Luis de España, dando comienzo así a la Casa de los Medinaceli.
 
En este castillo se recibieron a dos ilustres marinos: Cristóbal Colón y a Juan de la Cosa. Fue aquí donde en el año 1500 Juan de la Cosa pintó sobre pergamino de 93 x 183 cms el Mapa-Mundi cuyo  original  se conserva en el Museo Naval de Madrid.

 


 

El puerto de Santa María fue incorporado a la Corona de castilla en 1729, pero la Casa de Medinaceli retiene la propiedad del castillo. En el año 1868 el castillo fue abandonado y no fue hasta la década de los 40  del siglo pasado  que fue restaurado.

Actualmente pertenece a la famosa firma bodeguera portuense Bodegas  Caballero.

Fotos del castillo y su entorno




Abajo: Fotos del interior del castillo sacadas de internet


jueves, noviembre 08, 2012

ANTONIO CAPILLA LOMA, POETA Y AMIGO


Si bien de vez en cuando  escribo algún poema, lo mío siempre ha sido la  narrativa; me gusta más crear historias de aventuras y plasmarlas en el folio blanco  o en la pantalla.

Pero en los últimos tres años he acompañado a amigos y amigas en sus presentaciones  de libros, les he comprado ejemplares firmados y sin darme cuenta he coleccionado una veintena de poemarios, de cuyo contenido no recuerdo ahora ningún poema  que me haya llegado. Los leí y los guardé. No están mal, no; pero nunca más los he cogido de la estantería ni he meditado en sus variados  temas.

Pero como sucede en otras materias, de vez en cuando encuentras una joya cuando cae en tus manos un poema que te emociona, que te llega al alma, y necesitas continuar leyendo, y  conocer al autor y seguir su obra.

 
En mi  caso, me ha sucedido eso  con Antonio Capilla Loma. Leí algún fragmento de los que publica en Facebok y visité su blog, "La voz que no se apaga", y poco a poco nació en mí una empatía hacia él y lo que escribe, que  no es otra cosa que  un canto a la vida, al amor y a la esperanza por un mundo justo, solidario y pacífico.

He seguido su trayectoria y he observado que es un luchador, un hombre que  ama la verdad y la justicia  y no duda en manifestarse en la calle con sus alumnos para reivindicar los derechos que poco a poco nos van quitando.

Me llevé una grata sorpresa al ver  un par de poemas suyos en la  Antología de Poetas  del 15 de Mayo, en la cual también se halla uno mío: «Tormenta en la plaza de Catalunya».

Luego me  he encontrado con él en cinco Encuentros de Poetas de la Red: Granada, Sigüenza, Córdoba, Peñíscola y Málaga en los cuales he podido disfrutar escuchando de su propia voz sus  bellos poemas.

Muchos de los  poetas que acuden a esos encuentros llevan consigo ejemplares de sus obras, pero luego se las llevan de vuelta  a sus casas. Es lógico si uno piensa que si acuden 60 autores nadie  va a comprarle un libro a cada uno, suficiente gasto supone cruzar media España para acudir al evento.

Pero en el caso de Antonio Capilla fue diferente: cuando al finalizar el verano comprobé que él estaba inscrito en el II Encuentro de Poetas Andaluces de Ahora, que debía celebrarse en Málaga el 27-28 octubre, le escribí rogándole me llevase un ejemplar de su poemario Viento del Sur dedicado y yo le llevaría uno de mi novela La pista del Lobo.
 

Así fue. Antonio no sólo me entregó el libro solicitado sino que además me obsequió con otros dos: El corazón al viento, y El fuego en la palabra.

Ayer terminé de leer la novela que tenía entremanos y comencé a leer los poemarios de Antonio. Los devoré, ya los he leído. Entre los tres suman 270 páginas de poesía buena. Puedo asegurar que una de cada tres poesías llegan a lo  más profundo, y hacen reflexionar.
  
Antonio Capilla Loma es una persona que se hace querer enseguida: es humilde, amable, atento, escucha con interés a quien le habla,  muestra un trato cálido y cercano y se interesa por las personas. Otros, con igual o menor bagaje cultural, se muestran distantes y miran por encima del hombro.

Curiosamente, Antonio Capilla  tiene algo en común con mi hijo el menor, Rubén: ambos conocieron a una chica gallega, de Orense, se enamoraron  y celebraron la boda en el mismo lugar: Restaurante Los caracoles, en Pereiro de Aguiar. Una tercera parte del poemario Viento del Sur se compone de poemas  dedicados a Raquel, la dulce esposa de Antonio. Son verdaderamente tiernos.
 
 
 Además de excelente poeta, Antonio Capilla Loma es profesor. 
Licenciado en Filología Hispánica por la Universidad Complutense de Madrid, Diplomado en Magisterio en la especialidad de Lengua y  Literatura. Desde hace más de 30  años se dedica a la docencia, actualmente es profesor en el IES Arquitecto Peridis , en Leganés.
Ha colaborado con algunas revistas especializadas y ha ganado un segundo premio en un certamen a nivel nacional.

Sus libros los publica la editorial Huerga & Fierro y se pueden conseguir en las librerías especializadas madrileñas  y en  todo el mundo  bajo pedido por la Red.

                  Páginas abiertas al azar  de VIENTO DEL SUR
 




 



 
 
  
 
Si os gusta la poesía, buscad los libros de Antonio Capilla en La casa del Libro, en Huerga & Fierro o simplemente escribid en el buscador el título o el nombre del autor y veréis todas las opciones.

sábado, noviembre 03, 2012

DESAHUCIOS



En los últimos cuatro años, más de cuatrocientas mil familias han sido desahuciadas. Actualmente se realizan 500 desaucios diarios ante la indiferencia de los políticos. Las manifestaciones y recogidas de firmas de los ciudadanos está dejando en evidencia a los parlamentarios  y ya comienzan a oírse voces en el Parlamento y entra los jueces.
Mi granito de arena reivindicativa, además de mi apoyo en las calles, es este poema que recité en el II Encuentro de Poetas Andaluces de Ahora, celebrado los días 27,28,29 de octubre de 2012  en Málaga