Mi lista de blogs

jueves, junio 11, 2009

EL ATOMIUM

Foto tomada de http://www.euroferia.net/galeria/pages/CIMG2066.html
En estos días se viene celebrando la Feria de Cádiz en Bruselas. Tiene lugar en la alameda ubicada a los pies del Atomium.
El Atomium es un monumento de 103 metros de altura construido en acero y aluminio que se inauguró en la Expo de 1958. Estaba previsto su desmontaje a los seis meses, cuando finalizara el acontecimiento, pero a la vista del enorme éxito de público, ha permanecido orgullosamente en pie, observando el verde paisaje hasta nuestros días.
En 2004 lo cerraron para reformarlo, y dos años más tarde fue abierto de nuevo. Ahora cuenta con un ascensor central que sube a 5 metros por segundo.
El Atomium es la representación aumentada 16 mil millones de veces de un átomo de cristal de hierro. Son nueve esferas de dieciocho metros de diámetro cada una, comunicadas entre sí por gruesos y largos tubos, cuyos interiores esconden escaleras mecánicas o normales.
Al ver la preciosa foto que aparece en la prensa, ha surgido de algún recoveco de mi memoria el recuerdo del viaje que hicimos a Bruselas mi esposa y yo en un autobús fletado por la asociación de vecinos de nuestro antiguo barrio, Parque Alcosa, en Valencia. Un viaje que quiero compartir con ustedes.
Salimos de Valencia sobre las diez de la mañana, y dos horas más tarde comenzábamos a marearnos haciendo oídos sordos a los lastimosos quejidos que emitía el acelerado motor del vehículo
al subir lentamente el Puerto del Ragut, un estrecho trazado en zigzag al borde de un barranco situado en las cercanías de Segorbe, en cuyo fondo divisábamos con cierto temor tres o cuatro camiones y autocares destrozados en anteriores accidentes.

Foto: El autor de este articulo aligerado del peso de treinta años

Paramos en Zaragoza para comer y luego nos alcanzó la noche en Pamplona, invitándonos gentilmente a detenernos para pernoctar y visitar un poco la ciudad.
La siguiente etapa fue París, ciudad que todos sabían que yo conocía y por ello me invitaron a hacer de guía: los llevé a subir a la torre Eiffel, a ver el Trocadero, Notre Dame, el Arco de Triunfo y los campos Elíseos, el Sacre Coeur, Pigalle… Entramos en las Galeríes la Fayette, y ya anocheciendo cogimos la autopista del Norte para recorrer los trescientos Km. que nos quedaban hasta Bruselas.
A esas alturas, la mayoría de nosotros estábamos hasta los mismos c…. del viaje en autocar, más aún habiendo soportado estoicamente durante casi todo el trayecto español los anuncios de RENFE: “Papá, ven en tren”. Ahora, hartos de saltar en los asientos a cada bache, oliendo a tigre en celo, sin ducharnos desde que salimos de Pamplona, sin aire acondicionado ni nada, el dichoso anuncio nos parecía una burla.


En Bruselas visitamos el centro histórico y al segundo día fuimos al Atomium. Nos quedamos maravillados ante la originalidad del monumento. Unos peldaños conducen a la primera esfera, donde unas azafatas reciben al visitante y se adquiere el billete para subir a las esferas superiores. Los tubos enormes que unen las esferas son las escaleras mecánicas que conducen hasta ellas. Cada esfera era un museo o exposición de algo, la que más me gustó fue la dedicada a la electricidad y las transmisiones: allí estaban expuestos todos los medios que el Hombre había inventado para comunicarse: la primera pila eléctrica, la bombilla, la dinamo, el primer teléfono, la primera radio, la gramola, el telégrafo, hasta la televisión en color…
Un restaurante-cafetería en la esfera central, que nadie usó debido al precio abusivo, y el descenso por escaleras normales, tipo salida de urgencias, hasta la planta baja.
Por la tarde fuimos a visitar la ciudad cada cual por su lado. Mi esposa y yo entramos en una tienda tipo Corte Ingles, de varias plantas. Estuvimos mirando los libros, la ropa y los “souvenirs” para comprar algo para la familia y amigos. En el ático había un self service-restaurante y allí cenamos muy bien con una vista preciosa de la Grande Place
A la hora de pagar la cuenta entregué billetes de mil pesetas y no me lo aceptaron: querían francos. Miré en mis billetes por si aparecía la foto de Franco, pero no tuve suerte: el billete lo presidía la imagen de un obispo. Les dije que en la entrada exhibían el famoso cartel Cambio, Change, Exchange, y que yo entendía que cambiaban cualquier clase de moneda. No hubo manera. Alegaban que ese cartel era válido exclusivamente en el centro comercial, donde se encontraba la sucursal bancaria, pero no en el restaurante. Mi esposa se quedó de rehén junto a la caja mientras yo corrí a la planta baja a cambiar la moneda antes de que cerraran la tienda. Llegué por los pelos
.
Por un momento pasó veloz ante mí, sin detenerse, la idea de aprovechar la ocasión y dejar allí a mi esposa: comida no le faltaría, y ya le buscarían alojamiento. Una ocasión única de desaparecer y recuperar la soltería, la libertad; pero luego me dije que dónde iba a estar yo mejor que con mi querida Carmen, mi niña, la madre de mi hijo, mi compañera de fatigas y alegrías.
En ninguna parte. Por eso hoy, viendo las fotos del Atomium, recordamos aquella anécdota lejana y nos reímos juntos.
El viaje de retorno fue rápido: Bruselas- Andorra, donde nos detuvimos para pasar la noche y comprar aparatos a bajo precio y pasarlas a España de contrabando: cámaras de fotos, aparatos de música, magnetófonos, tabaco y licores. Al día siguiente por la noche, y reventados de tanto autobús, llegamos a Valencia.

