Decididamente, el tema de la Reconquista me está gustando mucho. Después de la lectura de «El sanador de caballos», «El caso de medina Sidonia» y «La Catedral del Mar», El mercenario de Granada es una joya literaria que me ha mantenido durante unos días inmerso en sus páginas, disfrutando de aventuras épicas, mientras acompañaba a los reyes Isabel y Fernando en el sitio y rendición de Málaga, Baza y Granada, y asistiendo también a los Consejos de los caudillos moros, realizados en la Alhambra, donde debatían la estrategia a seguir contra los cristianos.
Ha sido para mí una importante lección de Historia, ilustrada con datos importantísimos que desconocía sobre los esfuerzos realizados por ambos bandos por disponer y controlar las nuevas tecnologías del momento: la aparición de la pólvora y del cañón y su empleo en la reconquista de Andalucía.
Y en medio del fragor de las batallas, de las negociaciones secretas, de las deserciones y traiciones en ambos reinos, nos encontramos con la entrañable historia de amor entre Ysabel y Orban.
Ysabel, una niña de trece años que había sido entregada por sus padres al déan, hijo del arzobispo de Segovia, a cambio de la condonación de una parte de los impuestos y éste, tras violarla salvajemente el mismo día, la convierte en su esclava y en su amante preferida hasta que, años más tarde, se la arrebata un jefe moro en una batalla y la convierte en la favorita de su harem, en Granada.
Orban, el mejor herrero de Oriente, conocedor de la pólvora y de los metales, a quienes habla y acaricia como si fueran humanos, maestro en el arte de fabricar cañones y espingardas (predecesora del fusil), es enviado por el Gran Sultán turco, en ayuda de Boabdil, Rey de Granada, para que le provea de cañones e instruya a su ejército en la técnica de la fabricación y tratamiento de la pólvora y el uso de las nuevas armas, que relegarían a partir de entonces a las catapultas, hondas, lanzas y espadas.
Orban, que es considerado uno de los más importantes personajes del reino, conoce a Isabel y se enamora perdidamente de la esclava cristiana.
Deberán huir para evitar ser decapitados y serán acogidos con todos los honores en el ejército cristiano, donde Orban ascenderá rápidamente como maestro y jefe del taller de armas. Pero entre los nobles y señores de la guerra que acompañan a los Reyes Católicos se halla el déan, hijo del Arzobispo de Segovia, que reclamará ante Fernando a su esclava.
Es pues una historia de amor apasionado, tan puro como imposible, donde los enamorados huyen de un bando al otro repetidas veces, abandonándolo todo para salvar sus vidas. Las escenas amorosas, crudamente descritas mediante un lenguaje natural son impresionantes; pocas obras literarias, por no decir ninguna, he leído yo con tanta explicitud en la entrega amorosa.
Si anteriormente dije que El sanador de caballos era uno de los mejores libros que había leído, ahora afirmo que El mercenario de Granada lo supera.
Conocí a Eslava Galán con su novela En busca del unicornio, que me encantó, y continué luego con La mula, que me gustó aún más. Ahora, tras leer El mercenario de Granada, embelesado de su arte, he decidido leer toda obra suya que se cruce en mi camino.
Ysabel, una niña de trece años que había sido entregada por sus padres al déan, hijo del arzobispo de Segovia, a cambio de la condonación de una parte de los impuestos y éste, tras violarla salvajemente el mismo día, la convierte en su esclava y en su amante preferida hasta que, años más tarde, se la arrebata un jefe moro en una batalla y la convierte en la favorita de su harem, en Granada.
Orban, el mejor herrero de Oriente, conocedor de la pólvora y de los metales, a quienes habla y acaricia como si fueran humanos, maestro en el arte de fabricar cañones y espingardas (predecesora del fusil), es enviado por el Gran Sultán turco, en ayuda de Boabdil, Rey de Granada, para que le provea de cañones e instruya a su ejército en la técnica de la fabricación y tratamiento de la pólvora y el uso de las nuevas armas, que relegarían a partir de entonces a las catapultas, hondas, lanzas y espadas.
