La
segunda novela de María Dueñas ha irrumpido con fuerza en el mercado y
seguramente alcanzará un éxito de ventas
como lo fue la primera, «El tiempo entre costuras».
De ello se encarga su agente literario, Antonia Kerrigan, una de las mejores
del mundo literario hispano. Las numerosas apariciones en televisión de anuncios de la
novela, las entrevistas en prensa escrita y audiovisual de la autora y las numerosas presentaciones en distintos puntos de la Península demuestran que Antonia
Karrigan ha echado toda la carne en el asador para superar el éxito de «El
tiempo entre costuras», el fenómeno editorial que alcanzó el millón de
ejemplares vendidos.
Probablemente la publicación de una segunda novela sea un reto para la autora de un éxito como El tiempo entre costuras, la cual obtuvo el
premio International Latino Book Awards en Nueva York, a la mejor novela histórica
en español; pero teniendo en cuenta que el borrador de la segunda novela publicada la escribió
antes que la primera, según dice la autora, no creo que se haya visto estresada
ni presionada por el triunfo de la primera.
Después
de haber leído las dos novelas, puedo señalar que ambas contienen elementos comunes.
En las dos obras la autora elige una
mujer como protagonista; las dos son abandonadas por sus maridos, las dos se trasladan a un país extranjero; ambas recrean
el Madrid de la posguerra
En Misión olvido la
autora abunda sobre el exilio de los profesores republicanos españoles y el estancamiento que supuso
para la cultura española a la vez que enriquecían la de los países de acogida.
En la novela destacan dos personajes,
ambos profesores universitarios en sus respectivos países: Blanca Perea y Daniel
Carter, a quienes une la misma
investigación sobre el legado del
profesor exiliado Andrés Fontana . Y la misma desdicha sobre su vida sentimental.
Blanca acepta una beca en Estados Unidos como huida hacia adelante ante el
fracaso de su matrimonio. Daniel lleva
treinta años sufriendo la incertidumbre sobre las causas de la trágica muerte
de Aurora, su esposa, y la de su profesor, Andrés Fontana.
El
profesor de Lingüística Hipánica, Andrés Fontana obtiene una beca para Daniel, su
alumno más aventajado, y lo envía a España a realizar un estudio sobre la obra
y lugares en que residió el escritor Ramón J. Sender. Daniel recorrerá todo el
país viajando en vagones de tercera clase en trenes atestados de personas humildes y de
animales, aprenderá a beber en la bota y en botijos, y aceptará compartir el contenido de las
fiambreras y los embutidos que le ofrecen los viajeros, llegará a su destino con la cara tiznada de
carbonilla… La descripción que hace la autora de los detalles de ciudades, edificios, máquinas, costumbres y formas de
vida de los años 40 es magistral.
La
historia del flechazo entre Aurora, la
farmacéutica de Cartagena, y Daniel, es
un canto al amor en toda su belleza. Sólo por esos capítulos, merece leer la
novela.
Pero
hay más: a medida que Blanca va organizando y clasificando las numerosas cajas y
legajos de textos del profesor Fontana que
halla amontonados en el sótano de la universidad, va descubriendo el objetivo de sus
investigaciones, la meta, la llama que mantuvo encendida su pasión por la vida
venciendo su nostalgia y tristeza por la lejanía de España: la demostración de
la existencia de una misión franciscana desconocida,
la Misión Olvido,
la misma que fundó la ciudad en que se
halla la universidad, cuyo solar quieren
convertir las inmobiliarias en un enorme supermercado en contra de la opinión
de todos sus ciudadanos.
La
lucha de los estudiantes, de Daniel Carter y Blanca por impedir tal sacrilegio,
descrita en las cien últimas páginas, culmina en un final épico y emotivo
cuando las máquinas se aprestaban a derribar los árboles.
No
puedo decir si Misión Olvido es mejor o peor que El tiempo entre costuras; me
han gustado las dos. Son dos obras distintas, temas distintos. La prosa,
excelente en ambas obras, la encuentro más dulce en Misión Olvido. En su nota de
agradecimientos la autora da la clave: expresa su agradecimiento al ejército
de "derribadores de letras" que han contribuido a mejorar su obra.
Gracias por la reseña.
ResponderEliminarTomo nota.
Saludos.
Ya veo que tú vives entre libros,
ResponderEliminaruna santa envidia!!!
Buen resumen del texto.
Abrazos y buen fin de semana.
De nada, Toro Salvaje, para servir estamos.
ResponderEliminarSaludos
Gracias por tu visita,cara genessis.
ResponderEliminarSiempre encuentro un rato para leer.Besos para ti.
Muchas gracias, Google. Bienvenido. Saludos
ResponderEliminarJuan:
ResponderEliminarHemos estado leyendo el mismo libro. En esta semana que entra tengo la reunión con mis amigas para comentarlo así que haré mi reseña en el blog también..je,je.
Coincido contigo en que esta autora tiene un estilo magnífico. Es una prosa sencilla y sentimental que engancha.
En cuanto al contenido, me gustó mucho más la novela anterior. La trama de ésta me ha parecido más flojita. Confieso que en algún momento me he quedado esperando algo más, como si las reacciones y las situaciones estuvieran un poco exageradas para darle fuerza a la trama. Pero, vamos, siempre por supuesto sin empañar el hecho de que la escritora es excelente.
Buen finde
Tines razón, Mamen: la otra era más movidita con los asuntos de espionaje. Ésta al comienzo se me hacía sólo pasable; pero al llegar a la frase: "El Profesor Fontana no murió solo" sentí como un fogonazo en la mente y la novela alcanzó el cenit. A partir de ese momento me la bebí.Un beso, guapa, espero con ania tu reseña
ResponderEliminar¡Hola don Juan!Pues yo no he leído ninguna, todavía. Me enrolé con la segunda novela de Félix J. Palma, del que soy incondicional, y ahora estoy leyendo uno de divulgación: Una breve historia de todo.
ResponderEliminarUn abrazo y salud.
¡Hola, Manuel! Eres como el Guadiana, pisha, te pierdes y reapareces de vez en cuando.
ResponderEliminarPues yo llevo una docena de libros en lo que va de año. Dedico de media una hora diaria a leer, y si la novela es buena me la bebo.De Felix Palma tengo El Mapa del tiempo.
Me alegro mucho de saber de ti.Espero que la familia esté bien. Abrazos para todos
Bueno, la vida me cambió a mucho peor. Trabajar de noche y tratar de dormir de día es una putada.
ResponderEliminarEn realidad, leí algo más, como los Pilares de la Tierra, o el Confesión de Tomás Prieto. Además, algo de poesía.
Pero el sueño me derrota cada vez que quiere.
Por cierto, voy a leer tu nueva novela. Lo que sucede es que no sé como se baja. Bueno ya veré.
Saludos a la señora. Mucha salud.
Muy interesantes las novelas pero tengo un atraso de lecturas impresionante, pero vaya si las recomiendas tú las pongo en lista, besotessss y procuraré publicar más en el universo, pero vaya puedes pasarte por Serenity si te apetece leer un poco de poesía....
ResponderEliminarHola, Arwen: no te preocupes, poco a poco se consigue todo. Yo también tengo en la lista casi veinte libros, y cada día me recomiendan otros nuevos. Miraré esa nueva página tuya. Besos
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