lunes, junio 08, 2009

EL PODER DE LA MENTE



Vergel (Alicante). Año 1962.
Me habían invitado a comer paella en casa de mi novia: “Mi madre me ha dicho que el domingo vengas a comer a casa. Dice que es mejor que hablemos donde ella pueda vernos que en los portales y esquinas de la calle”, me dijo la chica.
Yo me sorprendí, pues sabía que sus padres me detestaban, que deseaban algo mucho mejor para su hija que un pobre andaluz que no tenía donde caerse muerto. Había un chico valenciano, futuro heredero de una finca de diez hectáreas de naranjos en plena producción, amigo de la familia de mi novia, que estaba prendado de ella y entraba y salía de su casa como si fuera la propia, cosa que a mí me estaba vedada aún.
Nada más llegar intuí que pasaba algo, pues mi novia se hallaba al fondo del pasillo muy seria y con los ojos rojos, como de haber llorado. Alguien, apostado detrás de la puerta, la cerró cuando entré. Era su tío Francisco: un hombre fornido, de treinta y tres años, mucho más alto que yo, de ojos azules y pelo ensortijado impregnado de brillantina, quien, sin mediar palabra, me arreó un puñetazo que me tiró al suelo. Patadas y golpes indiscriminados me llegaban de todos lados. Mi novia chillaba al fondo del pasillo, presa de un ataque de nervios. “Esto es para que sepas que no debes acercarte más a mi hija, que no queremos verte más junto a ella ni que le escribas”, gritaba la madre enfurecida.
Finalmente, el padre, tan buen hombre como calzonazos, apartó a su cuñado y me ayudó a levantarme.
Yo me fui a casa caminando tres kilómetros, pues no me encontraba bien para conducir mi motocicleta, una GAC, negra, de 70 c.c.

Cuando llegué a mi casa con el rostro ensangrentado y deforme, la camisa rota y sucia, mi madre dio un grito y se quedó mirándome cubriéndose la boca con las dos manos. Mi padre me llevó al cuartel de carabineros de la cercana playa y puso una denuncia. Al regresar a casa, mi madre no estaba: había ido ella sola a enfrentarse a la familia de mi novia. Días más tarde, ésta me contaba que mi madre se había plantado delante de la casa y llamó a gritos a su madre y a su tío. Cuando ambos salieron, les dijo:

“¿No les da vergüenza tender una trampa para pegarle así a un chiquillo? ¡Yo os juro que el que le ha puesto la cara así a mi hijo nunca más podrá pegar a nadie con esas manos!”

No sé si sería casualidad, pero no habían pasado tres semanas cuando la polea del motor de la empresa en que trabajaba el tío de mi novia le atrapó los brazos y se los cortó. Esta historia es comprobable:
Este hombre lleva desde entonces vendiendo cupones de la ONCE en Denia (Alicante), Se llama Francisco G. Es natural de Villarrobledo, y vivía desde hacía varios años en Vergel. Hace cinco años estuve en ese pueblo en casa de mi hermano, y me dijo que Francisco aún vivía.


Desde aquél día me interesé por los poderes paranormales, (la brujería, como decía mi madre): telepatía, sugestión, hipnotismo, videncia… Me compraba libros especializados en esos temas, y ponía en práctica los ejercicios que sugerían sus páginas. Sin resultado.

Años más tarde, en París, asistí a un curso en una escuela de Ciencias Paranormales, con la intención de aprender a hipnotizar y conseguir por ese medio doblegar al más pintado; pero el profesor me dijo que eso no era ético y, además, imposible: para hipnotizar a una persona se requiere el consentimiento y predisposición de ésta; no se puede hipnotizar a alguien contra su voluntad.
Y dejé de interesarme en esa asignatura.

Pero me inicié en otros poderes de la mente que no requieren la aprobación de nadie: telepatía, visualización, autosugestión, videncia… y magia negra.
¿No sucede a veces que alguien esté pensando en una canción y la persona que está al lado la cante?, o qué vaya a decir algo y otro se le adelante, o que tenga ganas de bostezar y a otros se les abra la boca… Eso es simpatía telepática involuntaria, lo que popularmente se conoce como transmisión de pensamiento.
Lo ideal es saber provocar esa transmisión cuando se precise. En aquella escuela enseñaban a hacerlo.

En Sudáfrica asistí a una sesión de vudú y comprobé que seguía las mismas pautas que había aprendido en aquella escuela, sólo que no ya no hace falta sacrificar animales en rituales crueles: todo se realiza con la mente. Lo que se requiere es la concentración, el deseo y la frase adecuada en el momento preciso.

