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jueves, diciembre 22, 2016

¡¡ FELIZ CUMPLEAÑOS, TOMY !!

Dos años ya con Tomy.
Parece que fue ayer cuando vi en Facebok la foto  de los dos perritos que habían sido abandonados en una caja de cartón a la puerta de la Protectora Luz y Luna. Recuerdo que se los mostré a Carmen y ella dijo: ¡Ohhhhhhhhh!
Pilar, la dueña de la Protectora pedía una casa de acogida o la adopción de los pobres animalitos, decía que ya no tenía sitio. Aquella noche del 21 de diciembre hacía mucho frío, y estábamos viendo una película en la televisión y de pronto Carmen me dijo:
— Juan, quiero un perrito de esos.
— ¿Pero no habíamos quedado  que aquí ya no entraba ningún perro más  cuando hubimos de sacrificar a Lucero?
— Sí, `pero yo quiero uno de estos pobrecitos, será mi regalo de Reyes, no quiero otra cosa.
— Claro, y yo tendré que sacarlo cada día cuatro veces haga sol, llueva o nieve...
— No, yo me encargo, lo prometo.

Y al día siguiente, después de desayunar fuimos en busca de la Protectora.
Se hallaba en la carretera de Sanlúcar, a unos seis kilómetros de El Puerto.
 Había una docena de perros grandes pegados a la puerta cuando entramos. Todos esperaban que los adoptase y  hacían lo posible para llamar nuestra atención; pero nosotros ya habíamos decidido a quién adoptar.
Surgió un problema cuando una niña de unos diez años salió llorando con el perrito en brazos. No quería que nos lo llevásemos, lo quería para ella: Pero al parecer ya tenía varios perros en su casa y su madre  se negó a dejárselo.
Entonces nos sacaron al otro, la hermanita del que tenía la niña. Tenía una mancha oscura en un lado del morrito, y el hecho de que era hembra y podía ser montada por otros perros en la calle  y quedarse embarazada no nos gustaba. No soy partidario de mutilar a los animales, es una crueldad cortarle las orejas, el rabo o castrarlos por estética o para mayor comodidad nuestra. Mejor es tener cuidado y evitar que se acoplen.
He observado que un perro castrado se siente inferior, acomplejado, cuando ve a otro que no lo está. Además engorda mucho, pierde ganas de jugar y se convierte en un cojín en la casa, todo el día tumbado.
Dicen los veterinarios y los profesionales de criar perros y gatos que ellos no sienten esas cosas que menciono. ¡Qué sabrán ellos lo que siente un  perro. Qué le hagan a ellos lo mismo y que me cuenten luego. Un macho es un macho, y gusta de lucirse como tal. Y a las hembras les gusta ser madres.
 En fin, a lo que iba:
Cuando cogimos en brazos al cachorrito, supe que ya no había vuelta atrás: el perro se venía con nosotros.
Nos tocó la Lotería de Navidad ese día 22 de diciembre:
Tal como me temía, del perro me encargo yo. me levanto cada día a las ocho para sacarlo, haga sol , llueva o haga frío o calor. Sale cuatro veces cada día. El perro suelta una gran cantidad de pelo, y la casa y la ropa está plagada de ellos. Pasamos la aspiradora y los cepillos pero al rato ya hay pelos por todas partes. Para mí es el único problema  que me preocupa, el sacarlo a la calle  me da igual. Un perro comporta algunos gastos: vacunas, piensos, juguetes, correas ( Las muerde y las parte) y ropa de abrigo.
En estas fechas tenemos un grave problema: los niños tiran petardos y el animal está aterrado, no quiere salir a la calle y cuando lo saco va con el rabo entre las piernas mirando a todos lados y rehuyendo a la gente, especialmente a los niños.
 Me han dicho que no es que los perros tengan miedo a los petardos, es que les hace daño el sonido en los oídos. Ellos tienen  desarrollado el sentido del oído mucho más que nosotros, escuchan sonidos que nosotros ni imaginamos, y claro, cuando se produce una explosión de un petardo es que como si cayera una bomba a nuestro lado. Le duelen los tímpanos.
Los padres dan dinero o les compran ellos mismos petardos a sus hijos. Luego se desentienden. No saben que un petardo arrojado bajo un coche, dentro de una papelera o un contenedor de basura puede provocar un incendio, que quema la pintura de un coche si cae encima, que muchos niños ponen el petardo en el alféizar de las ventanas de las plantas bajas para asustar a las familias que están tranquilas viendo la tele en sus casas ...
¡Qué pena que no les explote el petardo en las manos cuando intentan hacer eso!

Eso prueba que no hay justicia ni divina ni humana, porque si la hubiese no venderían petardos. 
















2 comentarios:

  1. ¡FELICIDADES TOMY.
    Mis saludos Juan Pan.
    Un abrazo.
    FELIZ NAVIDAD Y PROSPERO AÑO 2017.

    Lola Barea.

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  2. Muchas gracias, Lola. Felices fiestas. Un abrazo

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