sábado, diciembre 08, 2012

¡MARAVILLOSO INTERNET!

El Internet es un medio maravilloso para adquirir información, publicar nuestros textos, para comunicarse, conocer gente y hacer amigos.

Ha sido gracias a Internet que en los dos últimos años  he podido asistir y participar en encuentros culturales organizados por grupos de internautas amantes de la poesía. También ha sido Internet quien ha hecho posible que conociera en persona a seres virtuales entrañables, cuya desbordante alegría, sinceridad y empatía han tejido una fuerte y estrecha amistad entre ambas familias. De esa manera he conocido a la familia Antonio Porras y Loli, a la de Nelo en Valencia, a Conchi y Pepe en El Gastor, a la de Xary Cano, y a la familia Esteban de Miguel y Mercedes Dueñas.

El pasado miércoles, Mercedes me dijo que iba a estar unos días desconectada de Internet porque se iba a pasar unos días a casa de su madre, en Andujar, para recoger los pomelos de su jardín. Añadió que si yo quería pomelos tenía que ir a ayudar a recogerlos y que luego nos invitaría a comer a un sitio muy bueno del centro de la ciudad.

Y le tomé la palabra.
Pero como soy muy considerado y responsable no quise abusar de mi presencia y me presenté en su casa al día siguiente a las dos de la tarde, cuando calculé que ya habían terminado de recoger los frutos del pomelo: ¡11 bolsas de 15 kilos cada una: 165 kilos de fruta de un solo árbol!





Y nos fuimos a comer a uno de los mejores sitios de Andujar: Cafetería Memphis, que se halla en la avenida 12 de agosto, nº 20.
En ningún lugar de Andalucía he comido el rabo de toro tan exquisito como lo preparan allí. Pero es que, además, pides una cerveza y la tapa que te ponen es tan grande, que si repites ya estás lleno.
Lo pasamos tan bien y nos gustó tanto lo que comimos, que luego volvimos a cenar y lo pasamos realmente bien con muchas risas, mucho brindis y mucha alegría.


 





Al día siguiente amaneció lloviendo y se truncó la visita a la ciudad; pero sí pude conocer una de las singularidades de Andujar: El Mercado de Abastos.
El Mercado de Abastos de Andujar, antigua plaza de toros, es circular y fue recientemente reformado. La sección central está dedicada a las flores y plantas, las cuales  mantienen todo su esplendor gracias a la luz que le proporciona la cúpula diáfana que ocupa el centro del edificio.









Pero al decir antes lo de singular me refería a la costumbre de almorzar en el mismo mercado. La gente compra lo que desea comer y se lo entrega al dueño del bar. Luego se sientan en una de las mesas y mientras esperan piden algo para beber: refrescos, bebidas alcohólicas, café o caldo de cocido. Varias mesas estaban ya ocupadas, pero encontramos una libre y nos sentamos.
Como hacía frío pedimos unas tazas de caldo de puchero, y a los pocos minutos comenzaron a llegar los platos que habíamos encargado: sardinas asadas, chuletas de cordero, morcillas y chorizos a la brasa.
 





Por el pasillo central pululaban vendedores de objetos y ropas, pero también indigentes que se acercaban a las mesas pidiendo. Incluso un hombre bien vestido y obeso, que miraba lo que comían en las mesas y  pedía que lo dejaran probarlo. Una y otra vez. En una y otra mesa. Se tragaba la morcilla entera y se iba a otra mesa a pedir algo. Era digno de fotografiar, pero por respeto no lo hice. Creo que estaba enfermo, y me temo que algún día caiga reventado en medio del Mercado.

 

 La virgen Santa Mercedes Dueñas.

Otra cosa que me dejó estupefacto es el arte que tienen algunos para vender. Siempre me han dicho que un buen representante es  capaz de venderle arena a un árabe en el desierto, pero el caso al que asistí en el Mercado de Andujar no se me olvidará:

Estábamos tranquilamente degustando las sardinas recien asadas cuando vemos acercarse a un hombre con los brazos abiertos y sonriendo. Miraba a Mercedes y decía:
"¡Qué alegría, mujer, encontrarte de nuevo, cuánto tiempo si verte!"
 Se fue hacia ella y le estampó un par de besos, reiterando la alegría que sentía de volver a verla mientras ella trataba de recordar cuándo fue la última vez que le compró a aquel hombre.
Al final el hombre consiguió venderle media docena de paquetes de calcetines, cada uno conteniendo media docena de pares. Y además, un café calentito.