Pero lo que más me llamó al atención en aquella ocasión fue un dibujo hecho con piedras en el suelo de la cabaña: era el escudo protector del hechicero.
Yo tengo un escudo protector que actúa automáticamente: si alguien me hace mucho daño, éste se vuelve contra él.

Ejemplos:
Hubo en Jerez un empresario que logró que Dragados y sus empresas subcontratistas me pusieran en una lista negra para que no encontrase trabajo. Y todo eso porque él me debía trescientas mil pesetas, de las de 1983, y lo llevé a Magistratura.
Gracias a sus gestiones, estuve trece años sin poder trabajar en el sector naval en la Bahía de Cádiz, y me tuve que marchar otra vez a recorrer el mundo con la maleta a cuestas: Madrid, Huesca, Salamanca, Cáceres, Málaga, Pontevedra, Almería…
Seis meses después de inscribirme en la lista negra, el empresario sufrió un infarto mientras conducía su coche para ir a trabajar.

En el año 2000, hubo un encargado en Astilleros que no me dejaba entrar en ninguna empresa de la factoría, pues cuando se enteraba de que me habían contratado les contaba mi aventura en Dragados y las empresas me despedían enseguida.
Él, a pesar de ser un recomendado, también fue sucesivamente despedido de todos sus puestos, algunos muy buenos en la Junta de Andalucía, hasta que finalmente falleció de un infarto.

Un compañero que fue pagado por la dirección de la empresa Bahía Industrial para provocarme cuando yo ejercía de Presidente del Comité de Empresa, que me agredió físicamente y declaró en mi contra para que revocasen mi mandato y pudieran echarme, fue despedido tras seis meses de baja por sufrir un infarto. Vivía con una válvula. hace tiempo que no le veo.

Puras coincidencias, dirán ustedes. Y seguro que aciertan.

Conocer los fenómenos paranormales me ha procurado algunas cosas buenas también a lo largo de mi vida.

Todo el que ha estudiado estas prácticas misteriosas sabe que no debe usarlas malévolamente ni como venganza, que es Dios, o El Poder, quien pone a cada uno en su lugar. 
Debe mostrarse amable y atento con el prójimo, perdonar sus ofensas y desearle siempre lo mejor. Sabe que tampoco puede pedir dinero ni riquezas para sí mismo. Es inútil, pues, intentar acertar una quiniela o la lotería Primitiva, por ejemplo. Pero sí se puede acertar un resultado de partido de fútbol si se dan las condiciones de silencio y relax que requiere el ejercicio. El Real Madrid—Barcelona yo había apuntado 0- 4. No es el resultado exacto de goles lo que se debe valorar, sino el hecho de ganar por goleada en campo contrario.
El poder de la Mente, esa desconocida, es prodigioso.


Safe Creative #0906083801803



viernes, junio 05, 2009

ANTES DE AMARTE


Antes de amarte, amor, nada era mío:
vacilé por las calles y las cosas:
nada contaba ni tenía nombre:
el mundo era del aire que esperaba.

Yo conocí salones cenicientos,
túneles habitados por la luna,
hangares crueles que se despedían,
preguntas que insistían en la arena.

Todo estaba vacío, muerto y mudo,
caído, abandonado y decaído,
todo era inalienablemente ajeno,

todo era de los otros y de nadie,
hasta que tu belleza y tu pobreza
llenaron el otoño de regalos.

Pablo Neruda, 1959



martes, junio 02, 2009

UNA VELA POR ELLOS

Por los desaparecidos en el avión A330 de AIR FRANCE sobre el Océano Atlántico
imagen de http://mary-mary-christmas.blogspot.com/



Artículo de Rafaél Torres publicado hoy en el periódico El Puerto Información:

Zonas oscuras

04/06 . Rafael Torres
Suponíamos que las modernas aeronaves que trasponen el mar en unas pocas horas habían abolido la inmensidad del océano. Sin embargo, el accidente del avión de Air France ha revelado que gran parte de su superficie convulsa, por no hablar de su fondo quebrado y abisal, es invisible a los radares. El Airbus cargado de vidas humanas, esto es, de dioramas vivos e irrepetibles del Universo, desapareció súbitamente en algún lugar del cielo, del mar, todavía no hollado por la mirada tecnológica del hombre, y hasta que sobre las espumas de las olas no se han encontrado los restos del naufragio, la humanidad del siglo XXI retornó a los tiempos en que la Tierra, no sólo el mar, era una interminable sucesión de zonas oscuras..


sábado, mayo 30, 2009

III ENCUENTRO CULTURAL EN PUERTO SERRANO

CRÓNICA DEDICADA A ANA MÁRQUEZ, QUE NO PUDO ASISTIR AL ACTO.

