Mi lista de blogs

sábado, abril 25, 2020

Y JULIA RETÓ A LOS DIOSES



Otro libro más en mi lista de lectura. Un tocho de 745 páginas, de las cuales las últimas 90 son notas, mapas y citas.

El libro es la segunda parte del Yo Julia, Premio Planeta de 2018.
Sigue el mismo ritmo, el mismo estilo, la misma protagonista cuya ambición, belleza  e inteligencia cambiaron el modo de administrar el Imperio Romano, apoyándose en la fuerza militar y relegando al Senado.

Pero dicen que segundas partes nunca fueron buenas, y quizá por eso este libro no me ha gustado tanto como el primero.

Yo Julia es Historia pura, uno lee y aprende cosas de un imperio que ocupó España y nos dejó abundantes monumentos, carreteras y acueductos para llevar el agua a las ciudades. Concretamente, aquí en Cádiz construyeron un viaducto que traía el agua desde mi pueblo, Algar, y tras recorrer 64 kms a través de túneles, acueductos y puentes llegaba a Puertas de Tierra en la capital gaditana. 

Las luchas y maquinaciones  por el poder, las guerras por mantener el territorio conquistado, la admiración del emperador por su esposa, quien lo aconseja y dirige en la táctica de las batallas atraparon mi atención del principio al fin.
Esta segunda parte sigue el mismo tema. La ambición por el poder de Julia, senadores y pretorianos, el proyecto de Julia por crear una dinastía en la que sus hijos y nietos heredasen el trono, se ve amenazado continuamente por las intrigas y traiciones del entorno del Senado, que logra enfrentar a los dos hijos de Julia.

Este libro me hubiera gustado más que el anterior si el autor no hubiera incluido cinco o seis capítulos que en nada tienen que ver con la Historia de Roma, y me confundían.

 Al parecer, los dioses romanos: Júpiter, Minerva, Apolo, Diana y Marte, divididos en dos bandos, unos a favor de  Julia, y otros en contra, programaban las batallas, las intrigas y las penurias que la emperatriz hubo de sufrir hasta conseguir que un nieto suyo tras la muerte de sus dos hijo,  ocupara el cargo de emperador.

Incluso después de muerta, esperando su paso al Olimpo en el Hades, Julia encuentra al que asesinó a su hijo y logra vengarse de él, destruyendo su alma y arrojándola al olvido.

 Una cosa es la Historia, otra la Ciencia ficción.

domingo, abril 12, 2020

DOMINGO DE RESURRECCIÓN 2020





Hoy, Domingo de Resurrección, que espero me despoje de mis males y resucite la salud de mis hombros, tal como ha resucitado esta orquídea que compramos en Lid hace un año cargadita de flores, que a las dos semanas se cayeron todas, quedando solo el solitario tronco. Mi mujer no quiso tirar la maceta y la ha estado cuidando como a las otras, y esta mañana se ha dado cuenta de que  al tronco desnudo, despojado de belleza y arrinconado en un estante, le han brotado unos capullos que en breve se abrirán y llenaran de alegría mi terraza y nuestras almas.

En otro orden de cosas, hoy me he levantado cansado, he sacado a mi amigo Tomy, hemos desayunado los dos  y he preparado el desayuno de mi Carmen.

Cuando ella se ha levantado yo me he dado una ducha y me he pesado, como todos los domingos. Me alegra poder decir que a pesar de mi inactividad y de los excesos culinarios que hemos disfrutado algunos días, conservo mis 78 kilos, los mismos que conseguí caminando una media de 6 kms diarios desde el 2 de enero hasta el día del confinamiento. El día 1 de enero pesaba 85Kgs.

Mi amiga Lucía, madrileña y poeta (por ese orden), que trabaja en un laboratorio del CESID desde que RAJOY decretó la Reforma Laboral, y llevan a cabo un experimento para eliminar la obesidad que padecen el 39´001 % de los españoles y española ( mis respetos s la igualdad) me ha enviado el resultado de sus investigaciones en el susodicho laboratorio, y me ha animado a ponerlo en práctica como ha hecho ella, para así poner mi nombre como aval en el libro que publicará tal fantástico descubrimiento.

