Últimamente, mi mujer ni hace ganchillo ni lee novelas, me tiene un poco abandonado y me deja solito en casa... ¡Con el miedo que yo le tengo a la Soledad!, una vecina descarada y muy gruesa que cuando me ve se pone en jarras mirándome descarada con el cigarro en la boca y echando humo por la nariz y por el lado derecho de la boca.
Ayer seguí a mi mujer disfrazado de funcionario viejo, con cara de no haber cobrado la paga extra. Quería saber adónde iba cuando salía de casa y con quién me ponía las astas
La vi mirar su reloj en la plaza y dirigirse a la puerta de una planta baja que estaba encajada. La empujó y entró sin mirar atrás.
Avancé unos metros pegado a la pared, quise doblar la esquina sin que ella me descubriera, pero me di cuenta de que la esquina ya estaba doblada de antes de que yo llegara y no hubo más remedio que salir a pecho descubierto. Me dirigí a la puerta del local en que había entrado y la empujé despacito para no hacer ruido. Lo que descubrí me dejó pasmado: un grupo de mujeres riendo y cantando, mientras daban buena cuenta de unos platos de pestiños y chuches.
¡Uf! –exclamé, respirando hondo y tocándome la frente en el lugar donde los cuernos crecen incipientemente–, por esta vez me he librado, mi mujer me quiere, no es lo que yo había pensado. Ella solo estaba con sus amigas pasando un buen rato. ¡Y yo que pensaba que me había traicionado! Sonreí de oreja a oreja y me fui al bar a beberme unas cervezas. Y como para calmar mi conciencia por haber desconfiado de ella, me puse a tararear la canción que dice: "El que tenga un amor, que lo cuide, que lo cuide..."
Y es que el pasado verano mi Carmen se hizo socia de la Asociación de Mujeres « Los geranios», y cada tarde se va a pasar un rato con sus amigas y me deja solo con el canario y las ninfas.
Vaya, vaya me has sorprendido, no sabia yo que eras tan desconfiado jajaja, te ha quedado muy gracioso. Espero que Carmen lo pasara muy bien y no se pasara comiendo pestiños.
ResponderEliminarGracias por compartir momentos tan entrañables.
Besos a ambos dos.
Juan:
ResponderEliminarEso de dudar del amor de Carmen después de tanto tiempo.
Déjala tiene derecho a tener amigas,parte de lo bueno es que mientras ella esta en el grupo femenil tu puedes estar en el bar con los amigos.
Hasta pronto mario
Mercedes, ya te dijo Carmen que no puede controlarse cuando hay dulces de por medio, y en esta ocasión menos, pues ella ayudó a prepararlos.Un beso
ResponderEliminar¡Hola, Mario! Tienes razón, ella se lo pasa bien con las amigas. Debe de estar harta de verme todos los días con sus noches durante tantos años, ¡ja,ja,ja!
ResponderEliminarFui yo quien la convenció para que se apuntara a la asociación, así tengo también tiempo de estar con los amigos. Un abrazo
Lo bien que lo debe pasar allí.
ResponderEliminarMuy bien hecho.
Tendrás que buscar algo parecido...
Saludos.
Hola, Toro: yo creo que sí, que se lo pasa muy bien. Anoche tuvieron una cena navideña y regresaron a las 2 de la madrugada.Saludos
ResponderEliminarJajajaj me has hecho reir Juan,
ResponderEliminarno te puedo creer que eres celoso, pues mas bien creo que te has inventado y te vino bien la excusa para salir a dar una vuelta por la esquina.....
Abrazos amigo, te salió muy bien la ficción.
¡Hola, genessis! Algo de razón llevas, ¡ja,ja,ja! Me alegra haberte sacado esas risas. Un beso y gracias por tu visita.
ResponderEliminarAlegría, alegría.
ResponderEliminarMuy bien que se diviertan
Besos
Eso, eso, que se diviertan mucho y me dejen divertirme, ¡ja,ja,ja! Besos, Marian
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