¡Oh envidia, raíz de infinitos males y carcoma de las virtudes!.
Miguel de Cervantes Saavedra (1547-1616)
Foto de Google-images
Carlos Sotomayor salía del restaurante acompañado de Sara, una belleza rubia despampanante, la misma mujer que desde hace años yo amo en secreto, mi musa, la causa de mis desvelos. La llevaba cogida por la cintura y se disponían a subir al BMW que antes había dejado aparcado en la puerta del local.
La verdad es que nunca me cayó bien ese Carlos: demasiado altanero, embaucador y cínico, salía siempre airoso de cualquier reto.
Él me descubrió observándole desde mi mesa, y sonrió triunfalmente al intuir mi envidia. No pude soportar su mirada arrogante ni un minuto más, y me juré acabar con él enseguida. Su sonrisa se heló súbitamente al leer la terrible decisión reflejada en mi rostro.Pensado y hecho: cogí los treinta folios escritos que había apilados sobre mi mesa y los rompí uno a uno. Luego puse una hoja nueva en el cabezal de mi Olivetti y escribí: Capítulo 1º
P.D/ Sí, tenéis razón, ya sé que la habéis leído antes, la publiqué en 2009; pero es que estoy seco de ideas.
Pensándolo bien, tampoco es para tanto que repita una o dos entradas, joder, que también en la tele repiten las películas y programas en verano y no protestáis, me consta, pues mis agentes colocaron hace tiempo cámaras ocultas en vuestros hogares y sé bien lo que veis cada noche. Hasta pronto. Saludos.
La verdad es que nunca me cayó bien ese Carlos: demasiado altanero, embaucador y cínico, salía siempre airoso de cualquier reto.
Él me descubrió observándole desde mi mesa, y sonrió triunfalmente al intuir mi envidia. No pude soportar su mirada arrogante ni un minuto más, y me juré acabar con él enseguida. Su sonrisa se heló súbitamente al leer la terrible decisión reflejada en mi rostro.Pensado y hecho: cogí los treinta folios escritos que había apilados sobre mi mesa y los rompí uno a uno. Luego puse una hoja nueva en el cabezal de mi Olivetti y escribí: Capítulo 1º
P.D/ Sí, tenéis razón, ya sé que la habéis leído antes, la publiqué en 2009; pero es que estoy seco de ideas.
Pensándolo bien, tampoco es para tanto que repita una o dos entradas, joder, que también en la tele repiten las películas y programas en verano y no protestáis, me consta, pues mis agentes colocaron hace tiempo cámaras ocultas en vuestros hogares y sé bien lo que veis cada noche. Hasta pronto. Saludos.
Cuando leí la primera parte sentí unos celos que me carcomían las pocas virtudes que tengo....(jajjaja)
ResponderEliminarMira que eres ingenioso!!
¿Sabes? yo estaba en la mesa del frente, tú ni me miraste, y ví tus instintivas reacciones...
Besos wapo!
Arrivederci
Es tiempo de reposiciones y de no hacer nada.
ResponderEliminarSaludos.
Cuando la historia es buena, no importa recrearse en ella varias veces...fíjate "verano azul"...je,je
ResponderEliminar¿Lo sospechabas, María? Ahora comprendo porqué te mantienes tan distante...
ResponderEliminarUn beso
¡Anda, genessis! Yo celoso del galán de mi novela, tú celosa de la chica... Tú, mirándome desde otra mesa y yo sin darme cuenta.
ResponderEliminar¡¿POR QUÉ NO ME LLAMASTE, MI NIÑA?!
Yo lo hubiera dejado todo por estar a tu lado ya que la rubia había dejado de existir y me hallaba falto de cariño.
Bueno, otra vez será. Un beso
Eso es, Toro Salvaje. Mucha calor para realizar esfuerzos. Y total, para lo que nos sirve...
ResponderEliminarFeliz mes de agosto, amigo. Saludos
¡Hola, Mamen!
ResponderEliminar¿Qué tal la playa, guapa? Supongo te lo pasas divino en el chiringuito bebiendo fresco, charlando con tus amigas y luciendo palmito.
Cualquier día me paso por tu playa, pues verte sí que me alegraría la vida y no el "Verano azul".
Felices vacaciones.
Un beso