Resumiendo, para no liaros con los datos científicos:
Mi amiga Lucía se ha pesado y ha visto la pantallita marcaba 70`93  kilos, y ella lleva cinco meses intentando rebajar hasta los 70. Entonces ha puesto en práctica sus conocimientos científicos:
Se ha afeitado el pubis y los sobacos, y ¡Chachán!, el peso ha descendido a los 69´9. ¡Lucía está radiante de alegría!

Me dice por teléfono que no sea tonto y haga lo mismo; pero eso a mí no me dará resultado, pues tengo el pubis como un bebé, desde que otra amiga de Los Pedroches me dijo que si yo me depilaba con laser el pubis, tendría la picha dos centímetros más larga, pues el vello oculta la realidad.

 Y le hice caso.

 Ella me dijo, tras comprobarlo con el metro de costura, que ahora la tengo casi igual que la de su marido, lo cual me produjo tal  alegría, que  invité al matrimonio a comer gambas en Romerijo.
Pero eso sucedió hace seis años, y ahora mi hermanito cuelga muerto mirando al suelo como si hubiera perdido algo. Solo un milagro del cielo por ser Día de la Resurrección, puede solucionar mi problema. Concretamente le he pedido al Señor que me haga el mismo favor que al Rey David cuando era muy viejo y sentía frío en los huesos: 
La Biblia, 1 de Reyes, vesículos 1 y 2
1El rey David era ya viejo, entrado en días, y lo cubrían de ropas pero no entraba en calor. 2Entonces sus siervos le dijeron: Que se busque para mi señor el rey una joven virgen para que atienda al rey y sea quien lo cuide; que ella se acueste en tu seno y entrará en calor mi señor el rey.…

¡Así cualquiera!



jueves, marzo 19, 2020

¡HOLAAAAA! ¿CÓMO LLEVÁIS EL ENCIERRO?



¡Hola, kill@! ¿Cómo lo llevas? Creo que estáis tos acojonaos, habéis vaciao las estanterías de los supers y no hay mascarillas en ni en  España ni Europa para recoger vuestros mocos y taparos los  dientes amarillentos.

Po a mí me va la mar de bien, ¿sabes? Nunca me han sacado tantas veces  al día como ahora. Pero güeno, ná que agradecé a los chinos, que esos se comen a mis hermanos.
 Lo que tienes que hacé es guardar los tikes de tos los gastos y presentar  la  factura a esos listillos amarillos. Sí, no seas tont@, ¡hazlo! Que algunos diputaos que nunca han trabajao seguro que  van a exigir que les paguen los sueldos que han perdío por culpa del virus Corona, que pa ellos todo es posible desde su poltrona.

 Bueno, te dejo, que mi amo anda preocupao por tenerse que poné una mascarilla que usaba en los astilleros, pues si ahora liga poco,  cuando salga con esa cara a la calle va a ligar menos que el vino con la sal, y se va a quedar más solo que el caballo de bronce de la plaza del Arenal. Pobrecillo, no levanta cabeza con tantos males. Yo le sigo a todas partes, pero el capullo me ignora. ¡Ayns, cría cuervos y…!

jueves, febrero 27, 2020

LA LLAMADA DE LO SALVAJE, LA PELÍCULA


Hoy ha sido mi esposa la que ha elegido la película.
Yo quería ver “Parásitos”, la que se ha llevado los Oscars; pero de todas formas no había sesión a las 4 de la tarde y “La llamada de lo salvaje”, una novela clásica de 1903 de Jack London, nos gustó a los dos cuando, hace un par de semanas vimos el trailer en el cine. 

Pues hemos acertado, no creo que hubiera una película en las catorce saleas del Bahía Mar mejor que esta. Una película para niños y no tan niños, que muestra una historia preciosa entre un perro y un viejo aventurero. Los paisajes, ¡maravillosos! La naturaleza salvaje en todo su esplendor. Os la recomiendo. 

Sinopsis 

Cuenta la historia de Buck, un perro bonachón cuya vida cambia de la noche a la mañana cuando su dueño se muda de California a los exóticos parajes de Alaska, durante la fiebre del oro, a finales del siglo XIX. Como novato de un grupo de perros de trineo (y posteriormente su líder), Buck experimenta una aventura que jamás olvidará, encontrando su lugar en el mundo y convirtiéndose así en su propio amo. 

