viernes, octubre 12, 2012

ALMAS GRISES y LA NIETA DEL SEÑOR LINH



Siguiendo las recomendaciones de mi amiga virtual Vero, una hermosa joven catalana, devoradora libros y traductora  de profesión, cuyo blog es http://laentropiadevero.blogspot.com.es he pasado unos días enfrascado en la obra de un autor que no conocía: Philippe Claudel.
Me he leído dos libros suyos: «La nieta del señor Linh» y «Almas grises».
 

Esta última obra  ha sido galardonada con el prestigioso premio Renaudot y elegida Libro del Año por los libreros franceses y la revista Lire.  En esta novela destacan tanto el clima misterioso que envuelve la historia como del profundo y descarnado retrato de los personajes que la componen. 

 SINOPSIS:
Diciembre de 1917. En un pequeño pueblo del norte de Francia, el cuerpo sin vida de una hermosa niña aparece flotando en el canal. A la escena del crimen acuden, acompañados por el incesante tronar de los cañones y el acre olor a pólvora de un frente que se desgarra a escasos kilómetros, un policía, un juez instructor y un militar. En este mundo provinciano, el asesinato de Belle suscita innumerables sospechas, despierta viejos rencores y sacude un orden social que se tambalea. Todos los indicios apuntan al fiscal Destinat, un rico aristócrata ya jubilado, pero el juez designará como culpables a dos desertores apresados en las cercanías del lugar del crimen. Sin embargo, la crónica de los hechos, escrita por el policía veinte años después del suceso, invita al lector a descubrir una realidad inesperada. En su implacable relato, donde la emoción aparece retenida por el pudor del narrador, nadie es inocente, y los culpables, de una forma u otra, son también víctimas. El gris es el tono dominante, pero no el gris de la muerte, ni el del duro clima invernal, ni siquiera el de la cobardía, sino el gris en que se desenvuelve la condición humana: la ausencia de certezas absolutas, las sombras, los claroscuros, en suma, el peso rotundo de la duda.

Lo que más me ha gustado de  Philippe Claudel es el arte que tiene para narrar las cosas; logra que los sentimientos que transmite se claven en el alma del lector. A lo largo del texto he hallado una docena de frases excelentes que obligan a reflexionar, frases  para memorizar. 
Mi amiga Vero decía que «cuando acabas de leer sus libros, te acuerdas de la historia, sabes que te ha gustado, pero lo que permanece no es el relato si no lo que te ha movido por dentro al leerlo. Para mí esto es algo fascinante que está al alcance de los escritores más notables»

Y coincido con ella en sus apreciaciones. El autor descarna crudamente la personalidad de sus protagonistas, la que aparentan y la real. Una vez alcanzado el cenit de la historia te lleva de sorpresa en sorpresa removiendo los sentimientos del lector hasta la última página.

  


La nieta del señor Linh es una novela corta, 86 páginas, que trata sobre las desventuras de un anciano, el señor Linh. Éste  ha sobrevivido a la destrucción de su aldea en Vietnan y, junto a otros supervivientes harapientos, huye con su nietecita en los brazos hasta la costa. Más tarde son recogidos por un navío americano y trasladados a Estados Unidos. Al llegar a Estados Unidos será llevado a una residencia en la que ocupa una habitación acogedora y le proveen de ropa, tabaco y comida para siempre. El anciano no permite jamás que lo separen de su nieta y ella duerme con él. Tampoco le está permitido salir del recinto. A su alrededor ve muros alambradas y guardas de seguridad. El señor Linh está acostumbrado a vivir al aire libre y las comodidades del asilo le recuerdan un campo de prisioneros. Huirá con su nieta en brazos y deambulará durante días por las calles de la enorme ciudad, escondiéndose de la policía, que lo busca con ahínco.
Es una novela tiernísima que deja un regusto agridulce y el corazón angustiado ante las secuelas que dejan  las guerras en personas tan nobles e inocentes como el señor Linh.













4 comentarios:

  1. Ni sabía quien era.
    Parece que están bien sus novelas.
    Tomo nota.

    Saludos.

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  2. Pues un autor más a la lista de pendientes, que se está haciendo larguíiiiisima. Por cierto he leído tu correo, amigo Juan, y no me he olvidado de responderte, pero ando corto de tiempo, este fin de semana te digo algo, palabra.
    Un abrazo.

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  3. Hola, Toro Salvaje.Gracias por tu visita. Saludos

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  4. Hola, Jesús! Te entiendo, amigo, el tiempo escasea cuando se trabaja para un tercero. Yo como estoy jubilado, me sobra para leer y para todo.Un abrazo y besitos al chiquitín.

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