miércoles, marzo 30, 2011

IV ENCUENTRO DE POESÍA EN LA RED


El pasado día 26 de marzo se celebró en el Hotel Saray de Granada el IV Encuentro de Poesía en la Red. De los noventa poetas que se inscribieron hace dos meses quedamos cincuenta, y eso permitió leer dos poemas cada uno en vez de uno solo como estaba previsto. Los míos ya los conocéis, porque los publiqué en este blog en su día: «Atardecer en Granada» y «Tu nombre».

El Saray nos reservó una sala muy coqueta e íntima para el recital, y fuimos pasando uno a uno por el escenario. Nos dio la bienvenida el poeta y escritor granadino Gregorio Morales, dedicándonos un poema que me emocionó tanto que se me anudó la garganta. Se lo he tomado prestado al amigo Gregorio para que lo podáis leer aquí:

La Alhambra de Granada a los poetas virtuales

Alzaron mis muros sólo
para que los poetas
cantaran mi belleza.

Mis paredes están construidas de poesía.
Mis torres, mis adarves y mis fuentes
están hechas de versos.
Mis ladrillos son poemas sobre poemas.

Soy una ciudad invisible,
cerrada para muchos y abierta para pocos.
Multitudes se estrellan en mis paredes.
Contados ven el espíritu tras mis adobes.

¡Gracias por venir, poetas virtuales!
Cada uno de vosotros es una torre.
Vuestros versos son una Alhambra paralela.

A mí vienen los poetas del cielo.
Los poetas de la tierra
acampan en las afueras.

Los poetas de la tierra son esclavos.
Tienen que franquear policías y fronteras
y nunca cantan cuando quieren.

Los poetas del cielo viven sin ataduras.
Cantan lo que aman
en el momento que aman.

Los poetas de la tierra, cuando quieren cantar,
van a un editor.
A los poetas del cielo les basta con hacer click.
Los poetas de la tierra,
cuando quieren ejercer de poetas,
se arrodillan ante un vate.
A los poetas del cielo les basta con entrar en la red.
Los poetas de la tierra se cierran en grupos
y se hieren en batallas.
Los poetas del cielo abominan de los ejércitos,
son solitarios, piensan, aman y duermen en paz.

Vosotros, poetas virtuales, poetas del cielo,
¡no emuléis a los poetas de la tierra!
Vosotros sois la Alhambra de la poesía.
La Alhambra no ama ser Nueva York.
Los poetas de la tierra van a Nueva York,
pero los poetas del cielo vienen a la Alhambra.

¿No veis que yo guardo celosamente mis secretos?
¿Qué soy áspera por fuera y sublime por dentro?
Los poetas de la tierra no se conocen a sí mismos.
Los poetas del cielo excavan para encontrarse.

Sólo se puede ser uno mismo
fuera del glamour y de la gloria.
¡Evitad los agujeros negros
y venid a mí!
En mis jardines aflora
la música secreta que os define.

¡Seguid como sois, poetas del cielo!
Lo tenéis todo.
Vuestros medios son invisibles
como el alma es invisible.

Los poetas de la tierra
se traicionan y se venden.
¿Cómo vais a traicionaros vosotros
si los milagros fluyen de vuestras manos?
¿Si estáis en todas las partes
y habéis vencido el tiempo?
A solas con vuestro ratón mágico
construís invisibles paredes,
con versos invisibles
que edifican torres invisibles
donde habita el duende.

No habéis venido a mí por casualidad.
Os pido que seáis
tan sólidos como mis cimientos;
tan inasequibles como mi historia;
tan fuertes como mis muros;
tan dulces como mis versos;
tan etéreos, tan misteriosos
como los príncipes que habitaron en mí.

Una multitud secreta vive en mis palacios.
Una multitud de almas
que se buscan, se aman y se abrazan
como vosotros en Internet.

¡Miraos al espejo, poetas virtuales!
Y me veréis a mí.
Y me veréis como soy.
Mi rostro es el vuestro.
¡Bienvenidos a mi reino!
¡Llevaos mi magia!
¡Dejadme la vuestra!

http://lorealinvisible.blogspot.com/2011/03/la-alhambra-de-granada-los-poetas.html?showComment=1301427276105#c3620514285478651735

Finalizada la primera ronda de poemas, hubo un descanso de media hora en los jardines del hotel, y merendamos café y dulces. Seguidamente entramos de nuevo en la sala para recitar la segunda ronda de poemas.

Al finalizar pasamos al comedor reservado para los participantes en el evento poético y dimos cuenta de una abundante y exquisita cena en la que compartimos experiencias y proyectos unos con otros y pasamos de ser conocidos virtuales a amigos reales.