Reparto: 




jueves, enero 30, 2020

1917 La Película




Ayer lucía una tarde soleada y cálida que invitaba a salir de casa, donde en invierno da a penas el sol y se muestra oscura y húmeda, necesitando de calefacción cuando en la calle se está bien, y en vez de echarnos la siesta viendo la televisión nos fuimos a pasear, a lavar el coche y finalmente a merendar en el bar Cien Montaditos, del Centro Comercial. Luego entramos a una sala de cine para ver la película 1917.


La película, que se anuncia con 10 nominaciones a los Oscars, está interpretada magistralmente por dos jóvenes desconocidos. El argumento es la guerra, la cruda guerra.

Ha ganado el Globo de Oro a la mejor película y al mejor director, el premio a la mejor fotografía de la Asociación de Críticos de Chicago.

Nominada a los Oscars como la mejor película del año, mejor dirección, guión original, banda sonora, cinematografía, sonido, edición de sonido, diseño de producción, maquillaje y peluquería, y efectos visuales.


Viendo que los alemanes abandonan sus posiciones y huyen, dos batallones del ejército aliado se disponen a avanzar al amanecer. El mando superior se da cuenta, por las fotos aéreas, de que van a caer en una trampa. El general envía a dos jóvenes soldados con una carta para el oficial al mando con la orden de no atacar. Están en juego la vida de 1600 soldados y entre ellas la del hermano mayor de uno de los dos mensajeros. ¿Llegarán estos a tiempo de evitar el desastre? Esa es la historia real que nos cuenta la película.


A partir de ahí, trincheras fortificadas como nunca he visto en el cine; muertos, cadáveres de soldados y caballos por doquier y ruinas de aldeas abandonadas, Un argumento banal ya visto en otras películas. War- Horse, por ejemplo, fue una película de dos horas viendo trincheras embarradas llenas de cadáveres y campos con caballos muertos a merced de las ratas. Por otra parte en 1917 se usaba el fusil Mauser, un arma que podía disparar solo cinco balas sin detenerse a recargar. En la película 1917 creo que tenía un fusil automático de época posterior, porque el soldado mensajero disparaba sin cesar mientras corría. Por todo ello me quedé un poco sorprendido. Pero ya se sabe: para gustos, hay colores.


Yo esperaba otra cosa.

Pero las imágenes son asombrosas; la música maravillosa, y la interpretación de los actores, genial.

Si me pidieran puntuarla, yo el pondría un 7



lunes, diciembre 30, 2019

LAS DOCE UVAS

Foto de internet


Estoy cansado. Desde aquel inolvidable cumpleaños de la reina en que me  habían concedido el privilegiado puesto  de trabajo que ocupo, he estado asistiendo a los horrores de las guerras en diversos puntos del planeta, a las crisis del sistema capitalista, cuyos países se hundían irremediablemente ante los insolubles problemas que a diario se presentaban: huelgas y manifestaciones por las subida de precios de carburantes, por recortes en salarios, por reformas en las pensiones, por el chantaje de los nacionalismos, a la inmigración masiva, por el relleno de la fosa de El  Estrecho con cadáveres de desahuciados africanos hambrientos… Incluso hubo una larga y escandalosa acampada de cientos de personas ante sus narices. 

A pesar de realizar mi trabajo concienzudamente, me sentía vigilado estrechamente por los servicios gubernamentales, quienes me examinaban semanalmente, exigiendo un trabajo perfecto en el tiempo asignado. Cuando me retrasaba en la entrega, un equipo de técnicos llegaba a escudriñar las causas y me desnudaba totalmente, buscando la prueba de mi  deslealtad.

Estaba harto;  era hora de decidirme. Aprovecharía la concentración de personas más grande del año para expresar públicamente mis quejas. Y luego, que salga el Sol por Antequera, en Andalucía, la  maravillosa tierra que siempre he soñado con conocer.

