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domingo, julio 18, 2010

EXPOSICIÓN DE PINTURAS.


El pasado viernes, fui con mi esposa a celebrar su santo en el centro de la ciudad, y después de pasear junto al río nos sentamos en una terraza y cenamos sendas bandejas surtidas de pescadito frito de la Bahía acompañadas con cerveza fresquita andaluza.
El
anochecer en la ribera del río era una delicia.



Primero fuimos a presenciar la llegada al muelle del río Guadalete de la Virgen del Carmen en la nave que la había llevado por la bahía de Cádiz, pero había tal multitud de personas en el muelle que nos fue imposible acercarnos y, agobiados por las estrecheces, pues padezco algo de claustrofobia, nos fuimos a visitar la exposición de los óleos que habían concursado en el certamen «Flores de primavera» para obtener el premio «Eduardo Ruíz, Golliure», organizado por la Academia de Bellas Artes en el maravilloso marco del I.E.S. Santo Domingo.


Las diez finalistas serán expuestas luego en la Caja de Ahorros La Inmaculada de la ciudad, y después en la Sala de la Carbonería, en Sevilla.

Soy consciente de mi ignorancia, no entiendo de técnicas, sino que valoro lo que a mis ojos gusta. Por lo visto soy de gustos raros, porque hay obras que me atraen y de otras, que también son muy famosas, pienso que nos están tomando el pelo vendiéndonos como Arte lo que no lo es. Cuando comparo la “Rosa de los vientos” mirando al mar en la costa vasca con “la Sirenita” que lo mira en Oslo... O la Plaza de la Defensa con el Arco de Triunfo, en París; los monumentos de Fernando Botero que adornan plazas y calles comparadas con las Cibeles, por ejemplo, o las estatuas que adornan la Fuente de Trevi en Roma; y las mujeres de Julio Romero de Torres con las de Señoritas de Avignon de Picasso, la Puesta del Sol de Miró (una tela completamente pintada de color butano) con un paisaje de Julien Dupré…

Por eso no me juzguen muy severamente si digo que, en mi modesta opinión, se disfraza de mordenidad la incapacidad de crear esculturas y pinturas como aquéllas. Pero afortunadamente para mis ojos, los hay hoy que pintan con un realismo impresionante. Entre los lienzos expuestos en Santo Domingo vi algunos que parecían fotos, con flores y plantas que parecían vivas.


Tengo que confesar que en la exposición que vi esa noche, la obra ganadora del premio para mi gusto no lo merecía.Me gustaron más otras.

Pienso que en todos los fallos de un jurado, sea artístico, judicial o de cualquier otra índole influye mucho el nombre del protagonista, su bagaje cultural y sus padrinos. Ese dicho que afirma que "la Justicia es ciega" era válido antes de la aparición de la Clínica Barraquer y las nuevas tecnologías del láser.

Pero bueno, mejor será que opinéis vosotros, otorgando el primero, segundo y tercer premio entre las obras expuestas y señaladas con una letra. Luego os digo cuál fue la obra ganadora.


Patio donde se exponen las obras
A
B
C
D
E
FG
H
I
J
K
L
LL
M
N
Ñ
O
P
Q
R



viernes, julio 16, 2010

MARINERO DE ALTURA

foto de internet
Cada vez que acompaño a mi esposa al Mercado de Abastos y observo los precios que tiene el pescado, ese manjar imprescindible para gourmets y para los que a base de dietas nos alimentamos, y que a la mayoría de nosotros nos parece tan caro por ser pensionistas, trabajadores mileuristas o desempleados, pienso en esos lobos de mar que por tradición familiar, o tal vez empujados por la escasez de trabajo en sus respectivos pueblos, se embarcaron y cruzaron mares hasta llegar a sitios lejanos, añorando a sus familias y amigos, pasando necesidades, incluso secuestros, para poder seguir abasteciendo a los mercados del mundo entero a cambio de un mínimo sueldo.
Hoy, día de la Virgen del Carmen, patrona de los marineros, quiero rendirles homenaje con estos versos.

MARINERO DE ALTURA


Con el mechón de cabello,
que me diste el otro día
me he hecho la pulsera
que llevo en la muñeca mía

La fui trenzando en mi litera
navegando mar adentro,
en el cielo la tormenta
y en mi corazón tu recuerdo.

Marinero de altura soy,
voy rumbo a Barlovento.
Sufriré durante meses
agobiado por tu recuerdo

Como corona de espinas
o cuchillo bien clavado,
te lleva en el pensamiento.
mi corazón destrozado…

Ante la Virgen del Carmen,
patrona de los marineros,
me he puesto de rodillas
para decirle, amada mía,
lo mucho que yo te quiero.

No permitas, virgencita,
que ella sufra por mi recuerdo,
¡dile que volveré pronto
para comérmela a besos

Y aunque caiga la noche
y me cubra un manto negro
y la tormenta reviente
con ensordecedores truenos…

Y las olas barran la cubierta
y mi atunero acaben rompiendo
y se mezclen las marinas aguas
con las lágrimas que yo vierto…

Aún entonces, en tal cruel trance,
serás mi único pensamiento.
y le pediré por ti a la Virgen,
por lo mucho que te he querido…
por lo mucho que aún te quiero.