Entre el vendedor que se ganaba honestamente y con arte la vida, y el gordo y tragón que nos quería quitar las costillitas de cordero asadas, nos parecíamos a San Francisco de Asís, que  atraía y llamaba hermanos hasta a los animalitos.
  También tuvimos el placer de conocer a la madre de Mercedes, la señora María Ballesteros, una encantadora octogenaria amante de la lectura (tiene las paredes del salón recubiertos de colecciones de libros del Círculo de Lectores) y cuyas delicadas manos crearon valiosas joyas de artesanía manejando magistralmente las agujas en labores de punto en cruz y de lana. Carmen y ella simpatizaron al instante y se intercambiaron consejos y muestras de punto de ganchillo.




Obras de arte realizadas en punto de cruz por María Ballesteros



En fin, que el Día de la Constitución de este año no lo recordaré  por lo que significa ese día: la Carta Magna no se ha revelado como lo que la inmensa mayoría de los españoles esperábamos de ella, ni garantiza los derechos que en ella se estipula. Al amparo de la Constitución, la clase política se ha comportado como lo que verdaderamente es: una jauría de vividores y corruptos que se ha enriquecido y cubierto sus espaldas con injustificables privilegios, mientras ha arruinado el futuro y las esperanzas de varias generaciones de jóvenes y ha extirpado los derechos adquiridos tras décadas de lucha de sus mayores.

 No, nada que ver con la Constitución. El día 6 de diciembre lo recordaré como uno de los encuentros entre amigos más felices de los últimos años. Y, además, me traje dos bolsas de pomelos. Me vienen de perlas, pues yo acostumbro a tomarme el zumo de uno cada mañana en ayunas: previenen muchas enfermedades, aportan mucha vitamina C y son buenos para adelgazar.





19 comentarios:

  1. Buen día, por aquí, jijijiji
    La verdad me ha encantado tu entrada de hoy y no pude dejar de decir algo.
    También tengo un pomelo en el patio de mi casa, claro que no da tanta cantidad,son riquísimo......
    y el vídeo con el señor vendiendo medias, se notaba que había mucha alegría en la mesa, ¡QUE MANERA DE COMER!!!!! perdón, jijijijiji
    Me gusta tu facilidad de contar los hechos, si yo pudiera.
    Un abrazo de oso.

    ResponderEliminar
  2. ¡Comun, yo apenas comí, pero las mujeres se pusieron moradas ja,ja,ja! Adiós regimen contra el colesterol y la diabetes, a tragar por un tubo.
    Yo no me creía que un árbol pudiera dar tanto fruto, y mis amigos dicen que este año ha dado menos. Ya he repartido una cesta,son muchos y espero que no se me hechen a perder. Gracias por estar siempre. Un beso

    ResponderEliminar
  3. Hola Juan, muy lindas las fotos. Si algo tienen de bueno las redes sociales, es la posibilidad de relacionarse con gente interesante y amistosa; también hay de la otra, pero de eso mejor no acordarse :)
    Un abrazo inmenso desde esta tierra amiga

    ResponderEliminar
  4. Querido Juan,
    qué entretenida entrada has puesto, me encanta leerte, sabes decir lo que has vivido, es como si uno te viera hacer lo que cuentas....
    Buen paseito que te ha salido y de regreso con pomelos...

    Abrazos cálidos y buen domingo.

    ResponderEliminar
  5. Hola, Juan: Aterrizo en este blog, ¡y descubro una verdadera joya!, por la vía indirecta del FB, a través de Juan Risueño .
    Si me permites, me quedaré gustosamente por estos aledaños de arte.
    Un saludo

    ResponderEliminar
  6. Anónimo6:03 a. m.

    Querido Juan:
    Es excitante cómo fui llegando a cada lugar, a cada sabor, a cada detalle a cada imagen. Créeme… estuve ahíiii, síiiii; todo lo viví incluso el olor de la comida, hasta de los pomelos (acá les decimos toronjas y yo acabo de cortar tres bolsas de un solo árbol de dos que están en mi jardín, y todavía hay un montón); escuché sus pláticas, vi al hombre misterioso que se acercó a pedir y digo misterioso porque ellos poseen algo mágico en su interior, hiciste bien en no tomarle foto, solamente hablar de él, lo conocí a través de ti y me emocionó, en una palabra me emocionó todo, paso a paso, gracias por compartir tan fantástica experiencia. Te abrazo fuerte.
    María Ayala

    ResponderEliminar
  7. Jo, que día tan magnífico.
    Y que apetitosa comida.
    Y los pomelos....

    Un día redondo eh?

    Saludos.

    ResponderEliminar
  8. valgame diooo que alegria me ha daooo señora, cuando la he vizto, señora de verda, de verda que alegria señora. Ez uzted oro molido señora diooo bendito que alegria me ha dao, valgame dioooo.
    El vendedor.

