
Leyendo las preciosas cartas de felicitaciones navideñas que uno recibe de l@s amig@s, me ha llamado poderosamente la atención la que ha escrito mi amiga Leny, profesora de letras argentina, además de Bióloga; una persona amante de la Literatura, a la que admiro también como escritora desde mis inicios en los foros literarios de internet, hace seis años.
Y me ha gustado tanto lo que ha escrito que la comparto con tod@s ustedes:
DIME LO QUE SIENTES
Las fiestas de fin de año, en la mayoría de los casos, se transforman en un tiempo de balances...
Balance...Una palabrita que me cae mal desde mi época de contable secundario, en el que nunca pude lograr que me diera uno. Invariablemente, un activo o un pasivo fuera de lugar se burlaba de mis "debes" y "haberes" para arruinarme la fiesta y condenarme a la tediosa revisión que terminaba siempre dando el mismito resultado...
En fin...
Tiempo de Balances...de Revisión...
De restar vientos y tempestades, sumar soles después de las tormentas, dividir aguas y multiplicar deseos...
Pero, como dejé entrever, no me gustan demasiado los balances.
Porque uno, como no le queda otra, lo hace desde su propia subjetividad. Y sin que haya remedio, o se pega con un caño, o es un poquito condescendiente y todo lo tiñe de su percepción individual. Por lo tanto, es probable que haya "debes" de más y "haberes" de menos...
O viceversa...
Y como no me gustan los balances, tampoco me gustan las " fórmulas mágicas" ...
Aquellas que, desde la interpretación parcial, acotada, estrecha que inevitablemente tenemos de LA VIDA, brindan frases hechas, verdades de perogrullo, lecciones de vida o consejos de ayuda...
Y no me gustan porque no suelo indicar senderos ni elaborar mapas. Porque detesto alardeos cuando soy tristemente consciente de lo que carezco, y no pretendo estar de vuelta cuando estoy convencida de que el camino es sólo de ida...
Me molesta apostar a las máximas, a los ejemplos autoreferenciales porque no busco empatías. No padezco humildades ni sentencio soberbias. No juzgo. No proclamo...
No me subo a ningún caballo ni me monto en conocimientos banales o definiciones de texto. No argumento saberes, no clasifico, no acomodo a nadie en su lugar. No tenso, no comparo, no provoco.
Pero...
Recibo y devuelvo...Cierro el cerco y abro la puerta. Pongo el timbre pero dejo sin llave.
Me caigo y me levanto porque tropiezo cientos de veces con la misma piedra. Escondo la cabeza y llevo el estandarte. Veo la vaca, detesto la quemadura pero me vuelvo a llenar el vaso...
Barro bajo la alfombra y descuelgo trapitos para ocultarlos de destellos indiscretos, pero comparto para quien guste oir todo lo que pienso y siento...
No escribo sin meditar seriamente si lo que estoy diciendo es exactamente lo que quiero decir, pero chasqueo la lengua cuando, por algunas de esas casualidades de mi inevitable condición humana, se le ocurre soltarse irreflexiva...
Y aunque me ofenda y lastime, recojo la línea y me desgarro...
No cotilleo. No atisbo. No pretendo. No atesoro ni deploro vanidades. Pero me animo y me asusto. Me escondo y deseo...Acuso recibo. Devuelvo. Río. Me divierto. Lloro. Y me detesto...
Es entonces y porque me reconozco en éstas, mis múltiples y terrenales contradicciones, es que desde esta humanidad habitada de ángeles y demonios que lucharán eternamente por ganarse la pulseada, lo único que puedo, quiero y ansío desearles (desearnos...) en ESTAS FIESTAS...
Es que intentemos ser felices con lo que SOMOS, mientras seamos auténticamente falibles...artesanalmente virtuosos...y rebeldemente cuestionadores de nuestra propia tiniebla...
Y que nos miremos en el espejo limpiamente sin depender de lo que otros hablan de nosotros distorsionando la imagen...
Porque, como dicen por ahí, uno es uno y sus circunstancias...Y esas circunstancias son tan únicas como nosotros mismos...
Y porque, para mí, no hay " recetas mágicas " ni máximas irrefutables.
No hay " SINAÍES" cibernéticos ni " HAMMELINES" virtuales...
Sólo habemos seres humanos, con todo lo que esa condición implica. Y que, con máscaras o sin ellas, transitamos la senda que construimos con lo que tenemos y lo que podemos...
Personas hechas, derechas, simples y sencillas que tratan de conocerse, comparten, disienten, se conmueven, se sensibilizan, quedan indiferentes, apropian, construyen y PIENSAN...
Y, como digo siempre, de eso se trata...
Y justamente ahí está lo bueno, no?...
Simplemente...
Un saludo de diciembre, un beso enorme, y un gracias inmeeeeeeeeeenso por la paciencia!!! (pensé que saldría más cortito!!!! JEJE )
Leny Pereiro