Hace un mes fui a la Biblioteca y saqué dos libros que debo devolver mañana: ¿Arde Nueva York?, y el Hombre que fue jueves, de Cherton.
Del segundo no voy a comentarles nada, pues tras la lectura tediosa de 30 páginas, decidí abandonarlo.
¿Arde Nueva York?, es una de las obras de mis autores preferidos, ésos que inculcaron en mí desde temprana edad la afición por la lectura. Junto a Frederick Forshite, son los que más me gustan, como prueba la cantidad de obras de ellos que tengo en mi pequeña biblioteca particular: O llevarás luto por mí; Oh Jerusalén; Arde Paris; Águilas Negras; La ciudad de la alegría; Juego Mortal y El Quinto Jinete.
Me faltaba leer este que os presento y tengo que decir que es una obra excelente, de esas que comienzas la primera página y ya no puedes dejarlo porque los personajes te atrapan.
Los autores te conducen de la mano a través del desierto de Afganistán, los campos de refugiados del Líbano y la enorme ciudad de Nueva York. Asistirás personalmente como testigo invisible en las reuniones de Ben Laden con sus generales; entraras en la reunión de alerta máxima en el despacho Oval de la Casa Blanca y verás discutir a Condoleezza Rice, George Bush, Colin Powers y todos los demás personajes que gobiernan al mundo. Serás testigo privilegiado del enfrentamiento entre George Bush y Sharon, el lider de Israel, llegando incluso a ordenarse el ataque al país amigo por la Sexta Flota.
Y todo eso es debido a que unos terroristas han logrado colocar una bomba atómica en el centro de Nueva York y amenazan con destruir la ciudad si Israel no abandona los territorios ocupados en Palestina en el plazo de una semana.
La detonación se hará a través de una llamada de móvil a un teléfono acoplado a la bomba, cuyo número sólo conoce Ben Laden, quien duerme con un celular en la mano presto a activarla. Todos los servicios secretos americanos trabajarán para encontrarla, sin dar aviso a la prensa ni a las familias para evitar el pánico entre la población, que huiría en masa bloqueando todas las salidas.
Es un libro apasionante, de esos que no deseas dejarlo, y que te molesta tener que hacerlo cuando alguien te interrumpe la lectura.
Un libro que, como escritor novel, me pone los pies en tierra al comprender cuán insignificante soy ante unos maestros como éstos, y cuánto debo aprender aún como narrador hasta poder producir una novela de tal calidad. Me faltarían años de vida para lograrlo.
Como asiduo lector de estos autores, sí puedo comentar algo en contra de la obra:
Es una trama copiada de su más importante best sellers: El Quinto Jinete.
Para el que haya leído ambos libros se dará cuenta de que es la misma idea llevada a cabo por terroristas de origen diferente:
En El Quinto Jinete, que me regalaron unos amigos franceses en 1980, (A ver si cunde el ejemplo), es Gadafi quien envía a unos ingenieros físicos árabes a Nueva York, donde instalan una bomba atómica en el metro; emplea para hacerla explosionar a unos estudiantes palestinos que están dispuestos a morir por la causa. Hay un plazo corto para que el Gobierno cumpla las condiciones de Gadafi. Toda la novela trata sobre la lucha secreta de todos los servicios para intentar el éxodo masivo y en calma de ocho millones de neoyorquinos.
En ¿Arde Nueva York?, es Ben Laden quien provoca la misma situación, y en vez de estar en el metro, la bomba está en un apartamento en el centro de Manhattan.
En ambas obras, la bomba llega camuflada en un barco de carga asiático. Veo, pues, que el éxito que alcanzó el best seller El Quinto Jinete, que fue llevado al cine, ha motivado a los autores a hacer una segunda parte autoplagiándose descaradamente.
Pero ya digo: el que no haya leído el libro anterior encontrará en ¿Arde Nueva York? una obra magnífica, que os recomiendo.
No sé si fue por la novedad, o porque no me gustan las segundas partes; pero a mí me gustó más El Quinto Jinete.
Del segundo no voy a comentarles nada, pues tras la lectura tediosa de 30 páginas, decidí abandonarlo.
¿Arde Nueva York?, es una de las obras de mis autores preferidos, ésos que inculcaron en mí desde temprana edad la afición por la lectura. Junto a Frederick Forshite, son los que más me gustan, como prueba la cantidad de obras de ellos que tengo en mi pequeña biblioteca particular: O llevarás luto por mí; Oh Jerusalén; Arde Paris; Águilas Negras; La ciudad de la alegría; Juego Mortal y El Quinto Jinete.
Me faltaba leer este que os presento y tengo que decir que es una obra excelente, de esas que comienzas la primera página y ya no puedes dejarlo porque los personajes te atrapan.
