Huyendo de la Justicia
un hombre llegó hasta el mar
Y exclamó, ante su estulticia,
¿Y ahora qué? ¡No sé nadar!
Me acosan los guardias
¡Sálvame, señor, te imploro!
ante mí tengo el barranco
y la cárcel a retaguardia
Iluminado se gira y dice a gritos:
¡Quiero negociar con Rajoy!
Si decreta mi amnistía hoy
le ofrezco este hermoso pito
Y se baja los pantalones
surgen cámaras y móviles
envían videos a Youtube
¡Olé, un tío con dos cojones!
Los ministros del Gobierno
Se reúnen con premura en Madrid
y clavando los ojos en Montoro
que les sonríe como un beodo
gritan: ¡¿Qué demonios pasa aquí?!
Tranquilos... No pasa nada,
nosotros no perdemos nada.
Si se mata, un parado menos,
y nos ahorramos su paga
¡Ah no, eso nunca!-exclama Rajoy-
soy el Presidente y no me permito
privarme de manjar tan rico
¡O se le cancela la deuda, o me voy!
Que país, amigo...
ResponderEliminarEstamos saliendo en toda la prensa internacional como uno de los países más corruptos del mundo.
Saludos.
Vaya, què poema...
ResponderEliminarLa inspiraciòn no tiene cadenas.
Abrazos Juan.
Así es, amigo Toro Salvaje.Causa vergüenza ser ciudadano de un país así. Luego pillan a un desgraciado robando pan en un supermercado y le meten tres años de cárcel, ¿Y a esta gentuza qué?
ResponderEliminarMenos mal que aún quedan jueces íntegr
os. Ojalá no se los carguen como a Garzón. Saludos y muchas gracias por tu visita.
Hola, Genessis: Siento haber manchado el cristal puro que protege tu alma y personalidad con palabras soeces y temas crudos; pero es de todos sabido las inclinaciones sexuales de Rajoy, y mi escrito es una sátira que intenta describir cómo actúan en las alturas quienes nos gobiernan. Un beso, guapa.
ResponderEliminarJuan:
ResponderEliminaralgo atrevida tu declaración
en ese poema.
cuidado que te puedes acarrear problemas por decir tal cosa de Rajoy
hasta pronto Mario