Contemplé por última vez el paisaje que tenía ante mí. Me gustaba Madrid, donde  he pasado toda mi vida, donde he sufrido mucho durante los tres últimos meses a la espera de acontecimientos políticos importantes que podrían acabar en enfrentamientos en la plaza, destrozando bienes urbanos y escaparates, como aquella vez durante la guerra, que lanzaron una bomba que me hirió gravemente y luego, como si yo fuera el culpable,  me encerraron en esta torre, que da a los cuatro puntos cardinales, y tapiaron tres de mis cuatro ventanas privándome del privilegio de contemplar mi entorno.
Estos días, la ciudad brilla con millones de lucecitas adornando sus calles; el cielo muestra un aura luminosa  que no deja ver ni una sola estrella; la Plaza Mayor  está atestada de gente, no cabe ni un alma más. Mañana, en el instante preciso, saldré y me enfrentaré a todo el mundo, aprovecharé el momento en que todos me miren y les cantaré mis verdades. Luego pediré excedencia por un año  y me retirare a descansar.
El año pasado hice lo mismo. Yo creí que me iban a despedir fulminantemente; pero no es fácil despedir a un funcionario. Y menos con mi antigüedad.
Por eso sé que hoy se repetirá la historia:
 La multitud llenará la plaza y el ruido será insoportable. En determinado momento, alguien tocará una pieza detrás de mí y la bola del carillón bajará y sonará la primera campanada. No veré a nadie pero sabré que el vigilante me observará detrás de la máquina. Y se lo diré:
 —Señor, informe a sus jefes que yo  presento mi dimisión irrevocable…
  No me escuchará, él solo estará atento a mi tic tac.
Y entonces levantaré mis  brazos y juntaré mis manos arriba y gritaré con todas mis fuerzas una a una las doce condiciones que deben acordar conmigo, si pretenden que yo continúe en mi puesto.
          Y abajo en la plaza, miles de personas, ávidas de fiesta, dirigirán sus miradas hacia mí, se comerán doce uvas, una por cada una de mis exigencias, y luego elevarán sus copas y brindarán por mi continuidad  diciendo:

¡FELIZ AÑO 2020!
JUAN PAN GARCÍA

lunes, diciembre 23, 2019

UNA NOCHEBUENA ESPECIAL


 … A las once y media de la noche, los dos monaguillos salimos del colegio y entramos en la iglesia, situada al otro lado de la plaza. Braulio, el sacristán, nos estaba esperando. Una vez dentro, nos dirigimos a la escalera que subía hasta la torre, miramos hacia arriba por el hueco libre y cogimos cada uno una de las sogas que bajaban desde el campanario y comenzamos a tirar con fuerza de ellas. Las cuerdas nos levantaban del suelo a cada vuelta de las campanas. No hacíamos ningún esfuerzo, la inercia del movimiento nos hacía subir y bajar durante los tres minutos que tardaba cada toque: el primero, a las once y media; el segundo, a las doce menos cuarto y el tercero a las doce en punto. Casi todo el pueblo acudió a la misa del colegio. Como no cabían todos, abrieron las puertas de la capilla, que comunicaba con el salón de actos, y se habilitaron bancos y sillas para los asistentes.

   La misa comenzó y continuó su curso en latín hasta el «Ite misa est» final. En ese momento, el cura bajó hasta el reclinatorio central con el Niño Jesús en las manos y el  coro del colegio comenzó a cantar los villancicos. El alcalde, don Juan, fue el primero que se arrodilló para besar los pies del Niño; luego se levantó, dejó un billete de veinticinco pesetas en la bandeja dorada que yo mantenía a su derecha y regresó a su asiento. Al instante se formó una fila y todos los asistentes imitaron a su alcalde. Unos ponían un billete de cinco pesetas, otros solamente dos pesetas, una peseta, veinte… Nadie superaba al alcalde. Mi compañero y yo llevábamos la cuenta de quiénes eran los que más habían donado: el boticario, el zapatero, el de los ultramarinos Casa Duque, los maestros del colegio público, los guardias, etc. Una ancianita dejó un billete en la bandeja y se le cayó otro al suelo: ella no se dio cuenta y cuando se fue me agaché y lo recogí. Me lo guardé en la mano y con disimulo lo metí en el bolsillo de mi sotanita. Miré si alguien me había visto, pero todos estaban pendientes del avance de la fila. Además,  donde yo estaba la luz era escasa, solo estaba iluminado el altar mayor con una docena de cirios. Estaba seguro de que nadie me había visto, pero los ojos del Niño Jesús parecían decirme lo contrario. Me miraba fijamente con las manos extendidas y una sonrisa en la boca. Me avergoncé de lo que había hecho y saqué el billete del bolsillo y lo puse en la bandeja. Entonces vi con horror que la superiora me estaba observando. ¡Me  había visto! Yo pensé: «Ya estás acabado, Juanito. Mañana serás expulsado del colegio».
 Me puse muy nervioso, tanto que la bandeja temblaba en mis manos. Respiré con alivio cuando la fila llegó a su fin y me pude volver de espaldas a todo el mundo, no podía sostener la mirada de la madre superiora…