Ayer se celebró por tercer año consecutivo un encuentro cultural en Puerto Serrano. Ya había asistido como observador el año pasado, y me encantó el ambiente que se vivía allí. Por eso este año, al recibir la invitación de mi amigo Manuel García Sánchez para participar leyendo algunos relatos, huyeron de pronto todos los problemas cotidianos y una sonrisa de alegría se aferró a mi rostro.
No era para menos: en esos actos culturales es cuando puedo encontrarme con los amigos del Colectivo la Aldaba que me acompañan en el viaje hacia el país de los sueños, un país donde cada ciudadano lleva un libro en sus manos con nuestros nombres impresos como autores en la portada
.


Un colectivo formado por poetas,
escritores, pintores y fotógrafos
que
participan gustosamente en estos actos culturales para darse a conocer e intentar que la cultura popular ocupe un espacio cada vez más extenso en los pueblos de la Sierra de Cádiz, ofreciendo una alternativa a las ofertas de ocio más comunes.

Por eso ayer fue un día memorable en que tuve el honor de conocer a los escritores José Antonio Illanes y Tomás Prieto, especialistas en Novela Negra.















Conocí y saludé al señor Alcalde,
don Pedro Ruíz Peralta, que viene apoyando año tras año la celebración de estos festejos culturales en Puerto Serrano; pude charlar un ratito con el famoso poeta de Arcos, Pedro Sevilla, a quien ya conocía, y con el joven poeta Alex Holgado, a quien auguro un futuro prometedor.

Por otra parte, tuve el placer de abrazar a los compañeros que ya conocía de otros eventos culturales: Juan Manuel Alcedo, excelente poeta y escritor que está totalmente volcado en la propagación de la Cultura, tanto es así que ha creado con David Raposo y Miguel Ángel Rincón una sociedad editora para publicar las obras sobresalientes del Colectivo que se estrenará con la publicación del primer poemario de Antonio Baena Niño, fotógrafo y poeta de Grazalema.


Miguel Ángel Rincón, otro excelente poeta que cuenta con varios libros publicados en su haber, incansable organizador de eventos culturales, editor de la revista El Diván, el que más se mueve para mantener activo al Colectivo Aldaba.
Y los amigos Tomás Mielke, Antonio Baena y Cristóbal Barrero, apoyando incansablemente la cultura popular con su presencia en todos los actos.


Especial mención a Manuel García Sánchez,
quien mantiene en alto la llama cultural en
este pequeño pueblo de la sierra organizando junto a su amigo Juan Miguel
por tercera vez actos como éste, con el apoyo de su Alcalde y de un grupo de voluntarias que se desviven para que todos nos sintamos a gusto, e inculcando en los niños el amor por la poesía y la escritura, como demostraron las dos niñas que subieron a leer unos poemas de autores clásicos.

Y unos detrás de otros fuimos subiendo al estrado a leer relatos o poemas.


Al finalizar, el señor Alcalde nos entregó a cada uno un pergamino enrollado y atado con un lacito, que resultó ser un Diploma, y un estuche delicadamente presentado que contenía un bolígrafo para firmar nuestras obras y un llavero para colgar las llaves del éxito.

Después compartimos en la Biblioteca una hora de alegría y amistad, hablando de nuestros proyectos mientras bebíamos y degustábamos los chicharrones, ensaladilla rusa y embutidos ibéricos que nos ofreció la Asociación de Mujeres que colaboró en la organización del III Encuentro Cultural.










Vaya desde aquí mi agradecimiento y el de mi esposa (que se lo pasó muy bien en compañía de Esmeralda, la esposa de Manuel) a todos los que han intervenido en la organización del acto por habernos invitado a participar en tan feliz encuentro.




martes, mayo 26, 2009

NO ME IMPORTA



Ya sé que vas diciendo de mí lo que no sientes, herida en tu orgullo ante mi apatía.

Creías que sin ti mi vida no sería eso y que la noche me cubriría eternamente con un manto de añoranza de caricias y ternuras...


Hoy has pasado ante mí colgada del brazo de otro. Pensabas, tal vez, que mi corazón se sublevaría y rasgaría mi pecho, dejando escapar la savia de la pena o del odio.

Pero no he sentido nada. ¡Nada!


Puedes continuar tu senda veleidosa, volando de una flor a otra, cual mariposa. Nada me importa. Hace tiempo que dejé de sentir dolor, y el que sufrí por tu culpa me inmuniza contra nuevas heridas.


Puedes decir de mí lo que quieras, puedes casarte o seguir soltera, tener hijos o cuidarte, puedes celebrarlo con vino y rosas... ¡Me importas un bledo!: Ya no te quiero.


Dibujo cedido por ANA MÁRQUEZ, compañera del colectivo Aldaba y la revista El Diván

http://coneltiempoenmisbrazos.blogspot.com/


Safe Creative #0905253716640


sábado, mayo 23, 2009

¡HE VUELTO!

Soy consciente de que nadie me ha echado de menos durante estas dos semanas de ausencia y que para muchos ésta ha sido un alivio, porque me precede mi mala reputación: dicen que soy un hombre conflictivo, que cuando no tiene un problema se lo inventa, que si tengo un pasado lleno de borrones, que observo a la gente con los cristales opacos del orgullo y la soberbia, que miro debajo las alfombras… ¡Vaya tela! ¡Si hasta mi mejor amiga, antes de abandonarme, dijo de mí que era la persona más difícil que había conocido!

