Me acabo de leer las 633 páginas de esta excelente novela que forma parte de mi biblioteca gracias a un fallo de mi estresada mente: el de regalar libros sin preguntarle antes al destinatario si ya lo había leído.
No veas cómo se te queda la cara cuando el día de Reyes, al entregar el libro cuidadosamente embalado en papel de celofán y con una cintita roja, va y te dice: ¡Ah, Entre costuras! Ya lo tengo, es buenísimo. Pero gracias de todas formas.
¡La madre que me parió!, fue lo primero que pensé.
Hube de quedarme con él y fui a comprarle otro.
Y ahora me alegro de haberlo hecho. Es una obra excelente que abunda sobre el tema que más me gusta: el espionaje.
El argumento, facilitado por la propia autora, lo pueden leer en la imagen de la sobrecubierta, y yo no voy a extenderme en el tema para no desgraciarlo.
Lo que quiero destacar es que antes que yo lo ha leído Carmen, mi mujer, quien desde hace al menos veinte años no leía un libro a causa de su enfermedad ocular.
Le ha gustado tanto esta novela, que le ha vuelto la pasión por la lectura y, desoyendo el consejo de sus médicos de no cansar la vista, se ha lanzado a leer sin descanso, como queriendo recuperar el tiempo perdido y volver a los años en que devoraba novelas y revistas. Y ahora se sienta en la terraza y en vez de hacer punto de lana dedica su tiempo libre a leer, observada desde la jaula por sus ninfas.
Desde el día 10 de enero, en que se fueron mis hijos tras las vacaciones navideñas, mi Carmen del alma se ha leído los siguientes libros: El tiempo entre costuras, La pista del Lobo, Mil soles, Cometas azules, Mientras vivimos, Muerte en Sevilla. Seis libros en 35 días. Y en este momento está leyendo la novela Dime quién soy.
Y ya me está pidiendo otro para después.
Y todo esto gracias a que le ha encantado El tiempo entre costuras, si no hubiera sido así, seguramente hubiera seguido haciendo punto de ganchillo en vez de leer.
La verdad es que el libro es bueno, muy bueno. Te engancha.
Estás leyendo y cuando parece que el tema pierde interés surge un nuevo dato, una nueva situación imprevista y misteriosa, que te espabila y te obliga a seguir leyendo. Las últimas doscientas páginas me las leí ayer.
Lo que no me ha gustado es el final: hubiera preferido ver el punto final cuando los dos enamorados aclaran sus misteriosas actividades secretas, aceptan continuar como espías al servicio de Su Majestad y se van juntos mirándose a los ojos. ¿Qué más se puede pedir? El resto quedaría para la imaginación del lector.
Pero no es así: a esa tierna escena sigue un Epílogo que ocupa doce páginas, en el que la protagonista especula con los diferentes caminos que hubieran podido seguir cada uno de los diferentes personajes secundarios que han pasado por su taller de costura, para finalmente añadir que ha podido suceder así o de otra manera. Obvio.
Hola Juan.
ResponderEliminarYo leí este libro con mi "club de lectura", je,je. Te voy a dejar el enlace por si te apetece leer mis emociones sobre el libro y porque en él recomendaba el link a una página interesante que tiene la autora.
Me alegro mucho por Carmen. Volver a poder leer debe de ser algo parecido a aprender y esa emoción es algo que a pesar de los años yo todavía recuerdo. Tengo grabada la sensación de mirar un cartel y saber lo que ponía. Es maravilloso.
Un beso para los dos.
Perdona, al final no he puesto el enlace. Como una cabra, vamos...
ResponderEliminarhttp://teinvitoauncaf.blogspot.com/2011/04/el-tiempo-entre-costuras.html
Hola, Mamen,muchas gracias por tu visita y por el enlace. Acabo de leer tu reseña sobre este mismo libro y te he dejado un comentario.