La organizadora del encuentro, Marian Gardi, celebró su cumpleaños tras la cena y todos brindamos por ella con Cava.

El acto, que comenzó a las cuatro de la tarde, acabó a media noche, y algunos se fueron luego de copas por Granada. Mi mujer y yo nos fuimos a la cama, estábamos agotados tras haber subido a pie al Albaycin y recorrido luego media ciudad sacando fotos y tapeando.



martes, marzo 29, 2011

¡ YA ESTOY AQUÍ !


Hola, amig@s: Acabo de regresar de un viaje a Granada, maravillosa ciudad que me ha enamorado. He tomado alrededor de 800 fotografías que voy a ir clasificando y compartiendo poco a poco con mis amig@s internautas por este orden:

Espectáculo flamenco en la zambra de María la Canastera. IV Encuentro de poetas en la Red. Visita a la Alhambra. Jardines del generalife. El Albaycin. Selección Española en Granada.

Ciudad de Granada. Parques y monumentos. Parque de las Ciencias. La Catedral y la Capilla Real. Las Alpujarras.

Hoy les mostraré las fotos de mi visita al barrio de Sacromonte para asistir con los poetas participantes en el IV Encuentro de Poesía en la Red a un espectáculo flamenco en la Zambra de María la Canastera.

El espectáculo comenzaba a las once de la noche, y pasamos por la orilla del río Darro, en el fondo de un barranco que separa la Alhambra del Albaycín. La Alhambra lucía mágica en la cumbre de la colina

De María la Canastera poco puedo decirles, sólo la conocía por el nombre y algunas canciones que le escuché cantar a mi madre. Mejor será que les muestre la información que aparece en internet:

María Cortés Heredia, bailaora conocida como La Canastera, hizo de su zambra en el Sacromonte un lugar universalmente famoso. Nació en Granada el 27 de febrero de 1913, hija de Juan Cortés El Cagachín, quien trabajaba el mimbre haciendo canastos.

Se inició artísticamente muy joven en las zambras sacromontanas. Enseguida se destapó como una artista consumada de difícil imitación, que hizo de la zambra una profesión de fe artística y personal. Grabó varios discos de gran éxito en su época, realizó diversas salidas con su grupo a distintas ciudades españolas y extranjeras y actuó en 1966 en la Feria Internacional del Campo de Madrid.

Fue reclamada por Angelillo y Pepe Marchena para ser inmortalizada, junto a la inolvidable Carmen Amaya, en la película María de la O. Bailó ante Alfonso XIII y está considerada como una de las artistas más representativas del flamenco granadino. El mundo del arte, la cultura y el espectáculo hicieron de su cueva una parada obligada.

Esta famosa artista recibió en el mismo lugar a personajes mundialmente conocidos. La ciudad de Granada, agradecida, le ha dedicado un monumento en bronce en el Paseo de Colón,en pleno centro de la ciudad. En las paredes interiores de la cueva se ven fotos de las siguientes personalidades:

Claudia Cardenal
Reyes de España
Reyes de Bélgica
Duque de Windsor
Severo Ochoa
Manuel Santana
Fernando Esteso
Yull Brinner
Telly Savalas
Grana bailarín Antonio
Lola Flores
Manolo Caracol
Rocío Dúrcal
Marujita Diaz

Pues allí mismo estuve la noche del 25 de marzo acompañado de mis amig@s poetas. Los descendientes de María continúan la tradición cantando y bailando ante su público, al que invita luego a un vasito de vino. Fue algo inolvidable.

Al salir de la cueva, la Alhambra, contenta de vernos e intuyendo que algunas de nuestras poesías serían en su honor, nos saludó con destellos mágicos de su luz inspiradora.

Al día siguiente teníamos el IV Encuentro de Poesía en la Red en el hotel Saray. Un acto que ocuparía toda la tarde con un descanso para merendar y una copiosa cena al finalizar. Medio centenar de poetas llegados de diferentes lugares de España, participaron leyendo dos poemas cada uno.

martes, marzo 22, 2011

ME VOY DE VACACIONES

Querid@s amig@s:

Durante unos días, mi esposa y yo estaremos en Granada. Allí espero conocer personalmente algun@ de vosotr@s en el IV Encuentro de Poesías en la Red y compartir de viva voz nuestros poemas y experiencias, pasando unas horas juntos visitando lugares típicos y de copas.

Intentaré traer el coche lleno de fotografías para compartirla aquí con ustedes. Espero que no me denuncie la Guardia Civil de Tráfico por traer fotos, dada su insaciable voracidad recaudatoria. Una vez me denunciaron por conducir llevando un plátano dentro de la oreja.