Pero no seamos por ahora
tan funestos agoreros
pues pienso volver a El Puerto
cargadito de pescado,
y con los bolsillos llenos
pagar la hipoteca de la casa
y encargar un hijo nuestro
y quedarme contigo unos días
y acariciarte y con besos
tiernos, encendidos
recorrer tu cuerpo

JUAN PAN GARCÍA.Safe Creative #1007146819366

martes, julio 13, 2010

EL ALMA DE LA RADIO



Mi mujer adora escuchar la radio en el equipo de música mientras se entretiene sentada en el balcón haciendo ganchillo. Ya ha hecho con sus bonitas y delicadas manos una colorida manta de lana para cada uno de sus hijos y nietos. En ello ha puesto el alma


Ella perdió a su madre a los nueve años. Su padre contrajo nuevo matrimonio y dejó a Mari Carmen y a su hermano Manolito al cuidado de su abuela, que los crió amorosamente como si fueran sus hijos. La abuela se dedicaba a vender joyas y muebles.


El abuelo era un hombre delgado y bajito, tenía el rostro moreno y surcado de profundas arrugas; sus manos eran fuertes y nervosas, curtidas por el sol y por las labores del campo

Los dos hermanos nunca supieron qué había sucedido antes de su llegada a la casa para que su abuelo se fuera a vivir al campo, abandonando a su esposa y a sus cuatro hijas, pues ni su abuela ni sus tías jamás hablaron de ello.

Cobraba una pensión exigua y debía de trabajar para ayudarse a cubrir los gastos. Iba por los cortijos y granjas pidiendo trabajo, y se lo daban quizás porque exigía menos sueldo y se conformaba con dormir en un jergón de paja tirado en un rincón de las cuadras, con la única compañía de los animales.

Una vez al mes, iba a Jerez a cobrar la pensión y se acercaba a la casa y gritaba desde el portal: « ¡Mari Carmen, baja!»

Y su nieta bajaba corriendo las escaleras de aquella casona de dos plantas, donde vivían cuatro familias alrededor de un patio interior lleno de macetas.

Al llegar a la puerta de la calle, el viejo cogía en brazos a su nieta y cubría su carita de besos, luego la colocaba en el suelo y buscaba en sus bolsillos alguna baratija que había comprado al pasar por la plaza. Y mientras la niña contemplaba su nuevo regalo, él abría su capazo y sacaba un ramito de flores silvestres recogidas con cariño para ella mientras caminaba hacia el pueblo. La nieta, asombrada por la belleza del color azul de las violetas y del oro y el blanco de las margaritas destacando entre las hojas verdes de los tallos, cogía el ramo y se lo pegaba a la nariz para aspirar con deleite el natural perfume; luego se abrazaba al abuelo y lo miraba con sus enormes ojos celestes brillando de alegría y agradecimiento.

Así todos los meses, todos los años… hasta que un invierno tan frío y lluvioso que no permitía laborar el campo, regresó a su casa.


A la espera de que lo volviesen a llamar en la granja, el viejo compraba palma, pita y aneas y fabricaba escobas, sopladores y capazos, que vendía en una tienda a bajo precio. Descontando el coste de los materiales, le quedaba poca cosa; pero él no podía estarse quieto, ni dejaba de ir a pedir trabajo en la granja. Decía que si no le daban trabajo con sus gallinas y el ganado, se moriría. Y acertó.

A los seis meses de su regreso, murió.

Fue una agonía dolorosa.

Las últimas semanas las pasó encamado con tez amarillenta y tiritando de fiebres. A veces, cada vez más seguido, se masajeaba su vientre, quejándose de terribles dolores. Fue la abuela quien sacó de la cómoda el calcetín donde ella escondía sus ahorros y llevó al marido al hospital para que le hicieran unos análisis. Los médicos le diagnosticaron «algo malo y sin solución» en el estómago.

Los dos ancianos nunca se dirigieron la palabra, pero ella permanecía a su lado con su nieta, quien ya había cumplido los dieciocho años. Y entre ambas lo lavaban, lo vestían y le daban comida y medicinas.

Al igual que las velas que su esposa le ponía a la virgen pequeña de barro que presidía el comedor, el abuelo fue extinguiéndose poco a poco. Una tarde, el enfermo estaba muy mal, tenía en su rostro dibujado el rictus del rápido desenlace, y la abuela le dijo a Manolíto que fuera a avisar a sus tías. Cuando éstas llegaron, acompañadas de sus esposos e hijos, encontraron al viejo ya difunto tumbado sobre la cama y vestido con su único traje. Entre la abuela y su nieta lo habían lavado y preparado para recibir las últimas visitas.


Las hijas rebuscaron en el baúl que contenía sus pertenencia y no hallaron otra cosa que ropas viejas y algunas herramientas para trabajar la palma y la anea, nada de interés, a parte de una radio a pilas, casi nueva, que hacía poco se había comprado para espantar la soledad en los escasos ratos libres que le dispensaban en la granja.



