Alguien dijo que las aguas de un río nunca retroceden, queriendo decir que no hay vuelta atrás en las consecuencias de nuestras acciones. Éstas nos persiguen adonde quiera que vayamos.
Es lo que le sucede a Pinner, un antiguo miliciano que huyó a Inglaterra el día que comenzó la guerra, no sin antes traicionar a sus compañeros, que fueron fusilados por las tropas de Franco, según explica el último libro que he leído de Andrés Pérez Dominguez. El M16 lo enviará a cumplir una misión a España.
Es una historia de espías en la que no falta ningún ingrediente: misterio, persecuciones, amor, pasión, chantaje, el insprescindible falsificador de documentos, y la prevista fuga del héroe en las calles oscuras y calurosas del barrio sevillano de Triana.
Sevilla, 1943. Un miliciano que vivía plácidamente usando un nombre falso en un pueblo de Huelva es reconocido por un antiguo compañero de armas que sale de la cárcel al cumplir su condena. El miliciano huye a Sevilla. No sabe que la Central de Inteligencia inglesa, M16, ha lanzado el cadáver de un hombre vestido de piloto sobre una playa cercana y publica que el piloto llevaba documentos altamente secretos sobre el desembarco de los americanos en el sur de Francia.
La coincidencia de la fuga de Miguel y la aparición del cadáver en la playa es utilizada por el servicio secreto inglés para hacer correr la voz de que el fugitivo se había apropiado de los documentos. A partir de ese momento será una caza al hombre despiadada por parte de los espías de Rusia, Alemania, España e Inglaterra. Todos desean apropiarse del secreto que contienen los documentos y emplearán todos los medios necesarios para encontrar al fugitivo.
La misión de Pinner es encontrar a su antiguo amigo, antes de que lo hagan los nazis, rusos o falangistas, y para ello va a casa de la esposa de un miliciano del grupo comunista fusilado por su culpa. Ésta es una mujer muy bella, a quien Pinner intentó violar en 1936 antes de traicionar a sus amigos y escapar a Inglaterra. Ella ignora que tiene ante sí a un traidor, pero recuerda bien lo que él quiso hacer con ella.
Es lo que le sucede a Pinner, un antiguo miliciano que huyó a Inglaterra el día que comenzó la guerra, no sin antes traicionar a sus compañeros, que fueron fusilados por las tropas de Franco, según explica el último libro que he leído de Andrés Pérez Dominguez. El M16 lo enviará a cumplir una misión a España.
Es una historia de espías en la que no falta ningún ingrediente: misterio, persecuciones, amor, pasión, chantaje, el insprescindible falsificador de documentos, y la prevista fuga del héroe en las calles oscuras y calurosas del barrio sevillano de Triana.
Sevilla, 1943. Un miliciano que vivía plácidamente usando un nombre falso en un pueblo de Huelva es reconocido por un antiguo compañero de armas que sale de la cárcel al cumplir su condena. El miliciano huye a Sevilla. No sabe que la Central de Inteligencia inglesa, M16, ha lanzado el cadáver de un hombre vestido de piloto sobre una playa cercana y publica que el piloto llevaba documentos altamente secretos sobre el desembarco de los americanos en el sur de Francia.
La coincidencia de la fuga de Miguel y la aparición del cadáver en la playa es utilizada por el servicio secreto inglés para hacer correr la voz de que el fugitivo se había apropiado de los documentos. A partir de ese momento será una caza al hombre despiadada por parte de los espías de Rusia, Alemania, España e Inglaterra. Todos desean apropiarse del secreto que contienen los documentos y emplearán todos los medios necesarios para encontrar al fugitivo.
La misión de Pinner es encontrar a su antiguo amigo, antes de que lo hagan los nazis, rusos o falangistas, y para ello va a casa de la esposa de un miliciano del grupo comunista fusilado por su culpa. Ésta es una mujer muy bella, a quien Pinner intentó violar en 1936 antes de traicionar a sus amigos y escapar a Inglaterra. Ella ignora que tiene ante sí a un traidor, pero recuerda bien lo que él quiso hacer con ella.
El libro comienza suavemente, pero la tensión aumenta a medida que se avanza en la lectura, convirtiéndose en un torbellino imparable en los últimos capítulos para finalizar con un desenlace inesperado que deja al lector lleno y satisfecho.
A mí me ha gustado mucho, ya dije en una entrada anterior:EL FACTOR EINSTEIN, que Andrés se había convertido en uno de mis autores favoritos.
Ahora espero tener la ocasión de leer El síndrome de Mowgli (Premio Luis Berenguer, Algaida, 2008) otro libro del mismo autor.
Ahora espero tener la ocasión de leer El síndrome de Mowgli (Premio Luis Berenguer, Algaida, 2008) otro libro del mismo autor.
Caray, Juan, parece una historia muy interesante. Espías, traiciones, amor, pasiones, no le falta ningún ingrediente y, por lo que cuentas, con un ritmo trepidante que no tregua al lector. Como para aburrirse. Me ha picado la curiosidad por leerla, porque se da la circunstancias que trata temas que me gustan mucho. Si encima el autor tiene una prosa ágil… lo único que espero que sea ficción porque presiento que los protagonistas no lo pasan nada bien. Me suena que por ahí en medio también hay un amor imposible, no sé, igual me despertó la imaginación.
ResponderEliminarUn beso,
Margarita
Hola, Marisol. Seguro que te encantará si te gustan los casos de espionaje. Es ficción, pero se dan muchos datos históricos.Y todo se desarrolla entre Sevilla y Huelva.
ResponderEliminarLa primera novela de este autor que leí ya la recomendé más abajo, y ahora espero leer la siguiente el mes que viene.
Un beso. Gracias por tu visita.