Iba yo tan tranquilo escuchando la radio a todo volumen —claro, con el plátano dentro del oído no me enteraba— cuando de pronto me adelantó un motorista y me hizo seña de que parase. Antes de preguntar nada, sacó su libreta de multas y comenzó a escribir; luego me pidió la documentación.

—¿Qué pasa, guardia, he hecho algo mal?

Y el agente que empieza a mover los labios y a gesticular como si estuviera lelo.

—Hable usted más alto, por favor, que con el plátano no me entero.

Y el tío va y me da un manotazo que lanzó el dorado fruto contra el parabrisas, y luego dijo:

— Está usted conduciendo temerariamente.

—¿Yooooo? ¡Pero si iba a 90!

—No es eso: al llevar ese objeto en la oreja provoca distracción en los otros conductores y puede ocasionar un accidente grave. —me dijo el tío que había escondido tras las enormes gafas de sol.

—¡Pero eso no está prohibido! Lo que está es llevar en la oreja el teléfono móvil respondí yo muy exaltado.

Para nada, el tío fue inflexible y se hartó de escribir en la libreta. Me aseguró que además de la multa me iban a quitar hasta los puntos que me dieron cuando me operaron del apéndice.

Y cuando llegué a casa me puse en contacto con www.todomultas.com, esa agencia que promete quitar las multas, y le expliqué el caso. Según me han dicho voy a ganar, pues en el Código de Circulación no dice nada contra los plátanos. Además, tengo el apoyo del Presidente de la Comunidad de Canarias, que se ha tomado el incidente como una afrenta a su Comunidad y una discriminación a su fruto emblemático.

Bueno, perdonad que haya desvariado un poco. Cuando uno se hace mayor pasan cosas raras: a unos se les va la memoria, y otros, como es mi caso, lo recuerdan todo aunque no sepan luego de qué esté hablando y se pasen de Sierra Morena al jamón de Jabugo. Lo que os quiero decir es que el kiosco va a estar inactivo diez días y tampoco voy a poder visitaros. Sed generosos conmigo y no me lo tengáis en cuenta.

Abrazos.

domingo, marzo 20, 2011

El POLLO AL AJILLO de CARMEN

Ingredientes para 4 personas: 1 pollo cortado en trozos o 1 kg de muslitos de pollo; sal, pimienta, ajo,1 hoja de laurel, 1 vaso de vino blanco

En una sartén se sofríe el pollo, y cuando esté sofrito se saca y se echa en un plato.

Tomar una cabeza de ajo grande, o dos cabezas si son pequeñas, se cortan los ajos en rodajas y se sofríen.

Cuando estén bien doraditos se agrega el pollo, el laurel, un poco de sal, pimienta molida y el vaso de vino.

Se remueve todo para que tome el gusto y se añade un par de vasos de agua.

Dejar que se consuma el líquido removiendo el pollo para que tome el sabor hasta que quede una salsa espesa.

Servir según preferencias: arroz blanco, patatas fritas, verduras…

viernes, marzo 18, 2011

ALERGIAS DE PRIMAVERA


Dicen las malas lenguas que no eres buena, que sólo aspiras a disfrutar,

Cuentan que no hay cama que te resista ni hombre bueno a respetar... Dicen que en tus apasionadas veladas gimes y gritas tanto, que se alejan las palomas que duermen en el alféizar de tu ventana y ni las golondrinas han regresado este año para anidar en el alero de tu tejado en primavera.

Eso dicen las malas lenguas... Lo mismo que repite tu ex-marido en los bares, en la barbería y en sus partidas de dominó.

Pero hoy te he visto acompañar a tu hijito al colegio, y le has comprado un chuche en el kiosco de al lado y le has besado. El niño ha entrado en la escuela diciéndote adiós con la mano. Y luego tú te has acercado a la parada lentamente, secándote las lágrimas de tus ojos hinchados, y has subido en el bus para ir a trabajar. Al conductor, que te observaba sin decir nada, le has explicado: «Es la alergia de la primavera».

martes, marzo 15, 2011

¡ASCO DE TIEMPO!

Imagen de internet

Había escampado hacía rato, pero el cielo estaba gris y una masa de nubes muy oscura se acercaba por el Sur, presagiando un nuevo chaparrón en cualquier momento. La calle lucía llena de charcos, que reflejaban los edificios de fachadas encaladas, moteadas de zonas descascarilladas por el azote del sol y del viento.