La radio estaba protegida por una funda de piel con unas ranuras para el dial y una correa para llevarlo colgado al hombro. Un trocito de papel sobresalía del interior de la funda: era una nota doblada, y la desplegaron para ver lo que había escrito: « El día que yo me vaya, esta radio será para mi Mari Carmen».

Y ahí está la radio ocupando sitio en un cajón. No funciona desde hace muchos años, ¡pero cualquiera la tira!: «Es la herencia de mi abuelo —me dice mi Carmen cada vez que insinúo desprenderme de ella–. En ella está su alma».

Y es verdad, la radio parece impregnada de él. Me da un poco de respeto cogerla; veo las huellas del uso en el correaje, en la aguja del dial, en los botones de encendido y búsqueda de emisoras… Y cuando mi mujer se lo acerca a la nariz, dice que aún huele a campo, a violetas y jaramagos.


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domingo, julio 11, 2010

¡CAMPEONES DEL MUNDO!

FOTO DEL PERIÓDICO ABC

NUNCA TAN POCOS HICIERON FELICES A TANTOS; NUNCA ESPAÑA ESTUVO TAN UNIDA; NUNCA SE VIO TAN APOYADA POR NUESTROS HERMANOS DE ULTRAMAR; NUNCA UNA COPA FUE TAN MERECIDA POR EL EQUIPO CAMPEÓN.

¡GRACIAS, "LA ROJA", GRACIAS EQUIPO, GRACIAS ESPAÑA!

CASILLAS, SIN COMENTARIOS


viernes, julio 09, 2010

LAS MOSCAS SIEMPRE BUSCAN LA MIERDA




Si yo hubiera podido evitarlo, España no estaría jugando en el Mundial y el dinero lo hubiera empleado en cosas más esenciales, como evitar recortar algunas prestaciones sociales. No olvido que los gobiernos siempre dan “pan y circo” para evitar que la gente piense. Pero dada la imposibilidad de evitarlo, prefiero que gane mi país a cualquier otro.
Y, la verdad, he disfrutado mucho con los esfuerzos del equipo para hacerse merecedor de la ilusión y confianza que en él han depositado los españoles. He sentido rabia ante la injusticia arbitral, me he emocionado con los jugadores cuando han marcado goles y he celebrado con ellos sus triunfos.


Y ahora que la Selección Española ha conseguido lo que la Monarquía no ha logrado en los treinta años que llevamos bajo su tutela: unir a todos los españoles con independencia del lugar de residencia, unos españoles que sufren con la adversidad del equipo y explotan de alegría con sus triunfos; que constatan que ni las diferencias de sus lugares de nacimiento, ni la política, ni los clubs que los ceden son capaces de romper la unidad de un equipo entregado con toda el alma a defender la camiseta roja que representa a España, llega un impresentable de ERC e intenta romper la magia diciendo:
'Sin jugadores catalanes, España sería muy poca cosa'
Europa Press | Barcelona, jueves 08/07/2010
El presidente de ERC, Joan Puigcercós, ha afirmado esta tarde que sin los jugadores catalanes la selección española "sería muy poca cosa". En declaraciones a los periodistas, Puigcercós ha recordado que la columna vertebral de la selección española que el miércoles superó a Alemania en las semifinales es catalana. Ha afirmado que algunos deberían estar agradecidos a Cataluña por haber ofrecido, a su juicio, a los mejores jugadores de la selección.
Pregunto: ¿Dónde estaría ahora la selección si el madrileño Casillas no hubiera parado el penalty contra Paraguay? ¿Quién aprovecharía esos balones que con tanto arte reparten Xavi, Cesc y Pujol si no estuviera el cántabro Villa, ni el manchego Iniesta, ni el canario Pedro volviendo locos a las defensas, o el sevillano Sergio Ramos corriendo de un lado a otro y siendo el muro contra el que se estrellan defensas y delanteros?


Y justamente ahora, con toda España pendiente e ilusionada con el triunfo, con toda España rendida a los pies del equipo aparece este estúpido moscón removiendo la mierda, un pseudo republicano llamando la atención sobre sí mismo, insultando a los españoles ahora que se acercan las elecciones. Un supuesto republicano que vive a costa de los ciudadanos ensuciando los ideales de la República, que son: Libertad, Igualdad y Fraternidad.


Iluminadme, miembros de ERC, ¿qué clase de república nos queréis ofrecer en el improbable caso de que ERC gane algún día las elecciones? ¿Otra dictadura?
Ya existe un precedente, una muestra de cómo gobernaríais: La representante de la única formación denominada republicana en España, Pilar Rahola, se enfadó muchísimo hace unos años cuando la grúa municipal de Badalona se llevó su coche por estar mal aparcado. Ella es de los que piensan que están por encima de las leyes y del resto de los ciudadanos porque para eso la han votado. Acompañada por su chofer y un Mosso d'esquadra, acudió al depósito de coches y trató de llevarse su coche sin pagar la preceptiva multa gritando la misma frase que usaban todos los ricachones fascistas durante el franquismo: "¿Usted sabe quien soy yo ?".
El diario El País lo contaba así:
EL PAÍS - Barcelona - 24/02/1996
«¿No sabe quién soy yo?» Pilar Rahola, candidata de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) al Congreso desempolvó este argumento para sacar el coche del depósito municipal de Badalona (Barcelona) sin pagar la multa, lo que le ha valido numerosas críticas. El pasado domingo dejó mal aparcado el coche de campaña y la grúa se lo puso a buen recaudo en el depósito municipal de Badalona. Allí fue la candidata, que se empeñó en llevarse el vehículo sin pagar previamente la sanción.