Orban, que es considerado uno de los más importantes personajes del reino, conoce a Isabel y se enamora perdidamente de la esclava cristiana.
Deberán huir para evitar ser decapitados y serán acogidos con todos los honores en el ejército cristiano, donde Orban ascenderá rápidamente como maestro y jefe del taller de armas. Pero entre los nobles y señores de la guerra que acompañan a los Reyes Católicos se halla el déan, hijo del Arzobispo de Segovia, que reclamará ante Fernando a su esclava.
Es pues una historia de amor apasionado, tan puro como imposible, donde los enamorados huyen de un bando al otro repetidas veces, abandonándolo todo para salvar sus vidas. Las escenas amorosas, crudamente descritas mediante un lenguaje natural son impresionantes; pocas obras literarias, por no decir ninguna, he leído yo con tanta explicitud en la entrega amorosa.
Si anteriormente dije que El sanador de caballos era uno de los mejores libros que había leído, ahora afirmo que El mercenario de Granada lo supera.
Conocí a Eslava Galán con su novela En busca del unicornio, que me encantó, y continué luego con La mula, que me gustó aún más. Ahora, tras leer El mercenario de Granada, embelesado de su arte, he decidido leer toda obra suya que se cruce en mi camino.
Leí "En busca del unicornio" y realmente me pareció un libro maravilloso.
ResponderEliminarTomo nota de tu recomendación para mis próximas lecturas.
Saludos.
Te deseo un buen domingo Juan.
ResponderEliminarUn beso
Flor
Como siempre tan amable con tus críticas y opiniones acerca de los libros que lees.
ResponderEliminarNo he leído nada de este autor, pero... ¡me lo apunto!
Un besito^^
Toro salvaje, seguro te gustará. La Mula también es una obra excelente, creo que muchas escenas la copiaron para hacer la pelicula "La vaquilla", pues tienen mucho en común. Pero la Mula es mucho mejor.
ResponderEliminarGracias por tu comentario. Un saludo y feliz semana.
Gracias , Florecilla, Para ti también deseo una feliz tardenoche de domingo y feliz semana.Un cordial saludo
ResponderEliminarHola, Lady Luna, todo tiene un comienzo. Yo tampoco lo conocía, siempre leía autores extranjeros, ignorando a los nuestros, como sucede en otros ámbitos también, hasta que un vecino devoralibros me sugirió leer "La Mula". No la encontré libre en la biblioteca, estaría comiendo yerba en algún prado, y cogí "En busca del unicornio", del mismo autor, Desde entonces cada vez que veo un libro suyo me lo traigo.
ResponderEliminarEstoy seguro que te gustarán sus obras. Un beso
Se nota que te gustó la obra, porque este post es muy apasionado.
ResponderEliminarLo escribiste con mucha pasión y así lo sentí, por lo tanto guardo el nombre de ese libro para adquirirlo en algún momento.
besos y buen inicio de semana.
Hola, SUSURU, no sé si es o no apasionado el post, pero sí te puedo asegurar que me gustó mucho el libro.
ResponderEliminarCreo que te gustará mucho si lo lees.
Para ti también deseo una feliz semana llena de éxitos en esa interesante actividad tuya. Besos
He leido algo muy interesante amigo quiero decirte que estás en mi blog entre mis blog más leidos y ademas tengo un enlace directo a tu blog, te gustarñia tner un enlace al mio? un besote enorme!
ResponderEliminarHola, María Susana, ¿pero aún no has visto el enlace que tengo a tu blog junto al de Mario?
ResponderEliminarVas a tener que venir a que te vea mi oculista. Ése, o te arregla la vista para siempre o te envuelve el ojo en un pañuelo y te lo guarda en el bolsillo. Eso sí, el pañuelo estará limpio, planchado y desinfectado, que el hombre es un excelente profesional.
besos y feliz día.