La puerta del bar se abrió y entró un hombre alto y delgado. Tenía un aspecto desaliñado con su barba pelirroja de varios días; vestía pantalón de algodón marrón, camisa gris bajo el chaleco negro, botines camperos y un pañuelo rojo anudado en el cuello. Antes de que se cerrase la puerta Antonio, el dueño del local, pudo ver a un perro famélico, de color blanco y cabeza negra, con la pata levantada y meando en una puerta en la acera de enfrente.

El vaquero se acercó sin quitarse el sombrero de fieltro negro, saludó con un gesto a la media docena de hombres que ocupaban las mesas y se acodó en el mostrador.

Antonio puso una copa delante y la llenó de vino, luego se volvió de espaldas, cortó unas rodajas de morcilla de hígado y una rodajita de pan y se las puso en un platillo al lado de la copa.

El vaquero comenzó a despojar de la piel a la morcilla.


— ¡Asco de tiempo! —exclamó


Antonio le miró un momento y se alzó de hombros; los parroquianos guardaron silencio. En medio del estante de botellas situado en la pared, un cartel aconsejaba: “Ahorra agua; bebe cerveza”.


De pronto se abrió la puerta y una figura se perfiló en el umbral. Todos se quedaron mirando en silencio. Era un hombre bajo y gordo; vestía totalmente de negro, calzado con botas camperas de alto tacón y espuelas de plata, y de su cintura colgaba una pistolera con dos revólveres relucientes.

El recien llegado avanzó hacia el vaquero mirándolo fijamente a los ojos.


—¡Hombre, te andaba buscando! Contigo quería yo hablar…

—Pues aquí me tienes.


El recien llegado tomó la copa del otro y sin decir nada se la bebió de un trago.


—¡Oye, tío, te has pasado,¿eh? !No me toques los cojones! Si quieres beber, pide una copa; pero no vuelvas a beberte la mía porque te desguazo la cara de una hostia, y van a tener que echarte el yodo con una escoba.

—Eso no lo dirás en serio, ¿verdad? —respondió el gordo en tono amenazador.

—¡Sí, lo digo muy en serio! —dijo el otro.

—¡Ah, bueno…! Porque yo no aguanto bromas.

—¡Mira, ya no aguanto más! Vamos a la calle.


Y ambos salieron del bar; los parroquianos se levantaron de sus sillas y salieron tras ellos. El cielo presentaba un claro grande azul y la gente salía de sus casas luciendo atuendos variados y muy originales. A un centenar de metros, en el centro de la plaza, un grupo de chirigoteros se preparaba para actuar sobre un tablado.


—Si se mantiene el tiempo así, desfilarán las carrozas de la cabalgata —dijo el gordo.

—Dios te oiga, compi, porque mucha gente lleva todo el año preparándose para eso.


Al final no pudo ser, y las cabalgatas del Carnaval se han aplazado en todas las ciudades de la Bahía de Cádiz.

sábado, marzo 12, 2011

¡HOY TOCA BERZA !



Ingredientes para cuatro personas:
½ kilo de garbanzos, ¼ judías verdes, una patata y ¼ de calabaza, un trozo de morcilla, otro de chorizo, media manita de cerdo, un trozo de tocino y 1/4 carne de cerdo.

Los garbanzos se ponen a remojar doce horas antes en una vasija. Deben permanecer cubiertos de agua con un poco de sal. Si usted prefiere la berza con garbanzos y habichuelas blancas, debe remojalas al igual que los garbanzos y echar ¼ kilo de cada (*)

Si se hace en olla Express, se echan todos los ingredientes limpios a la vez en la olla con agua que los cubra y una cucharada de aceite de oliva. En veinte minutos estará lista.

La Berza tiene mejor sabor si se come al día siguiente de haberla hecho, porque está toda más esponjada.

En una olla normal es más laborioso, pues si se echan los ingredientes juntos se deshacen algunos antes que estén tiernos los otros.

Carmen echa primero la carne y los garbanzos, espera que estén casi tiernos y luego añade la calabaza, el chorizo, la morcilla y la patata. Es más lento y se necesita estar pendiente del guiso para ver cuándo añadir la calabaza y demás ingredientes y cuando está todo listo para comer.

(*) Nota: La auténtica Berza andaluza lleva garbanzos y alubias blancas; pero a mi hijo no le gustan las alubias y, claro, mi esposa las hace a su gusto para que el niño coma. El niño tiene ya 35 años.
Orden de preferencias para mi mujer:
Cuando nos casamos, yo ocupaba todo su corazón.
Cuando nacieron los hijos, me desplazaron a un lado.
Cuando llegaron los nietos, desplazaron a los hijos. Éstos, a su vez ,me empujaron a mí.
Ahora yo intento llamar su atención apretujado contra la pared del enorme corazoncito de mi Carmen.

lunes, marzo 07, 2011

¡ FELICIDADES, MUJER !