LEER MÁS EN EL LIBRO. ¡REGÁLATELO POR NAVIDAD!



miércoles, diciembre 11, 2019

MIDWAY, LA PELÍCULA



SINOPSIS

1942, Segunda Guerra Mundial. Seis meses después del ataque de Japón a Pearl Harbor, la Armada Imperial Japonesa se prepara para una nueva ofensiva. Pero el Almirante Nimitz (Woody Harrelson) y Dick Best (Ed Skrein), el mejor piloto de la armada estadounidense, preparan un contraataque al imponente ejército japonés. Mientras estos dos titánicos enemigos emprenden una letal batalla para cambiar el rumbo de la guerra, todas las miradas se vuelcan hacia el atolón de Midway, donde se encontraba la base militar estadounidense. Allí una serie de impactantes ataques aéreos y marítimos pondrán a prueba la potencia y la fortaleza de ambas naciones. Película no recomendada a menores de 12 años. 



La película es larga, 2 horas 20 minutos; pero se me ha hecho larguísima. 

Al principio me recordaba una peli de vaqueros en el Oeste americano, que en vez de caballos usaba aviones, lo que me echaba para atrás era la actitud chulesca del piloto mejor de la Armada, protagonista principal, quien masticaba chicle con un rictus despectivo mientras exponía su vida haciendo malabares con el aparato. Luego la cosa se puso seria y el piloto se volvió paternalista y buen compañero. 

Muestra con profusión de imágenes espectaculares varias batallas en el Pacífico entre portaviones y cazas americanos y entre estos con cazas japoneses, demasiado repetitivas, el film se podía haber hecho en 90 minutos. 

En conclusión, la película me ha gustado, pero no es para tanto. Como toda película bélica lleva su mensaje: propaganda militarista y mensaje moralista: sumisión del soldado a la autoridad militar, aun los que no aman la guerra, en favor de su país. Las esposas de los pilotos esperándoles en casa sin la más mínima preocupación sabiendo que luchan por el bien de la nación y del mundo. 

Para amantes del cine que trata de la Segunda Guerra Mundial. 

miércoles, diciembre 04, 2019

INTEMPERIE, la película


Mi esposa y yo hemos ido a ver la película INTEMPERIE.
Generalmente huyo del Cine Español, pero a veces surge una historia magistralmente dirigida e interpretada que te llega a los más hondo.
Intemperie es una de ellas.

Me la recomendó mi amiga la escritora M. Carmen Rubio, y casi siempre acierta: 5 de 6 recomendaciones me han resultado películas geniales. Una vez más, ¡gracias, M.Carmen!

Los críticos a veces buscan leña en el Polo Norte y a algunos se le nota que son de los que quieren que no se sepa la verdad de una época cruel e indecente. De una docena de críticas publicadas he rescatado esta que me parece refleja mejor el contenido:

"El relato es tenso, de intriga creciente, de terror controlado, de emociones secas (...) Zambrano lo filma con desolación, con regusto por el secarral y la miseria, física y moral. Las interpretaciones son tremendas (…) Puntuación: ★★★ (sobre 5)"
Oti Rodríguez Marchante: Diario ABC

Género: Drama. Thriller | Amistad


Sinopsis

Un niño que ha escapado de su pueblo escucha los gritos de los hombres que le buscan. Lo que queda ante él es una llanura infinita y árida que deberá atravesar si quiere alejarse definitivamente del infierno del que huye. Ante el acecho de sus perseguidores al servicio del capataz del pueblo, sus pasos se cruzarán con los de un pastor que le ofrece protección y, a partir de ese momento, ya nada será igual para ninguno de los dos.

Premios:
2019: Premios Goya: 5 nominaciones, incluyendo mejor película y guion adaptado

2019: Festival de Valladolid - Seminci: Sección Oficial (film inaugural)

domingo, noviembre 17, 2019

TERRA ALTA, NOVELA PREMIO PLANETA 2019





Acabo de leer la novela Terra Alta, premiada con el Planeta 2019, y la verdad es que me ha gustado mucho.