ResponderEliminarCarmen está enganchada a la lectura y cuando la letra del libro es muy pequeña me pide se lo baje al ereader porque en él se puede modificar el tamaño de letra.El último libro que ella había leído es La sonrisa etrusca, de los años 80.Tiene problemas en la córnea y no se puede operar porque es alérgica a ciertos medicamentos del post operatorio.Pero dice que lee sin problemas y se encuentra bien. Gracias por los enlaces. Un beso
600 paginas, no se si yo, tengo paciencia para leer tanto.
ResponderEliminarUn abrazo Juan
Hace tiempo que ando detrás de su lectura, haber si tengo un poco de tiempo libre y me acerco a la biblioteca
ResponderEliminarUn saludo
Pues a mí me pasó algo parecido a Carmen, a los 45 años y tras más de 20 en los que solo pensaba en mi trabajo , me regaló mi hija un libro: Baudolino de Umberto Eco, y estuve dos años leyendo libros como un loco. Y me puse a escribir. Y ahora soy incapaz de leer, y menos un libraco de 600 páginas, a lo mejor por mi falta ahora de tiempo. Un libro que tiene muy buena crítica y muy buenas ventas.
ResponderEliminarUn abrazo Juan
Yo lo leí también. Me lo pasó Loli y me enganchó. Me pareció interesante.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola!!!
ResponderEliminarQue buena trama, se que no soy de las más lectoras que hay, pero se que los libros te dejan lo que sos....si más de 40 libros te hacen abogado, me imágino lo que harán los demás.......
Buena semana con un abrazo de oso.
PD: Me alegro que Carmen pueda leer.
Hola, Marian! A mí me pasa lo mismo, me echan pa trás los tochos gruesos; pero sólo hace falta organizarse y dedicar una hora diaria a la lectura y en una semana o diez días te la has terminado.
ResponderEliminarY la verdad es que compensa,leer una buena historia es como ver una buena película: te distrae y te hace pensar. Un beso.
Hola,Oreadas, pues si puedes léela, no te defraudará: verás como una mujer humillada, acabada y sin recursos puede levantarse y alcanzar la cima del éxito. Te he visto en las fotos del programa de Ripollet radio y estás muy bien, sigues igual de guapa y joven que cuando te conocí en Sevilla hace ya... Ya me dirás la fórmula de la eterna juventud, pues a mi me se notan mucho los años. Un beso,guapa.
ResponderEliminarHombre, Juan Risueño, si el trabajo te ocupa todo el tiempo es normal que llegues a casa y no tengas ganas de leer. Yo leo ahora más porque no hago nada; cuando trabajaba, estaba apuntado al Círculo de lectores y me leía un par de libros por trimestre.
ResponderEliminarLa buena crítica que tiene este libro es merecida. Un abrazo
Antonio, me alegro de que hayamos compartido la misma lectura. Ahora Carmen está leyendo Dime quién soy,una novela que se publicó en 2009, que es también una historia muy similar ambientada en la misma época.Abrazos de Carmen y míos para ambos.
ResponderEliminarAmiga Comun: ya sé que trabajas mucho y no puedes hacer todo lo que quisieras, pero si tienes la ocasión te recomiendo que leas libros como este donde se mezcla la historia con los viajes y visitas a diferentes ciudades. Te ayudará mucho para presentar luego esos reportajes fotgráficos tan bonitos que muestras en tu blog. Un beso.
ResponderEliminarJuan cuando entras a la lectura quedas atrapado en ella y la disfrutas al máximo.
ResponderEliminarahora tendras que comprarle libros o hacerla socia de la biblioteca.
un gusto pasar por tu blog.
Mario
Hola, Mario: pues sí, tendré que comprarle libros, pero antes tiene que mirar entre los más de 300 de mi vitrina. Por cierto: te he cogido prestada la foto de los "migrantes". Un abrazo
ResponderEliminarno Hay problema Juan tómala tengo unas cuantas mas y es probable mañana tome unas cuantas mas antes que quiten la exposición el día 20
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