Ante la negativa del guardia municipal responsable del depósito, Rahola recurrió a tradicional "¿no sabe quién soy?", y, tras varios minutos de discusión con el agente, ordenó a su conductor que sacase el vehículo.
El chófer obedeció a la candidata y procedió a sacar el coche. El incidente fue grabado por la cámara de seguridad del depósito.


Señores de Esquerra Republicana: no tenéis nada de izquierda, ni mucho menos de republicanos.
La República debe unir, no disgregar; debe respetar la Libertad de los ciudadanos sea cual fuere su procedencia. Igualdad significa no exigir privilegios ni abusar de sus cargos; y debe mostrar amor, no odio, es lo que se entiende por Fraternidad.
Menos mal que con esa actitud quedáis retratados ante los votantes, como dice el dicho: «Por sus frutos los conoceréis»
Y ahora, mal que os pese: ¡¡VIVA ESPAÑA!!


Foto del diario MARCA

miércoles, julio 07, 2010

ESPAÑA 1-0 ALEMANIA

TITULAR DEL DIARIO MARCA:

"Un gol de Puyol metió a España en la final de un Mundial por primera vez en su historia en un partido soberbio de La Roja, el mejor de todo el campeonato. Sólo Holanda nos separa de la gloria. La cita es el domingo, a las 20.30 en Johannesburgo. ¡Este Mundial no se nos puede escapar!"



¡ A POR ELLOS, LA COPA ES NUESTRA! ¡VIVA ESPAÑA!


lunes, julio 05, 2010

PASEANDO POR LA SIERRA: SETENIL

A mí no me gustan las aglomeraciones playeras, ni permanecer estrujado entre miles de personas estiradas al sol llenas de grasas y cremas escuchando diferentes emisoras de radio; ni que me salpiquen de arena. Soy muy raro, pero es así.

Por eso el domingo 4 de julio, a pesar de que vivo a cinco minutos en coche de la playa, le pregunté a mi Carmen si se encontraba bien para ir a dar un paseo por la sierra de Cádiz y detenernos en uno de los llamados «Pueblos blancos» que aún no conocemos.

Le propuse Zahara y Setenil, y eligió el segundo.

Setenil es un pueblo situado a 640 metros de altitud sobre el nivel del mar y a ciento treinta kilómetros de mi casa; cuenta con tres mil habitantes a quienes se les llama setenileros/as

Poco antes de llegar me encontré con un desprendimiento del firme en la estrecha carretera comarcal, que llegaba hasta el centro de la calzada. Sucedió el pasado invierno con las fuertes lluvias que produjeron inundaciones en Jerez. Han pasado seis meses y aún está esta carretera semicortada, con unas balizas que señalan el boquete, y que obligan a pasar de uno en uno. Curioso que en la capital se gasten miles de millones de euros en un puente que cuesta casi lo que vale la ciudad entera , y en fastos para celebrar el bicentenario de la Constitución de 1812, y no haya dinero para reparar un socavón de dos metros en la única carretera que conecta Setenil con el resto del mundo. Pobre del conductor que viaje por allí de noche y se despiste un segundo. Ignoro quién es el alcalde que permite eso en su municipio, pero es lo mismo: son todos unos mandados, obedecen a sus jefes de partido, que no viven ni pasan por la zona.

A ver cuándo se espabilan los paisanos de la sierra y se dan cuenta de que los políticos sólo se acuerdan de ellos unos días antes de las elecciones, y que piensan que los que viven en los pueblos sólo son unos paletos que no sirven para otra cosa que para recibir limosnas como el PER para que les sigan votando, y por tanto no tienen derecho a progresar ni a recibir educación como los Cádiz capital. ¿Dónde están el presidente de la Diputación y sus diputados ahora? ¿Dónde la Junta de Andalucía?¿Qué hacen, además de debatir sobre el sucesor y las elecciones, por atender las necesidades de la provincia?

Hacedme caso: cuando os pidan el voto, un buen corte de mangas y que se vayan a tomar por culo.

Pero bueno, a lo que íbamos: SETENIL

Al parecer, según los folletos informativos de Turismo, la conquista del pueblo, considerado casi inexpugnable, era fundamental para avanzar hasta Granada. El nombre SETENIL proviene del hecho que fue sitiado siete veces por los ejércitos cristianos hasta conseguir la victoria sobre los nazaríes. ¡Siete veces!, a contar desde los tiempos de Juan 1º de Castilla, hasta el reinado de los Reyes Católicos, siendo el 21 de Septiembre de 1484 el día de la victoria.