El autor narra la historia intercalando presente y pasado, y no ha sido hasta las cien últimas páginas que he completado el puzle y cada personaje ocupa el puesto que le corresponde en la trama, convirtiéndola en obra de arte.

Es una novela ambientada en la actualidad, comienza con los atentados islamistas en Barcelona, donde ser el agente que se enfrentó a ellos en Cambrils obliga a la Jefatura a proteger su identidad destinándolo a un pueblo escondido, donde se espera que él se relaje hasta que se tranquilice todo; pero en los pueblos sucede también que hay malos que parecen buenos y buenos que son malos. Entre unos y otros no le darán al protagonista ni un momento de respiro.

lunes, noviembre 11, 2019

EL DÍA DE LAS ERECCIONES,¡OH, PERDÓN! DE LAS ELECCIONES


Es frecuente  oír la expresión «Yo estoy de vuelta de todo», que  entiendo  significa que a uno le sobra  experiencia en cualquier ámbito.
Yo no es que me crea muy listo, al contrario: tengo tal ensalada de recuerdos en mi mente que éstos se mezclan sin previo aviso y como consecuencia me doy de ostias por todos lados. Un ejemplo de que «ya  estoy de vuelta» es que yo he sido Presidente de una mesa electoral. Entonces yo trabajaba en una fábrica, y aunque me venían bien las 7000 pesetas de dieta y el día de descanso siguiente al de la elecciones, no me hizo mucha gracia perder mi  descanso dominical.

Recuerdo que al recibir la carta oficial con el nombramiento me llené de orgullo; luego maldeciría a quién me puso en la lista. ¿No había otro entre los 2000 ciudadanos del distrito electoral nº1 de la Zona Norte que reuniese los requisitos? «La mesa electoral será formada por el presidente y dos vocales. Deben ser  menores de 65 años y que sepan leer y escribir. El presidente debe tener título de Bachiller o el segundo grado de Formación Profesional, o subsidiariamente, el de Graduado Escolar. Su presencia será obligatoria y recibirán una remuneración».



Aún recuerdo la experiencia: el día anterior al sufragio,  todos los elegidos para ocupar cargos en las múltiples mesas electorales de El Puerto de Santa María hubimos de acudir a  la sala de la Junta Electoral, sita en el Juzgado, para asistir  a una reunión informativa sobre los procedimientos a seguir, en la que se nos dijo que durante la jornada electoral siguiente seríamos la máxima autoridad en la sala de votaciones. Suena muy bonito, ¿verdad?  Bueno, pues verán que no siempre lo es.
 Al grano: Al día siguiente, tras constituirse la mesa, comenzaron a llegar los representantes de los partidos políticos que asistían en calidad de controladores, interventores llaman eufemísticamente a esa gente que están todo el día incordiando sobre si se debe hacer eso o aquello de ésta o ésa manera.
 Al principio todo marchaba sobre ruedas, pero al cabo de cinco horas comenzó a afluir la gente y yo sólo  pensaba en la comida. A los supervisores, sus partidos respectivos  políticos les traían bocadillos y bebidas, pero a mí nadie me traía nada y, acostumbrado como estaba a comer un bocadillo a las diez de la mañana y  la comida a las dos, el estómago me  chirriaba como la rueda de una carreta cargada de grava. No podíamos dejar la mesa sola, al menos dos personas debían permanecer  al frente.
  No fue hasta las cuatro de la tarde, aprovechando que no votaba casi nadie a esas horas, que dejé a los vocales a cargo de la mesa y en manos de los controladores durante  media hora y me fui a casa a comer.
El problema vino al final de la jornada, una vez cerrada la urna. Resulta que  ni yo, ni  ninguno de los dos vocales que me acompañaban, teníamos experiencia en el recuento de votos, ni mucho menos en rellenar todos los documentos que debían de acompañar la urna hasta la sala de la Junta Electoral del Juzgado.
En las mesas de  al lado había algunos que repetían como  presidente o vocal en precedentes elecciones y con picardía habían ido rellenando todos los documentos durante la jornada, a falta solamente de poner la cifra del número de votos válidos, los nulos y los blancos en cada uno de los más de veinte folios, cuyas copias debíamos entregar a cada uno de los interventores presentes. Por consiguiente, una vez contabilizados las mil y pico de papeletas y anotado las abstenciones, pusieron las cifras en los documentos y apenas  media hora después de cerrar las urnas ya estaban en mi  sala junto a mi mesa, sorprendidos por mi retraso y el guirigay que se había formado.
Los interventores, que ya tenían los resultados de las otras mesas, exigían sus hojas par poder marcharse y criticaban en voz alta nuestra incompetencia. Los periodistas locales también llegaron a preguntar por los resultados y la sala estaba llena y todos hablando o criticando hasta que se me inflaron las pelotas y ordené que guardasen silencio o  desalojaba la sala y cerraba la puerta. Entonces comenzaron a protestar y entró un policía. Se dirigió a mí y me dijo que la puerta  no se cerraba, que el recuento era público. Yo llamé por teléfono a la Junta Electoral y expuse mi problema. Les dije que con tanto jaleo y los incordios a los componentes de la mesa no nos aclarábamos y podíamos tardar toda la noche. Me dijo el Juez que se pusiera la policía al teléfono y así lo hice. Segundos después, el agente de policía, fulminándome con la mirada, cerró la puerta de la sala. Los asistentes guardaron silencio, y  entonces, con la ayuda de algunos interventores de distintos partidos, que rellenaron los documentos que  debíamos entregarles luego firmados, pudimos concluir el recuento.
 Pero eso no acabó ahí. Yo, como presidente, era el responsable de  la urna y de  las actas  originales, y  debía entregarlas en el Juzgado. Le dije al policía que me llevase en el coche hasta el Juzgado, a lo que él me dijo:
—¿Usted no tiene coche?
—Sí, pero quiero que usted me lleve
—- Es que...
—Es que usted está a mi servicio. Y si no lo cree, espere y llamo a que se lo confirme la Junta
— No. No...  Si a mí no me importa; yo le llevo. Como otros se han ido en sus coches...
— Allá ellos si les sucede algo y pierden la urna.