Los autores te conducen de la mano a través del desierto de Afganistán, los campos de refugiados del Líbano y la enorme ciudad de Nueva York. Asistirás personalmente como testigo invisible en las reuniones de Ben Laden con sus generales; entraras en la reunión de alerta máxima en el despacho Oval de la Casa Blanca y verás discutir a Condoleezza Rice, George Bush, Colin Powers y todos los demás personajes que gobiernan al mundo. Serás testigo privilegiado del enfrentamiento entre George Bush y Sharon, el lider de Israel, llegando incluso a ordenarse el ataque al país amigo por la Sexta Flota.
Y todo eso es debido a que unos terroristas han logrado colocar una bomba atómica en el centro de Nueva York y amenazan con destruir la ciudad si Israel no abandona los territorios ocupados en Palestina en el plazo de una semana.
La detonación se hará a través de una llamada de móvil a un teléfono acoplado a la bomba, cuyo número sólo conoce Ben Laden, quien duerme con un celular en la mano presto a activarla. Todos los servicios secretos americanos trabajarán para encontrarla, sin dar aviso a la prensa ni a las familias para evitar el pánico entre la población, que huiría en masa bloqueando todas las salidas.
Es un libro apasionante, de esos que no deseas dejarlo, y que te molesta tener que hacerlo cuando alguien te interrumpe la lectura.
Un libro que, como escritor novel, me pone los pies en tierra al comprender cuán insignificante soy ante unos maestros como éstos, y cuánto debo aprender aún como narrador hasta poder producir una novela de tal calidad. Me faltarían años de vida para lograrlo.
Como asiduo lector de estos autores, sí puedo comentar algo en contra de la obra:
Es una trama copiada de su más importante best sellers: El Quinto Jinete.
Para el que haya leído ambos libros se dará cuenta de que es la misma idea llevada a cabo por terroristas de origen diferente:
En El Quinto Jinete, que me regalaron unos amigos franceses en 1980, (A ver si cunde el ejemplo), es Gadafi quien envía a unos ingenieros físicos árabes a Nueva York, donde instalan una bomba atómica en el metro; emplea para hacerla explosionar a unos estudiantes palestinos que están dispuestos a morir por la causa. Hay un plazo corto para que el Gobierno cumpla las condiciones de Gadafi. Toda la novela trata sobre la lucha secreta de todos los servicios para intentar el éxodo masivo y en calma de ocho millones de neoyorquinos.
En ¿Arde Nueva York?, es Ben Laden quien provoca la misma situación, y en vez de estar en el metro, la bomba está en un apartamento en el centro de Manhattan.
En ambas obras, la bomba llega camuflada en un barco de carga asiático. Veo, pues, que el éxito que alcanzó el best seller El Quinto Jinete, que fue llevado al cine, ha motivado a los autores a hacer una segunda parte autoplagiándose descaradamente.
Pero ya digo: el que no haya leído el libro anterior encontrará en ¿Arde Nueva York? una obra magnífica, que os recomiendo.
No sé si fue por la novedad, o porque no me gustan las segundas partes; pero a mí me gustó más El Quinto Jinete.
hola Juan, voy seguir tu recomendación y leer el libro. estube año pasado en Nueva York por primera vez y he sentido el clima mui pesado que hay alá. un mundo mui tenebroso, y la mentalidad capitalista que junta todos los pueblos del planeta en aquella ciudad fantastica. Creo que voy gostar de este libro. abrazos
ResponderEliminarCida Torneros , de Brasil
Juan, me gustó bastante tu entrada y me encanta que lo hayas hecho. No estamos muy acostumbrados en los blogues a leer critica literária y dar a conocer novelas y a hacer su critica personal.
ResponderEliminarTe cuento que no he leído ni uno ni el otro. Ahora con esto del blogue y con otras cosas que hago más, me queda poco tiempo para leer libros y cuando lo hago, leo autores portugueses modernos, como lo que estoy leyendo ahora (a poco y poco) RIO DAS FLORES de Miguel Sousa Tavares.
Fijate que para vender se auotoplagían, en que mundo estamos!!!!!
Besitos
Flor
Gracias Juan ya lo vi!
ResponderEliminarBesos
Flor
Mi obra favorita de Lapierre es "La Ciudad de la Alegría", aunque también es cierto que he leído poco de este autor. Aún así pude ver que tiene un modo muy especial de contar historias.
ResponderEliminarBuena entrada, niño. Besos
Hola, Juan. A mí me encanta Frederick Forsyth (nunca sé cómo se escribe); con él comencé a apasionarme pos la lectura, y esa es la mayor de las virtudes de estos creadores de best sellers; consiguen fidelizar a lectores que, inevitablemente, acaban por leer a otros autores (Dan Brown incluido).
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, y disculpa la desaparición temporal. Siempre te leo.
Este lo tengo, me lo regalaron ya hace tiempo y todavía no le ha llegado el turno...