El Rey católico premia a sus soldados y concede a la villa la Carta de Privilegios en 1501, que otorga un elevado número de beneficios equiparables a los que disfrutaba la ciudad de Sevilla.

No son museos ni edificios históricos ni actividades culturales lo que se puede ver en Setenil; lo más interesante que el visitante puede hacer es recorrer el pueblo. Su encanto reside en el diseño de sus calles. La principal de ellas se inicia en la carretera y baja en elevada pendiente hasta el centro urbano y sigue luego pegada a la roca hasta el río, lo que le confiere una singular disposición a sus calles trasversales con diferentes niveles de altura.

En la parte baja los vecinos han aprovechado el hueco creado en la roca por el río para construir un tipo de vivienda que se diferencia de otras casas cuevas que he visto en Andalucía en que no excavan la roca, sino que se limitan a cerrar la pared rocosa y desarrollan una vivienda estrecha, alargada y alta (algunas he visto de tres plantas).

Como vi la calle tan estrecha y tan pendiente, supuse que el aparcamiento estaría escaso en el centro urbano. Dejé mi coche en la entrada, cerca de la carretera, y bajamos caminando para hacer ejercicio y, de paso, fotografiar las cosas de interés.


Mientras descendíamos, fotografiando y admirando la belleza del lugar, yo pensaba en el esfuerzo que supondría luego volver hasta el coche, pues el desnivel era considerable. La entrada al pueblo es fea: una calle con muchas pendiente con casas bajas y de dos plantas, como en todos los pueblos, y coches aparcados en fila de cualquier manera. Pero al llegar al centro urbano la cosa cambia: hay una plaza, y, al lado izquierdo, un estrecha calle en cuesta con un arco que da acceso a la iglesia y a los restos de la muralla árabe. Una vez arriba, hay una pequeña plaza con miradores a dos lados, desde donde se disfrutan de preciosas vistas del pueblo, de la sierra y de las casa-cuevas construidas en el fondo del tajo que tras millones de años de erosión ha construido el río Guadalporcún.

En la plaza había algunos restaurantes de gran calidad, pero pensamos que, si nos deteníamos a comer allí, luego no tendríamos ganas de visitar el pueblo. Y decidimos verlo todo primero y luego comer en algún lugar típico del lugar. Nos indicaron unos bares restaurante construidos bajo la misma roca, al fondo del pueblo, pegados al río. Y allá nos fuimos.

Bajamos por calles tan estrechas que el sol no llegaba a las aceras y se mantenían en permanente penumbra, con un frescor que se agradece en el caluroso mediodía de julio.

Impresionaba pasear por aquellas estrechas y escalonadas calles bajo un techo de roca, que nos conducía al río. Cruzamos un puente y pasamos a una calle de casas edificadas de tal manera que parece que sostienen ellas solitas la enorme roca que las cubre y las protege del sol y de la lluvia.

Llegamos a la zona de las tabernas típicas llamadas “De sol y de sombras” porque en unos pega el sol y debe de ser maravilloso sentarse en una de sus terrazas en invierno, resguardados bajo el techo de arenisca, y en los otros, como el que escogimos para comer, ofrecían una terraza extraordinaria para comer en verano

La diferencia entre estas tabernas y los restaurantes de la plaza estriba en que en éstos había comida caliente o fría a la carta, que ofrecían gastronomía típica local con un primero, segundo, postre, café etc. Y en donde comimos sólo tenían tapas y raciones de frituras. Pero ya estábamos hambrientos y muy lejos de la plaza para volver. Y nos sentamos.

Un entrecot de veinte cms de largo por diez de ancho y dos de grueso y casi crudo con patatas fritas de las que venden congeladas; un plato con diez croquetas de bacalao muy ricas; cuatro cervezas, dos cucuruchos grandes de helado de chocolate (no tenían otros), nos costó 25 euros.

La próxima vez, bajaré en coche hasta la plaza, pues constaté que había aparcamientos, luego descenderé hasta el río a ver todo el paisaje y regresaré a la plaza para comer como Dios manda.

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jueves, julio 01, 2010

EL CASTILLO DE SAN MARCOS

Hoy he tenido que ir al Ayuntamiento para solicitar un documento y he pasado por delante del castillo de San Marcos, uno de los monumentos más visitados de toda la ciudad.

Sus torres se recortaban en el cielo azul, y la brisa marina acariciaba sus muros y llenaba mis pulmones con un aire mezclado con algas, yodo y salitre cuando tomé esta fotografía esta soleada mañana del 1º de julio, a las diez, cuando aún el sol no se había vuelto impertinente.


Este castillo fue construido sobre una mezquita musulmana del siglo X.
Fue transformado en varias ocasiones en siglos posteriores, hasta una última restauración que se llevó a cabo en 1943.
Tras conquistar la ciudad a los árabes, el rey Alfonso el Sabio ordenó, a mitad del siglo XIII, convertirlo en iglesia-fortaleza en honor a la Virgen.