 Y esa fue mi triste experiencia como presidente de mesa electoral. En los días siguientes me encontré alguna vez en el bar con los agentes de policía (Solían dejar conectada  la emisora a toda voz en la calle para enterarse si los llamaban desde la central y ellos entraban en grupo a tomar café en el Bar El tejar), quienes me miraron despectivamente y ni me saludaron. Yo anduve mucho tiempo temiendo encontrármelos en un control.  Luego ya me olvidé de sus caras y supongo que ellos de la mía.
Pero ahora me alegro de estar jubilado y no reunir los requisitos para formar parte de una mesa electoral, sabiendo a lo que tienen que enfrentarse algunos presidentes, como el muy sonado escándalo de Alfaz del Pí:





  

miércoles, noviembre 06, 2019

¡VIVIR PARA VER!




DESFILE INTERNACIONAL DE LENCERÍA 2018, ¡MARAVILLOSO!

CUANDO EL MIRAR NOS DA VIDA
TODA `PERSONA ENMUDECE
EL CORAZÓN SE ENTERNECE
RÍE EL ALMA DEPRIMIDA

Juan Pan García

domingo, noviembre 03, 2019

FELIZ CUMPLEAÑOS. DE AMOR HERNÁNDEZ

Conocí hace tiempo, un alma Serena,

de esas que conoces y dejan huella.

Entendido del cielo y de la mar!

de la amistad y experto en lealtad.


Amigo de las letras y poemas,

hablábamos de poesía y problemas.

Tras charlas, la amistad se afianzaría,

Creando un anexo de unión y empatía

forjada en penas y alegrías

Y espero que sea para toda la vida.


Te deseo amigo un Feliz Cumpleaños y toda la felicidad del 

mundo.

Un fuerte abrazo.





miércoles, octubre 30, 2019

JOKER, LA PELÍCULA



Hoy es el último día de la Fiesta del Cine, y desde el lunes pasado ofrecen entradas al precio de 2`90 euros.

Yo vengo de ver la película Joker, y es sencillamente genial. Ganadora del León de Oro en el festival de Venecia, figura en todas las listas como candidata a los Oscars del año próximo.

Si no le conceden el Oscar al mejor actor al protagonista de Joker dejaré de creer en la imparcialidad y transparencia de la organización que los otorga y pensaré que, al igual que ciertos premios literarios, están concedidos por adelantado a quien más interesa a la empresa convocante.