Y todo por reclamar mis derechos.

Ya no sé cómo actuar con la gente.

Por ejemplo, sin ir más lejos, lo que me sucedió hace poco con una mujer rica que regresó de las vacaciones:

Resulta que desde hace cuatro años, como no me alcanzaba el subsidio de desempleo para llegar a fin de mes, yo me colocaba cada día en la puerta de una casa señorial, situada junto a la iglesia, y la dueña salía cada mañana a eso de las doce, me saludaba con un escueto “Buenos días” y me entregaba un euro, con el cual yo me iba al Mercadona y compraba una bagueta de pan y una lata de atún, o un litro de leche, o de vino, por qué no, para echarle ánimo y perder la vergüenza.

Pero hete aquí que el día que regresó la señora de pasar un mes de vacaciones en Canarias, y tras mi saludo amable interesándome por su estado y el de su familia, ella me entregó el acostumbrado euro. Yo miré la moneda sintiendo como una mala sensación en el pecho, y escuché dentro de mí una voz que decía: ¡No lo permitas!, son cuatro años de antigüedad; tienes derechos adquiridos.

—Señora, disculpe, pero ésa no es la cuenta —le dije.

Y ella lanzó su mirada contra mí con los ojos saltándole de las cuencas y los labios estreñidos con tanta rabia que me asusté y me cubrí la cara con los brazos.

— ¿Pero cómo se atreve? ¡Encima que le doy un euro cada día…! — me espetó

–Pues a eso me refiero, señora —alegué yo muy serio y compungido—, que me falta el euro de cada día que ha faltado usted. Yo he estado en mi puesto, clavado como una farola, iluminando su puerta con mi presencia. Según mis cuentas, usted me debía haber dado treinta y un euros con el de hoy…

Y ella con los ojos encendidos como los faros de un camión, y las venas del cuello hinchadas como rabos de lagartos, las tetas bajando y subiendo como las montañas rusas, y respirando fuerte y agitadamente, ¡HAAA, HAAA…! Yo la miraba con los ojos como platos, creyendo que la dama tenía un orgasmo; pero de pronto exclamó:

— ¡¿Habrase visto?! Pero qué te has creído, imbécil! ¡Anda y que te den!

Y me dejó plantado.

¡Joder, qué modales!, pensé. ¡Yo, que creía que la riqueza iba acompañada de la educación y cultura...! Y la vocecita interior insistía: ¡No te cortes, díselo! Y grité: ¿Sí?¡Pues entonces búscate a otro pobre, que con éste no presumes más de riqueza ni de buenas obras ante los vecinos! Ea, ya está dicho.

Y me fui.

Pero cuando me acercaba a mi casa, la Depresión salió de detrás de un contenedor de basuras y se aferró a mi garganta, ahogándome y dejándome sin fuerzas, encogido, angustiado y lagrimoso. Y la vocecita que antes me azuzaba ahora se pasó al otro bando, la muy p..., y me reprochaba: ¿Pero qué has hecho, idiota? ¿Adónde vas a ir ahora, quién te va a dar de comer, quién te dará trabajo? Llegué a mi casa arrastrándome sin fuerzas y deprimido (¡Claro, si llevaba a cuestas a la Depresión!) y entré y me dejé caer en una silla en la cocina, colocando la cabeza hundida en los brazos para disimular mi pena.

Pero mi mujer, que es muy lista, se dio cuenta enseguida de que me pasaba algo, y me preguntó:

¿Qué te pasa, cariño? Nada. Venga, cuéntamelo. Que he perdido mi puesto de trabajo,¡joder! Cómo ha sido eso. Pues ya ves: mi genio. Bueno, cada uno es como es, y a estas alturas no vas a cambiar. No te preocupes, ya encontrarás otro. ¿A mi edad? Soy un desgraciado, si supieras cuánto lamento no poder darte todo lo que quisiera ... Me gustaría ser una persona rica y famosa, algo así como Etoo, Iniesta, Casillas o Zapatero… O el Rey, para darte un palacio donde vivieras como la Reina.

Y ella, que me acaricia la mejilla y dice: No seas tonto, ¡pero si yo te quiero así!

¡UF! ¡UF...! ¡Esas cosas no se pueden decir así de golpe en un día como este! Mira, mira cómo me has puesto: la piel tengo como el papel de lija, los vellos como puntas de alcauciles.

Entonces me levanté, la abracé y le di un par de sonoros besos, y luego, recordando una frase que leí paseando por la Feria del Libro, le dije al oído: Mi niña, no te quiero por cómo eres, sino por cómo me siento yo cuando estoy contigo.

Y entonces fue ella la que perdió los papeles: mirándome a los ojos dejó caer al suelo el vestido, lanzó el sujetador al aire, que vino a caer sobre la olla exprés, las bragas volaron sobre el frigorífico y dejaron a San Pancracio sin perejil... Total, que tuve que hacerle el amor allí mismo.

Luego le prometí buscar trabajo, y al día siguiente, para que no se repitan los abusos, me afilié al PRANT (Pobres Respetuosos y Amables, pero No Tontos), un sindicato humilde integrado a CC.OO. Esos, con tal de tener más representación que la UGT, arramblan con todo.