Antes, como castillo, sirvió de defensa contra nuevas invasiones del norte de Africa.
Más tarde, Sancho IV se lo dio a Alonso Pérez de Guzmán El Bueno, Duque de Medinaceli, quien a su vez lo dona a su hija Leonor de Guzmán en 1306 , como regalo de boda al casarse con Luis de España, de la casa de La Cerda .

Con Luis de la Cerda la iglesia-fortaleza recibe a Cristóbal Colón y a Juan de la Cosa. Fue en este castillo donde Juan de la Cosa creó su Mapamundi, un mapa pintado sobre un pergamino de 93 cm de alto por 183 de ancho, el cual se conserva en el Museo Naval de Madrid.
En una inscripción del pergamino dice: fue hecho por. el marino Juan de la Cosa en 1500 en el Puerto de Santa María (Cádiz). Estaba tan exquisitamente decorado que se cree que se hizo por encargo de algún miembro poderoso de la corte de los Reyes Católicos.

Juan de la Cosa y su mapa han recibido el reconocimiento de los portuenses, quienes han erigido un busto del marino, y una fuente decorada con un relieve del mapa, en un rincón junto al castillo.

Actualmente el castillo pertenece a Bodegas Caballero, la famosa firma portuense. En ella se realizan festivales de música medieval y una cátedra de estudios de Alfonso X.
Se puede visitar gratuitamente todos los martes, de 10 a 14 horas, el resto de los días cuesta 5 euros a los adultos y 2 a los niños, y se obsequia a los visitantes con una copa de vino fino. El domingo y los lunes permanece cerrado.
Este castillo hizo las funciones de Ayuntamiento hasta finales del siglo XVII.

Fue declarado Monumento Artístico Nacional el 30 de agosto de 1920.

Más información en los teléfonos (956) 85 17 51 y 627 56 93 35.


Luego, de camino hacia mi casa, me pasé por la Biblioteca Municipal para coger algún libro y en la planta baja vi una exposición de fotografías antiguas y este magnífico barco, construido en el Centro Penitenciario Puerto 2

Con la masiva llegada de turistas y veraneantes, en verano se duplican las ofertas culturales.

viernes, junio 25, 2010

!QUÉ DURO ES AMARTE!

A veces, uno se da una vuelta por los blogs de los amigos y se queda pasmado ante la belleza de sus creaciones, preguntándose por qué sus obras no se publican y se pierden en la nebulosa del ciberespacio, sin reconocimiento alguno.Son tantos... Algunos ya los he presentado aquí, pero tengo más nombres: DUNA, CONCHI POSTIGO, TOMÁS MIELKE, y un largo Etc.
Ayer entré por vez primera en el blog de una nueva amiga argentina. La conocí hace muy poco en Facebok: María Susana. Y este poema es el primero que leí:




En algún recodo
de cualquier camino
en alguna calle
de un pueblo cualquiera,
bajo un cielo abierto
plagado de estrellas
quisiera encontrarte,
para así abrazarte
sin que nada importe
ni lugar ni escena.

Pero si tus besos
quisiera, no puedo,
no tengo tu boca,
y si mi alma enferma
de querer caricias
buscara tus manos
nunca las tendría.
¡Que duro es amarte!

Si por un instante
supieras, que este
amor que siento
no sé como vino
si lo trajo el viento
del mar una tarde,
y por mis pupilas
se quedó escondido.

No puedo decirte
por qué te amo tanto
quizás sea ese karma
que estaré pagando.

Por eso te digo:
¡Qué duro es amarte!
qué largo el camino
para no encontrarte,
pues andando vivo
sin verte siquiera
tan solo en mi mente
recuerdos que llegan,
qué duro es tenerte
que amar para siempre!

Publicado por María Susana en http://enelsilenciolafelicidad.blogspot.com/

miércoles, junio 23, 2010

EL ENIGMA DE ZARAGOZA



El enigma de Zaragoza es un título que atrajo mi atención en la estantería de la Biblioteca Municipal de El Puerto, y lo cambié por el que ya había escogido para llevarme.


Una historia ambientada en Zaragoza y Mallorca, unos años antes del Descubrimiento, una época en que los Reyes Católicos habían encargado al inquisidor Torquemada la eliminación de los disidentes y herejes.


Torquemada, ebrio de poder, aplicará su ley de forma escandalosamente injusta y cruel, concediendo certificados de inmunidad a los informadores anónimos que acusaran de cualquier palabrota, gesto o acto inmoral a los ojos de la Iglesia sin necesidad de aportar pruebas ni dar la cara.


A los acusados los torturaba hasta que declaraban y firmaban lo que el Inquisidor quería oír, y luego los tribunales los juzgaban sin posibilidad de defenderse ellos mismos ni asistidos por abogados, y los enviaba a la hoguera, apropiándose de todos sus bienes. Nadie estaba libre de su brazo, sus redes de información eran enormes, y sus presas preferidas eran, obviamente, las pertenecientes a clases nobles y ricas, las que más riquezas podrían proporcionarle.

La nobleza de las islas baleares se rebela y Torquemada decide enviar a su representante para buscar a los cabecillas y dar un escarmiento.