    ResponderEliminar
  9. Felicidades Juan y gracias por la parte que me toca. Ha quedado genial, aunque eso de grabarnos aquí te pillo y aquí te mato, sin pasar por el salón de belleza, menos mal, que no has contado todos los detalles de momentos muy divertidos y del frío, jajajaj desde luego muy buen rato, lleno de buena vibración y risas. Abrazos y besos mil para Carmen y para tí.

    ResponderEliminar
  10. Ahora ya en serio Juan desgraciadamente la constitución y la tan traída y llevada carta magna en minúsculas, no es más que papel mojado en manos de seres repugnantes. El mundo lo hacen personas de bien, que solo quieren trabajo, respeto, y un lugar para vivir, ganado bien a pulso,con esfuerzo, sudor, dolor y muchas veces lagrimas.
    Ojala todas las personas de bien disfrutaran de momentos como estos.
    Ahí esta la grandeza de esas personas que comparten buenos y agradables momentos con amigos de sus entornos y todo aquel que se acerque con una sonrisa.

    ResponderEliminar
  11. Juan:

    Se nota que la han pasado muy bien y que la diversión como la comida fueron muy buenas.

    Un gusto pasar por tus letras
    amigo y feliz semana.

    Mario

    ResponderEliminar
  12. ¡Hola, Claudia! ¡Cuánto tiempo! Me das una gran alegría, amiga.
    Tienes razón,las redese sociales y el internet son maravillosos; sólo hay que acordarse de los buenos momentos y de la buena gente, los otros mejor olvidarlos, ya sufrimos suficientes desgracias en la vida.
    Un beso enorme para ti.

    ResponderEliminar
  13. Querida Genessis, a mí también me gusta leerte y saber que te gusta lo que escribo y eso te incita a volver a mi espacio me da alas,navego en una nube de felicidad cada vez que veo tu nombre. Un beso

    ResponderEliminar
  14. PM Pilar, bienvenida a este humilde lugar. Juan Risueño es una persona excelente y entrañable amigo al que espero conocer en persona el próximo año.Ahora estoy en deuda con él por habernos "presentado". Un placer leerte. PM Pilar, entraré en tu blog para conocerte mejor. Un beso

    ResponderEliminar
  15. Querida María Ayala, lo que pasa es que tú eres una excelente escritora y usas maravillosamente tu imaginación, por eso "ves y sientes" las historias en tres dimensiones.
    Me encanta leer tus textos y comentarios, y sabiendo que en tu casa amais a los animales tanto como nosotros y que coincidimos en tantas cosas, eres una de esas personas entrañables a las que me gustaría conocer en persona y abrazarla.A ver si algún día Dios hace posible que yo cruce el charco y visite tu maravilloso país. Un beso fuerte

    ResponderEliminar
  16. Así es, Toro salvaje: un día genial, de esos que se recuerdan siempre.Los pomelos, están ricos, ricos, ¡y son eficaces!:baja el azucar y, además, aquí ahora va todo el mundo al baño dos o tres veces al día, como un reloj suizo.
    Saludos, amigo

    ResponderEliminar
  17. ¡Ja,ja,ja! Mercedes, qué pasada lo del vendedor de calcetines,¡cómo te cameló para que le comprases tantos pares! Los suficientes como para poner un kiosco en el mercadillo de Cáceres. Es que sois muuuuuuuuuy coquetas las mujeres, y cuando alguien os echa un piropo con arte os tiemblan las piernas y se os abre el...monedero.

    Somos nosotros, Carmen y yo, quienes os estamos muy agradecidos por la cálida acogida y los buenos momentos que nos habéis hecho pasar.
    Por lo que dices de que te pillé sin haber ido a la peluquería, te digo que eres muy guapa al natural y no necesitas de complementos. No me extraña que Esteban esté tan enamorado y se te pegue tanto que parece un adolescente hmbriento. ¡Ea, ya lo he dicho tó!
    Espero que tu amiga María no se enfade porque yo he publicado su foto sin su permiso.

    Un beso, guapa.

    ResponderEliminar
  18. Hola, Mario! Efectivamente,la compañía, la diversión y la comida... todo fue muy bueno, dan ganas de repetir.Lo único malo fueron los 350 kms, de viaje de vuelta siempre bajo la lluvia.
    Un abrazo, amigo

    ResponderEliminar
  19. Mercedes, de la Constitución y delos impresentables que dicen respetarla, mejor me callo. No quiero empañar el feliz recuerdo de lo que viví ese día. Besos para ti y abrazos para tu marido.

    ResponderEliminar