Y en eso estamos.

El próximo día 29 iré a participar en una fiesta cultural en Puerto Serrano porque me han asegurado que si leo unos cuentos me darán un certificado, diploma o algo que me sirva para mi currículo. Lo tengo por escrito en un documento firmado por mavelotudo@hotmail.com, para que no haya engaños.

¿Se imaginan la cara hinchada de orgullo de mi nueva jefa mostrando a sus amigas a “su pobre” con un Diploma o una placa en las manos que diga “A Juan. En premio a su colaboración”?

Sí, ya sé: pensarán ustedes que carezco de dignidad, de orgullo, que es una vergüenza tener a mi familia así… Pero qué quieren que haga, siempre ha sido así. Nada ha cambiado: con la Monarquía, la Dictadura, o con la Democracia, gobierne la Derecha o la Izquierda…, el pobre andaluz siempre ha sido humillado y obligado a vivir de las limosnas.

Y todos tan contentos; nadie se levanta...

Y no voy a ser yo, a mi edad, quien cambie eso.

Bueno, pues me alegro de haber regresado tras dos semanas de ausencia, ya les explicaré cómo fue la fiesta cuando tenga el diploma y encuentre un trabajo. Buen fin de semana


Safe Creative #0905253718033



jueves, mayo 21, 2009

Ángeles y Demonios.


Ayer vi la película Ángeles y Demonios.

Fui acompañado de mi esposa. Ella no ha leído el libro; yo sí. Por ello nuestras opiniones difieren un poco.

Para el que no tiene la referencia del libro, es una película de misterio y acción bien conseguida y con unas imágenes preciosas de Roma y sus monumentos, tomadas desde ángulos que no permiten ver las visitas guiadas de turistas. Yo, sin ir más lejos, he visitado varios de esos lugares en Roma y no los aprecié tanto como ayer: no es lo mismo ver desde unos metros una escultura de un ángel y sacarle fotos que verla detalladamente con grandes planos mientras se observa a sus pies a un hombre que se está muriendo desangrado en la misteriosa penumbra del edificio que la contiene. No es lo mismo fotografiar la cúpula de San Pedro desde la plaza, que ver la plaza desde la posición del protagonista sobre la cúpula.

Resumiendo: las imágenes y efectos especiales, son extraordinarios. La trama, misteriosa, apasionante y didáctica, con un final inesperado, no permite un momento de respiro en las dos horas que dura la cinta


La interpretación de Tom Hanks, para mi gusto, es floja y sosa, no cuaja. Le viene ancho el papel. No es la mejor interpretación que he visto de él. Hubiera sido un papel idóneo para alguien acostumbrado a los temas policiacos o las aventuras, como Clint Eastwood o Hugh Jackman, el protagonista de Australia, por ejemplo. La protagonista tampoco me ha impresionado, ni siquiera recuerdo ya su nombre.

Mi esposa salió encantada del cine; yo también, aunque presencié una historia diferente a la del libro que guardo en mi vitrina. En el original, el profesor es despertado a las cinco de la mañana en su casa de New York e invitado a subir en un avión privado, un modelo único que vuela a 15 veces la velocidad del sonido y lo deja en una hora en Berna, Suiza. Se describe con detalle a la aeronave, propiedad del dueño del laboratorio de aceleración de partículas y ensayos nucleares más importante del mundo.

La película comienza con el profesor nadando en una piscina a las cinco de la mañana, y recibe la visita de un emisario que viene para llevarlo a Suiza, y nada se menciona ni se aprecia del avión que lo lleva, sino que él sale de la piscina y luego aparece ya en Suiza visitando el laboratorio.

En el original de Dan Brown, el lector adquiere unos conocimientos notables acerca del lugar donde se halla el laboratorio, de la seguridad enorme que lo protege de miradas indiscretas, y las investigaciones que se llevan a cabo en su interior. De forma muy amena y sencilla, se aprende lo que es la materia y la antimateria, las ventajas para la humanidad y los inconvenientes, y los intentos que se vienen realizando para conseguirla.

En cambio, en la película, nos muestran deprisa cientos de metros de tubería entre paneles metálicos y pantallas de televisión mostrando destellos y luces que viajan de una a otra mientras una voz va explicando algunos detalles del experimento. Mi esposa, que no ha leído el libro, no se enteró de nada; yo entré en el laboratorio que ya conocía por las descripciones del libro y comprobé con agrado que, gracias al trabajo de documentación de Dan Brown, yo tenía más datos acerca del proceso que el profesor que habían llevado allí para descubrir la trama: el robo del artefacto que contiene la antimateria conseguida en el experimento tras años de pruebas.

En la película, uno de los asesinos es descubierto gracias a una grabación de las videocámaras de seguridad, y el asesino se inmola allí mismo al verse descubierto. En el libro, el mismo personaje sale al balcón de la plaza de San Pedro, abarrotada de gente que espera la fumata blanca de la elección del nuevo Papa. Todo el mundo lo saluda creyendo que es el elegido, mientras éste vierte líquidos inflamables sobre su cabeza y se inmola ante ellos.

