Se pierden en la noche del tiempo los momentos de alegría y de sueños que compartí contigo. Difuminada está tu imagen en la niebla; ya no escucho en mi mente la dulce voz y las cristalinas risas que atravesaban mis oídos y erizaban mi piel, derritiendo mi alma castigada por los avatares de la vida.
Hoy me siento libre, se rompieron las cadenas que a ti me ataban y me impedían vivir. Hoy ensancho mi pecho y aspiro el aire limpio; vuelo y veo el mundo desde lo alto, y aparece diáfano el horizonte en todas direcciones…
Entiendo que te había sobrevalorado, que no eres la singular estrella capaz de iluminar mi mundo, ni siquiera eres estrella sino vulgar reflejo en el espejo de la luz de los luceros.
Nada haces que no tenga un determinado propósito, todo lo has perfectamente calculado. Lo demás: tu proclamada sensibilidad, tu amor y tu humildad es puro teatro.
Hoy me siento libre, ¡sí, libre al fin! Puedo volar, y vuelo.
Amigo Juan, tenemos demasiadas cadenas que nos atan a esta vida, a su gente, los bienes y los hábitos, la comodidad física, aunque la mental ande por los suelos.
ResponderEliminarHagámonos libres rompiendo esas cadenas.
Un abrazo
Jo, que grito de libertad!!!
ResponderEliminarMe alegro.
Saludos.
CHAPEAU!!!!!!!!!
ResponderEliminarQue bien lo escribiste!
Me lo prestas para publicar en mi blogue de Noites?
Dime algo por favor.
Besos
Flor
Eso es, Antonio,vivimos encadenados a personas, entidades y creencias. Rompamos pues las cadenas y que nada ni nadie nos impida ser nosotros mismos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues yo también me alegro,Toro Salvaje.¡Abajo las cadenas!
ResponderEliminar(Pero quita el pie y cuida que no te caigan encima, pues ¡eso duele...!)
Saludos, amigo.
Florecilla, tuyo es, tómalo y ponlo donde quieras. Un beso
ResponderEliminarY te regalo también esta canción:
http://www.youtube.com/watch?v=ZJwbZCvRuu4
Un placer llegar a saludarte y deleitarme con este post.
ResponderEliminarLas famosas cadenas con la cual nos atamos nosotros mismos. Lo importante es darse cuenta a tiempo.
Recién llego de mis vacaciones y estoy tratando de ponerme al día con lo pendiente.
Abrazo desde el caluroso Buenos Aires
Que prosa poética nos regalas hoy
ResponderEliminarJuan es muy buena.
FELICIDADES
mario
Gracias Juan!
ResponderEliminarYa publiqué. A ver si te gusta.
http://romantiquices.blogspot.com/2011/01/soy-libre.html
Muy linda la canción de Nat King Cole.
ResponderEliminarLa he puesto en facebook.
Gracias
Un beso
Flor
¡Hola, SUSURU! Qué bueno que regresastes. Ya me contarás de tus vacaciones.
ResponderEliminarGracias por pasar. Un beso
Gracias, Mario. Me alegro de que te guste.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola, Flor, sabía que te gustaría esa canción.
ResponderEliminarSí, me gusta como ha quedado el texto en tu blog. Gracias. Un beso
Hola, Juan: Siento comunicarte que ya no vas a ser libre, porque abandono mi ausencia para leer y vuelvo al blog para comentar. Así qee vuelves a estar prisionero de mis futuros comentarios. Un abrazo.
ResponderEliminarJuan me encantó, la belleza del amor reside en la libertad de las palabras, tú hiciste bello la liberación de tu sentir.
ResponderEliminarUn beso :-)
Qué maravillosa sensación esa de respirar aire puro y sentirse libre. Y que parte tan grande de la vida pasamos encadenados cada uno a su grillete: el trabajo, las obligaciones, los hijos... hay que aprovechar la libertad porque al menos la mía la tengo a ratitos.
ResponderEliminarUn abrazo amigo.
que hermoso Juan, realmente me viene como anillo al dedo, si puediera hacer yo lo mismo que dice el poeta en este poema. un beso grande!
ResponderEliminarJa,ja,ja,Fernando, cuando dijiste que dejabas el blog me reí. Lo mismo dije yo hace un año y no pude: demasiado poderoso es el virus de la amistad que une a los blogueros; no podemos pasar si ellos.Somos blogadictos.
ResponderEliminarUn placer caer prisionero tuyo. Un abrazo, amigo.
Oréadas, me encanta lo que has dicho.Gracias por pasar. Un beso grande
ResponderEliminarMamen,te entiendo bien, amiga: los hijos,el trabajo siempre queda algún grillete que nos impide ser completamente libre.
ResponderEliminarPero hay algunas cadenas que nos aprietan día y noche y limitan nuestros movimientos, nuestros actos,la libre expresión; nos impiden participar en cosas y llevar a cabo sueños...
De ésas hay que liberarse y respirar aire puro que alivie nuestros pulmones y acaricie los corazones.
Un abrazo.
M. Susana, me alegro que te guste, amiga.No es fácil romper con todo lo que nos ata, pero creo que hay que intentarlo, no dejar que nadie ni nada nos moldee a su antojo y ser uno mismo.Gracias por tu vista.
ResponderEliminarUn beso
Juan, escribe usted de maravilla y por eso uno no pierde el tiempo cuando visita su blog.
ResponderEliminarLe he dejado un comentario en la última entrada publicada por María, la señora de Chipiona, en la bitácora de ella.
Reciba mis más cordiales saludos desde Málaga.
Hola, R.A.F.A.E.L.
ResponderEliminarMuchas gracias por sus amables palabras. Voy a ver qué ha escrito allá. Saludos
Muchas gracias, María, feliz semana para ti también.
ResponderEliminarSaludos.
hola Juan
ResponderEliminarpues a volar se ha dicho, un precioso canto de libertad
un abrazo