ResponderEliminarHola, Flor, entiendo que etangas poco tiempo libre , estás enganchada al blog, ja,ja,ja,
ResponderEliminarMalo es eso, yo también lo estoy y me he propuesto varias veces dejarlo.Pero es muy bueno continuar leyendo para enriquecernos y desarrollar las capacidades de nuestras mentes. Un beso
Hola, g.l.r Enhorabuena por tu éxito al publicar tus relatos.
ResponderEliminarFrederic Forshite es mi preferido, tengo todas sus novelas, y todas han sido llevadas al cine: Chacal, Odesa,Alternativa del Diablo, El Vengador, El Afgano.
Son autores que animan a la gente a leer porque sus historias atrapan desde la priemra página.
Un abrazo, amigo.
Hola, Ana, me alegro que ya estés mejor. Ese de la Cuidad de la alegria, la verdad que es muy triste. A mí me removía el estómago a veces leyendo cómo se lavan los habitantes de esa ciudad en acequias al aire libre que pasan delante de las casas donde unos metros más arriba están lavando ropas o defecando,y otros bebiendo del mismo agua.
ResponderEliminarY apesar de todas esas miserias la gente era feliz.
No sabemos apreciar lo que tenemos aquí.
Un beso
Hola Cida, pues creo que te gustará mucho el libro.
ResponderEliminarMás aún habiendo estado en New York, pues quizás se te hayan escapado detalles como que son 74 ascensores los que suben al Empire; que cada puente de entrada a Manhatan tiene detectores de rayos gamma para evitar que introduzcan materia radioactiva; que desde el 11 setiembre tras los atentados, en muchas calles y avenidas hay detectores de radioactividad camuflados en señales de tráfico o papeleras, que los robots antinucleares sólo escanean a 2000 contenedores de entre los 25 mil que descargan a diario en los muelles de New Yersey, y un sinfin de cosas más que seguro complementarán lo que aprendiste en tu visita.
Te agradezco el video que me has enviado de tu viaje familiar a esa ciudad. Las imágenes son maravillosas y tu sonrisa aún más.
Un beso.
Pues ánimo Vero: te gustará.
ResponderEliminarUn beso
querido amigo, hay tanto por leer y tan poco tiempo...
ResponderEliminaren mi mesita de luz tengo 30 libros que voy ojeando porque nunca llego a leer más de dos o tres páginas; termino perdiéndome en las historias, ufff
Te dejo un beso
¡Ja,ja,ja! Claudia debes tener poca luz con tantos libros al lado de la lámpara.Quítalos y deja libre la mesita, pues trabajar con poca luz perjudica la vista.
ResponderEliminarLa verdad es que nos falta tiempo para hacer todo lo que nos gustaría; yo también tengo media docena a medio leer.
Un beso
La película Pánico Nuclear también tiene una temática parecida. Oye Juan, no me digas que además de hablar francés sabes leerlo. Qué grande.
ResponderEliminarPerdona que te tenga un poco abandonado, es que ahora sí que empiezo a estar liado. Los estudios, el carnet de camión, la panadería, la familia...
Hola, amigo Manuel, me alegro de que todo te vaya según lo previsto.
ResponderEliminarHombre, estuve ocho años en Francia, y a una edad en que uno es más listo que el hambre. Es precisamente para que no se me olvide el Francés que unos amigos me envían de vez en cuando libros.
Aunque ahora, con la crisis, hace tiempo que no recibo ni correo, sólo alguna llamada.
Creo que se aprende antes a leer que a hablar un idioma.Al menos yo entiendo muchas palabras escritas en inglés, pero si las digo tal como las leo no me entiende ni dios.
Abrazos.
Yo confieso que el último que he leído se llama…. a ver si me acuerdo…. LA PISTA DEL LOBO, de un tal Juan Pan García. Os lo recomiendo. Me lo he merendado en un santiamén aprovechando mi viaje a Madrid y la velocidad del AVE. Se ve que su autor conoce de maravilla la zona donde se desarrolla la acción, sobre todo el desfiladero de los Gaitanes en la garganta del Chorro. Debió visitarlo de joven, de estudiante… digo yo.
ResponderEliminarJuan, excelente. Me ha encantado tu novela. Me sorprendido como la has ido resolviendo, aunque esperaba otro final. No te digo más por si alguien la quiere leer no desvelarle la intriga.
POR CIERTO, AMIGOS BLOGUEROS O ACONSEJO QUE LA LEAIS.
Un abrazo
¡Muchísimas gracias, Antonio! Como se suele decir por los foros literarios: "Tus palabras son música para mis oídos".
ResponderEliminarEfectivamente, conozco bien esa zona que citas:en viajes de estudios con los profesores y compañeros del Instituto, bajé dos o tres veces por el Caminito del Rey hasta las centrales eléctricas del fondo.
El final es histórico, real, y aunque me hubiera gustado poner otro, no podía falsear la realidad.
Un fuerte abrazo, amigo