En la novela surge un bonito romance entre la pareja de protagonistas; en la película es una relación fría, exclusivamente profesional, y no se ve ni un solo gesto que indique algo más. Es más: no vi ni un solo beso, ni siquiera en la mejilla.

La catástrofe temida está mal realizada, no es creíble. No es creíble que la onda de una explosión de una potencia de cinco megatoneladas, prevista para destruir la ciudad de Roma, que tiene lugar en las nubes sobre la catedral de San Pedro, llegue al suelo, levante violentamente a coches, personas y vallas metálicas en el aire y ni una sola columna ni estatuas de la plaza resulte afectada y todo siga igual después de la explosión. No, no pido que hubieran destruido el Vaticano para hacer la película, pero hoy se utiliza el ordenador para los efectos especiales, y al menos debería verse algún daño en los edificios.

A pesar de todo, la película es impresionante y me ha gustado mucho por lo misterioso y criminal del argumento, por el ritmo trepidante, por lo que cuenta sobre las zonas oscuras de la Iglesia, por las visitas a lugares secretos e inaccesibles para el público como son el Archivo del Vaticano y los pasadizos secretos que unen la basílica con la fortaleza de San Ángelo, y por el recorrido turístico que lleva a conocer la Ciudad Eterna a quienes no la han visitado, o a complementar lo que ya conocimos de ella en nuestros viajes.

Pero yo prefiero el libro.


martes, mayo 12, 2009

CON ORANGE HE TOPADO

Lo siento, amig@s, pero desde el día 5 no tengo internet por causas técnicas. He venido a un cibercafé a darme un paseo por mi blog y responder correos.
No puedo evitar informaros de que ORANGE me ha dejado tirado como a un perro a la primera ocasión que les he avisado de una avería. El trato telefónico ha sido vergonzoso. Como no podían solucionar el problema, porque no disponen de servicio técnico sino de un robot que te dirige por teléfono mientras que buscas tú mismo la avería, cortaban la comunicación y me obligaban a rellamar. Entonces salía otra persona y me obligaba a recomenzar desde el principio, y eso, teniendo en cuenta de que al ser un 902, supone un coste alto para mí, dado que estuve al teléfono más de tres horas en los día 5-6-7, intentando solucionar el problema.
¡Y eso que soy cliente de esa operadora desde 2004, cuando se llamaba WANADOO¡
Me pregunto cómo tratará a los nuevos clientes.

Aunque no tenían nada que ver en el asunto, llamé a los técnicos de Telefónica y me revisaron la instalación: efectivamente el problema no era de la línea del teléfono que tengo contratada con Telefonica, sino del Router Sagem 1500 de Orange, que estaba ardiendo y fallaba.
Ese mismo día me apunté al ADSL de TELEFÓNICA, lo que sucede es que tardarán dos o tres semanas en realizar los trámites para darme de baja en ORANGE e instalarme el nuevo ROUTER.
Espero que me lo instalen pronto y poder así actualizar el blog y visitar los vuestros cuanto antes. Mientras tanto reciban un cordial saludo. Gracias por vuestras visitas y comentarios.

miércoles, abril 29, 2009

USTED

Desde Argentina, por Claudia Isabel Lonfat, excelente poeta y colaboradora del diario digital
http://www.enteratetabasco.com/sitio/
Una buena amiga, a quien agradezco su colaboración. Lean sus poemas en: http://laperladejanis.blogspot.com/

USTED
Basta su aliento
para incendiar el aire

Usted
es una continua llama
que me invade.
El miasma
que me inunda
las entrañas.
Por usted deliro.
Porque me hace asomar
a la alegría
y olvidar voces muertas.

Basta su boca
para saciar mi infierno
Usted
Plexo de la noche
anidado en mi cama,
anudado
a mis pechos,
sabe cómo sorberme,
cómo transcurrir
en mi piel
y exhalarme
hasta dejarme vacía.

Obra: "Kiss under the moon" de Ivan Koulakov

viernes, abril 24, 2009

EL DÍA DEL LIBRO


Ayer se celebró el Día del Libro en España. Es el día de San Jordi en Barcelona, y el aire de Las Ramblas huele a papel nuevo y a flores; la gente se pasea entre mesas llenas de libros y rosas donde autores famosos y noveles les firman el último libro que han publicado. Ese día, en Barcelona, la gente regala libros y rosas.

¡Qué sana costumbre, cuánto les envidio!

Me imaginé a mis amigas virtuales, Lola Mariné, Margarita y Elisabet sentadas en una terraza de Las Ramblas tomando café con los libros firmados y las rosas sobre la mesa.

Pero en fin… Cada uno en su lugar de residencia celebró el Día del Libro lo mejor que pudo. Y yo, en El Puerto de Santa María, acepté la invitación de la Tertulia Tresantié para acudir al Café Milord y participar comentando algún libro, poema o frase memorable que me haya parecido especial.