Pero el representante de la Inquisición aparece asesinado en la catedral de Zaragoza y esto enfurece a Torquemada y a la reina, Isabel la Católica, quien exige atrapen a los asesinos.

Las primeras cien páginas del libro (tiene 387) son muy interesantes y atrapan al lector, pero luego la trama se desplaza desde Zaragoza a Mallorca y se produce una bajada de tensión: demasiadas explicaciones, historias muy simples y un poco ñoñas sobre recuerdos de infancia y lazos amistosos entre una monja, que resulta ser la jefa de la mejor red de espionaje, y un caballero judío- converso, a quien se pretende encausar para quitarle sus bienes.


Demasiado paternalismo el del caballero converso, que intenta salvar la vida de su hijo, un joven revolucionario que se ha trasladado a la península para matar a Torquemada.

No entiendo de palomas mensajeras y tal vez sea yo quien está equivocado; pero me parece increíble que la monja intercambie información entre Zaragoza y Mallorca con estas aves en el mismo día. Eso no lo consigo yo ahora, cinco siglos después, ni con la ayuda de Correos Españoles ni con Seur Express.



Me parece increíble que un caballero se suba por la noche a una barca en Mallorca y alcance la costa española al amanecer, y que luego se monte en un caballo y llegue, cambiando de montura cinco veces, a Zaragoza en el mismo día.

En 1975, antes de que aparecieran los nuevos catamaranes que se deslizan sobre el agua a mucha velocidad, fui desde Valencia a Palma de Mallorca en un el buque de pasajeros que cubría esa línea, el Ciudad de Valencia, y salió a las 9 de la noche y arribamos a las nueve de la mañana.¿Puede una barca de remos y una vela hacer ese recorrido en el mismo tiempo? No lo sé, no entiendo de eso; pero no me lo creo. El libro se me hacía cuesta arriba con esas cosas. A la autora le bastaba con que hubiera alargado los tiempos para hacerlo creíble y mantener la atención del lector, que se escapa con esos detalles.


Se produce, además, confusión cuando en muchos diálogos no se pone la raya al inicio de la frase del que responde, y es el lector quien intuye que el texto corresponde a la respuesta del segundo personaje.

El final se ha querido rodear de mucho misterio, pero se diluye entre explicaciones innecesarias, despedidas, remordimientos y buenos deseos.



























domingo, junio 20, 2010

UN DÍA DE GLORIA EN EL GASTOR,

Hace ahora dos años que fui invitado a viajar a la Sierra de Cádiz para participar en una fiesta cultural organizada por la Asociación de Mujeres La Ladera, con sede en El Gastor.
Fue un día inolvidable que quedará grabado para siempre en mi memoria, y que quiero recordar con todos ustedes, mis amig@s, compartiendo este album.








martes, junio 15, 2010

ÉRASE UNA VEZ UN PUEBLO…

HACE 6000 AÑOS...
Cansadas de ir de un lado a otro y de sobrevivir a duras penas de la caza, unas tribus nómadas se habían instalado en las montañas del sur de la península.
Debido al notable crecimiento del número de miembros de las familias habían decidido dedicarse a la agricultura y la cría de ganado, asegurándose así el alimento, la estabilidad y el calor del hogar sin tener que arriesgar la vida enfrentándose diariamente a las bestias, como los osos pardos y los lobos. Los lobos eran seres a quienes admiraban por su inteligencia y su poderío, y los mataban y se los comían creyendo que heredarían sus cualidades

foto de internet
Construyeron chozas unas al lado de otras y las rodearon con empalizadas de troncos para su defensa. Se organizaron para dirigir la vida en la aldea de forma que se respetasen los derechos y deberes de cada miembro, y se eligieron hombres poderosos para dirigirlos y dividirlos en clases sociales: guerreros, pastores, agricultores y constructores. También eligieron sus reyes


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Trabajaban todos en las faenas de la aldea: las mujeres ayudaban en los campos, preparaban la arcilla para hacer vasijas, lavaban la ropa y hacían la comida para sus familias. Los hombres talaban árboles y ramas y con ellos edificaban viviendas, muebles y lugares de reunión para el consejo de los ancianos. También fabricaban cuchillos y hachas afilando láminas de piedra, que luego usaban como armas para la guerra y la caza y como herramientas



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Las escaramuzas contra los invasores extranjeros que arribaban a las costas mediterráneas y se adentraban en las montañas era el pan de cada día, desde que los iberos habían dejado de ser nómadas y se habían establecido en aldeas para cultivar las tierras y criar ganado
Las mozas casaderas corrían a recibir a los jóvenes que regresaban de la guerra o de la caza y elegían entre ellos quiénes serían los padres de sus hijos.
Aunque las tribus intercambiaban sus productos entre ellas, las trifulcas por apoderarse de los bienes o ensanchar los límites de los territorios se sucedían constantemente. Como la que tuvo lugar aquel nefasto día, en la aldea de Irippo (El Gastor), ubicada en la ladera norte del monte Algarín, a cuatro leguas de Arunda (Ronda)…