Joker es impresionante, y aunque apenas el espectador se da cuenta, lleva una carga de profundidad contra el sistema; diría que Joker es un genuino anti sistema. Consciente de que el libro de gustos está en blanco y hay colores para todos los gustos, creo que es la mejor película que se ha estrenado en lo que va de año. La banda sonora es genial.
Ha arrasado en los EE.UU y en España va en cabeza en el número de entradas.
Os la recomiendo.


Género:Thriller. Drama | Crimen.


Sinopsis
Arthur Fleck (Phoenix) vive en Gotham con su madre, y su única motivación en la vida es hacer reír a la gente. Actúa haciendo de payaso en pequeños trabajos, pero tiene problemas mentales que hacen que la gente le vea como un bicho raro. Su gran sueño es actuar como cómico delante del público, pero una serie de trágicos acontecimientos le hará ir incrementando su ira contra una sociedad que le ignora. (FILMAFFINITY)
Premios
2019: Festival de Venecia: León de Oro (Mejor película)




viernes, octubre 11, 2019

NEGRO FUTURO EL MÍO




Viendo las noticias cada día, imaginando lo que va a suceder por culpa de estos políticos que están hundiendo al país y están tan ciegos que no se dan cuenta, y encima alardean de lo bien que lo hacen, reconozco que ha ido un error nacer hombre. 
En mi vida anterior fui un árbol, y aunque también se las traía estar de pie durante tantos años viendo a las vecinas sin poder tocarlas, al menos estaba tranquilo y no temía un desastre mundial como el que se avecina.

Había un árbol (o árbal, pues era hembra y como aquí hay que otorgarle el mismo derecho de igualdad, creo que debo llamarla así) que me provocaba mostrándome continuamente el trasero. Comenzó desde muy joven, a los quince ya se le adivinaban las intenciones, y allí estaba yo sin poder acercarme ni mirar hacia otro lado. El suplicio de Tántalo era un dibujito animado comparado con lo que yo sufría.

Su trasero me obsesionaba y me provocaba una muerte lenta. Más aún viendo a mi alrededor que otras parejas se lo pasaban bomba, pasando todos los días y las noches abrazados.

Y protesté. 

Envié al Creador una carta con una paloma mensajera, acusándole de ser injusto y diabólico por idear un mundo así, donde unos eran felices dando y otros muy desgraciados recibiendo. ¡Y yo en medio sin dar ni recibir! Le dije que no entendía lo que hacía, ni por qué lo hacía. Porque vamos a ver,—pregunté— ¿Qué propósito tiene el pasar toda una vida mirando un trasero situado enfrente y no poderlo tocar? 

Él se quedó mudo, reconocía que no era infalible porque no hallaba respuesta, pero no podía confesarlo porque debía mantener las formas. Y para zanjar el tema me prometió que en la siguiente vida — esta de ahora— sería un hombre y satisfacería holgadamente mi deseo de tener y acariciar traseros de mujer en todas partes del mundo.
—No me iras a convertir en bidé, ¿eh? —pregunté, no fiándome ni un pelo de sus promesas.
—¡Noooo, tranquilo! Serás un hombre y conocerás una generación abierta, donde las chicas lo enseñarán casi todo y practicarán el sexo fácil, ¡sexo, que no Amor! Eso será más difícil de encontrar.

Y así fue como me presenté en la Tierra.

Comencé desnudo porque después de la guerra no abundaba el dinero para comprar ropa. El poco que había se iba en la comida. De manera que comencé a ver muchas chicas ya desnudas desde la infancia; pero ahora, recapacitando y haciendo balance, creo que el Señor no fue sincero conmigo, porque me pasa lo mismo de antes: veo pasar muchos traseros bonitos en ropas ajustadísimas o en tanga en las playas, pero tampoco puedo acariciarlos. Ya será bueno que los mire y no se vuelva la chica y me lance un ¡viejo verde! o ¡acosador!, que hoy no se las puede ni piropear sin que llamen al 016.

En fin ya me queda poco de estar por aquí, pero he aprendido que uno no se puede fiar de nadie, ¡ni del que te dio la vida! La próxima quiero ser mujer, a ver si me miran los hombres como yo las miro a ellas y se acercan a acariciarme. ¡Prometo no decir ni múuu!