Serían poco más de las siete de la tarde cuando en la intimidad del saloncito que nos reserva amablemente el dueño de la Cafetería Milord, a la luz de veladores y velitas encendidas en las mesitas, como recordando el día en que las Letras iluminaron el mundo sacándolo del oscurantismo, veintidós personas nos reunimos en torno a un atril que lucía el libro "El Quijote" y cada uno tomó la palabra para expresar lo que pensaba acerca de los libros, sus preferencias, las diferencias entre grandes éxitos y calidad literaria para, finalmente, leer algún fragmento de prosa o poema y dejar luego sujeta con una tachuela en el tablón preparado para recopilar frases, aquélla que más le había impresionado entre todas las conocidas.

De entre los libros que recomendaron en la reunión me quedé con estos títulos: "Los hombres que no amaban a las mujeres" y "Mejica".


Había entre los asistentes un niño de unos nueve años que traía el libro "El niño con el pijama de rayas", y comentó sobre éste que "los padres del niño debían sufrir mucho cuando se dieron cuenta, al perder a su propio hijo, de la maldad de los seres humanos"


Foto del acto cultural publicada por Diario de Cádiz

Yo comenté sobre un libro de Dominique Lapierre y Larry Collíns, de quienes guardo varias de sus novelas, “ O llevarás luto por mí”. Expliqué que es un libro que he leído varias veces, que lo compré en París en 1968 cuando su publicación fue vetada por la censura española debido a lo que declaraba sobre Franco y el pie de una foto en que éste sale cazando con El Cordobés en plena Sierra Morena. El libro se publicó en España después de la muerte del dictador, pero fue una edición descafeinada en la que no aparecen las fotos y comentarios polémicos. Contrariamente a lo que se lee en el libro, la versión cinematográfica de la obra se limita a presentar la historia de El Cordobés, pasando a hurtadillas por encima de los capítulos sobre la Guerra Civil.

Después dejé un folio lleno de frases celébres, entre las que destacaba ésta:

“No te quiero por ser quien eres, sino por quién soy yo cuando estoy contigo” Gabriel García Marquez


También tomaron la palabra los siguientes miembros de la Asociación Razzia Artis: Sol Ruíz, Ángel Quintana, Paquita y su esposo Alonso, Mariví, y algunos tertulianos más, cuyos

nombres no recuerdo (¡Ay, esta memoria!, a veces tengo que mirar mi carnet de identidad para recordar el mío), y al finalizar, Sol Ruíz nos regaló un clavel a cada uno.

En resumen, fue una tertulia muy agradable y romántica, con tantas velitas y claveles, donde compartimos la riqueza literaria que había dejado huella especial en nuestras almas.

miércoles, abril 22, 2009

LA CLAVE PINNER


Alguien dijo que las aguas de un río nunca retroceden, queriendo decir que no hay vuelta atrás en las consecuencias de nuestras acciones. Éstas nos persiguen adonde quiera que vayamos.

Es lo que le sucede a Pinner, un antiguo miliciano que huyó a Inglaterra el día que comenzó la guerra, no sin antes traicionar a sus compañeros, que fueron fusilados por las tropas de Franco, según explica el último libro que he leído de Andrés Pérez Dominguez. El M16 lo enviará a cumplir una misión a España.

Es una historia de espías en la que no falta ningún ingrediente: misterio, persecuciones, amor, pasión, chantaje, el insprescindible falsificador de documentos, y la prevista fuga del héroe en las calles oscuras y calurosas
del barrio sevillano de Triana.

Sevilla, 1943. Un miliciano que vivía plácidamente usando un
nombre falso en un pueblo de Huelva es reconocido por un antiguo compañero de armas que sale de la cárcel al cumplir su condena. El miliciano huye a Sevilla. No sabe que la Central de Inteligencia inglesa, M16, ha lanzado el cadáver de un hombre vestido de piloto sobre una playa cercana y publica que el piloto llevaba documentos altamente secretos sobre el desembarco de los americanos en el sur de Francia.

La coincidencia de la fuga de Miguel y la aparición del cadáver en la playa es utilizada por el servicio secreto inglés para hacer correr la voz de que el fugitivo se había apropiado de los documentos.
A partir de ese momento será una caza al hombre despiadada por parte de los espías de Rusia, Alemania, España e Inglaterra. Todos desean apropiarse del secreto que contienen los documentos y emplearán todos los medios necesarios para encontrar al fugitivo.

La misión de Pinner es encontrar a su antiguo amigo, antes de que lo hagan los nazis, rusos o falangistas, y para ello va a casa de la esposa de un miliciano del grupo comunista fusilado por su culpa. Ésta es una mujer muy bella, a quien Pinner intentó violar en 1936 antes de traicionar a sus amigos y escapar a Inglaterra. Ella ignora que tiene ante sí a un traidor, pero recuerda bien lo que él quiso hacer con ella
.


El libro comienza suavemente, pero la tensión aumenta a medida que se avanza en la lectura, convirtiéndose en un torbellino imparable en los últimos capítulos para finalizar con un desenlace inesperado que deja al lector lleno y satisfecho.

A mí me ha gustado mucho, ya dije en una entrada anterior:EL FACTOR EINSTEIN, que Andrés se había convertido en uno de mis autores favoritos.

Ahora espero tener la ocasión de leer El síndrome de Mowgli (Premio Luis Berenguer, Algaida, 2008) otro libro del mismo autor.