EL GIGANTE


El sol huía hacia el oeste, escondiéndose entre brumas escarlatas. El cielo comenzaba a teñirse de oscuro sobre la aldea y poco a poco aparecían perezosamente las estrellas. El brujo de Irippo elevó los brazos al cielo y gritó unas palabras incomprensibles para el grupo de guerreros que danzaba alrededor de una hoguera, observados desde la orilla del bosque por un nutrido grupo de mujeres de diferentes edades y de niños que aguardaban turno para llenar sus vasijas de agua en una fuente de agua fresca y limpia que manaba de la roca. El grito del brujo resonó en todo el valle, repetido por el eco del enorme peñasco que presidía la montaña, logrando que los buitres que anidaban en los riscos abandonaran sus escondrijos y salieran espantados a reconocer el terreno.
Horas antes, el vigía había hecho sonar la alarma con un cuerno y todos los pobladores de la aldea salieron con sus lanzas y flechas dispuestos a defender cara sus vidas y pertenencias.

Un numeroso grupo de guerreros provenientes de Arunda se acercaba dispuesto a arrasarlo todo y a llevarse a las mujeres. La batalla que siguió había sido feroz: el rey, un hombre muy alto y fuerte, salió al encuentro del enemigo, seguido de todos sus hombres, y aun luchando en proporción de cuatro contra uno consiguieron rechazar al enemigo; pero el rey, que destacaba por su tamaño entre todos, fue alcanzado por una flecha que le atravesó el corazón. Ahora yacía en medio del poblado sobre un altar de troncos junto al cual lloraba una mujer y un par de niños abrazados a su cintura.

El hechicero, ataviado con un disfraz de ave que cubría el cuerpo de plumas y luciendo una máscara con un gran pico curvado sobre el rostro, descendió la colina que dominaba todo el valle y se dirigió a la asamblea. Todos los asistentes guardaron silencio. Y el brujo les anuncio que los dioses le habían escuchado y le mostraba los signos: «El color rojo fuego del poniente significa la sangre de la venganza. El nuevo rey será fuerte y vengará las muertes y ultrajes recibidos». Luego elevó los brazos al cielo y pronunció una palabra que todos repitieron, y seguidamente se giró hacia un hombre joven y corpulento, y, señalándolo con el dedo, dijo: «Tú serás nuestro Rey». Y todos se arrodillaron ante él.

Luego los hombres se retiraron a deliberar en una cabaña, mientras las mujeres permanecieron untando con hierbas y ungüentos el cadaver del rey hasta el amanecer.

Al día siguiente, en una meseta apartada del poblado situada en las cumbres, cerca de las estrellas, desde donde se dominaban los bosques que ocupaban las montañas, un grupo de hombres arrastraría sobre una rampa de tierra las enormes losas de granito que habían traído tirando de ellas y deslizándolas sobre rodillos de troncos con la ayuda de bueyes
Ayudándose de largos y gruesos postes enclavados provistos de cabrias rudimentarias, y tirando de cuerdas hechas con las fibras de pita machacada levantaron dos muros de enormes piedras colocadas verticalmente, y sobre ellas, enlazándolas unas con otras, deslizaron unas losas para cubrir el espacio. En pocos días, el sarcófago quedó construido y en su interior colocaron al difunto y sus pertenencias: sus armas de guerra, y unas vasijas con perfumes, alimentos y abalorios


Unma, su viuda, se abrazó al cadáver, histérica, y pedía que la enterrasen junto a él, pero el nuevo jefe la aferró por el brazo y la arrastró afuera, momentos antes de que los hombres dejasen caer, despacio, la losa que cerraba por completo el acceso al interior del mausoleo.


En los días siguientes, la joven viuda fue presa de la depresión y se encerró en su choza, negándose incluso a tomar alimentos.

Su memoria retrocedió unos años antes, a la época de las lluvias y del renacimiento de las flores, cuando ambos corrían el uno tras el otro, riéndose, para acabar retozando en la hierba. Otras veces descendían la montaña para bañarse en el río, vigilados de cerca por las ardillas y las aves que ocupaban los ramajes de los árboles, y escoltados por centenares de peces que huían escandalizados al ver los tocamientos y caricias que se prodigaban bajo el agua, y luego se tumbaban en la orilla y se secaban al sol. Una vez permanecieron varios días en una gruta escondida en la cañada, alimentándose de peces y de la caza, sin otra cosa que hacer que el amor.

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Al ver la triste y angustiada mirada de sus hijos, que no la dejaban nunca sola, Unma decidió pasar a la acción: Dejaría los niños al cuidado de su hermana y ella intentaría vengar a su marido.
De pronto escuchó un ruido en la puerta...

En ese momento, alguien puso la mano sobre su hombro y la zarandeó. Cristina, la encargada de la sección de Senderismo del Ayuntamiento de El Gastor, abrió los ojos, estiró los brazos desperezándose y preguntó:

¿Qué hora es, mamá?
Hora de desayunar y salir corriendo: Son las nueve, y habías quedado con ese grupo de turistas para llevarlos a ver el dolmen del Gigante y la Garganta Verde. Ellos ya están en la plaza.


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