Sin ti, Mujer, no existiría la primavera. El invierno sería eterno, todo sería oscuro y frío…

Nada tendría sentido y, sin remedio, moriríamos sin tu cariño.

Y aun sabiendo que no bastan los días de mil calendarios para dedicarte la admiración y respeto que mereces, quiero unirme al mundo entero en este señalado día, para decirte cuánto te quiero… cuánto te necesito.

¡Felicidades, Mujer!

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domingo, marzo 06, 2011

EL DISCURSO DEL REY


Hace 15 años, entré por vez primera en el Registro de la Propiedad Intelectual de Cádiz para registrar mi poemario “NOSTALGIA”, cuyo prólogo sobre el Amor recordaba la romántica historia del rey que abdicó de la corona para casarse con una plebeya.

Cuando escuché que el Oscar a la mejor película del año 2010 se lo otorgaban a “El discurso del Rey”, una obra que refería esa historia, me prometí ir a verla, convencido de que se trababa del romance de Eduardo VII y Wallis Varfield. Hoy he salido con mi esposa a desayunar en la zona recreativa Bahía Mar y luego he visto que esa película estaba en la cartelera del multicines y hemos entrado a verla.

Me he llevado la sorpresa de que la película no trata el romance de Eduardo VII, sino más bien de sus consecuencias: al abdicar al trono debía sucederle su hermano pequeño, un tartamudo incapaz de pronunciar tres palabras seguidas ante la corte, y menos aún pronunciar el discurso navideño ante los micrófonos de la BBC.

Me ha impresionado, hasta emocionarme, la gran calidad de los actores, pues la interpretación es genial por parte de todos. Sobre todo Colin Firth, en su papel de tartamudo, y Geoffrey Rush en el de logopeda.

La fotografía, el ambiente de época; el guión, que reúne historia, humor, drama y épica, unido a la sencillez y la magistral interpretación de sus actores convierten esta película en una de las mejores que he visto en los últimos años.

El discurso del Rey destaca por ser un drama épico elaborado a partir de la superación de un tartamudeo y por la relación entre dos personajes incompatibles que acaban construyendo una amistad que perdurará siempre. Es un film conmovedor acerca de lo que es la verdadera amistad, que destaca el valor del trabajo y la dignidad humana, y demuestra que el triunfo es posible si se busca con tesón.

Lo que impresiona es que con tan pocas cosas hayan logrado tan buena película: no hay efectos especiales ni apenas vistas exteriores, toda ella se rueda en salones de palacio ya existentes y en un apartamento: la vivienda del logopeda. No se muestra ni un escote ni pierna ni desnudo, lo que demuestra que para hacer una película maravillosa y que coseche éxito no son necesarias las sesiones obligadas de sexo sin venir a cuento que tanto prodiga el cine español. Anoche, por ejemplo, emitieron por TVE la película Amantes, con Victoria Abril, una película con argumento incierto que dedica un tercio de su tiempo a revolcarse en la cama y enseñar culos. Y no es que no me guste verlos, sino que cuando yo deseo sexo no voy al cine.

El discurso del Rey me ha hecho reír, ponerme serio, emocionarme hasta anudarme la garganta y sentir picor en los ojos. Y, sobretodo, me ha ilustrado y entretenido con una bellísima historia real que permanecerá para siempre en mi memoria.

Yo os la recomiendo.

El discurso del Rey ha obtenido 4 Oscar: Mejor película del año, mejor Director, mejor actor y mejor guión.

Sinopsis oficial de El discurso del rey

Tras la muerte de su padre, el rey Jorge V (Michael Gambon), y la escandalosa abdicación del príncipe Eduardo VII (Guy Pearce), Bertie (Colin Firth), afectado desde siempre de un angustioso tartamudeo, asciende de pronto al trono como Jorge VI de Inglaterra. Su país se encuentra al borde de la guerra y necesita desesperadamente un líder, por lo que su esposa Isabel (Helena Bonham Carter), la futura reina madre, le pone en contacto con un excéntrico logopeda llamado Lionel Logue (Geoffrey Rush). A pesar del choque inicial, los dos se sumergen de lleno en una terapia poco ortodoxa que les llevará a establecer un vínculo inquebrantable. Con el apoyo de Logue, su familia, su gobierno y Winston Churchill (Timothy Spall), el rey supera su afección y pronuncia un discurso radiofónico que inspirará a su pueblo y lo unirá en la batalla.

sábado, marzo 05, 2011

EL SALÓN DORADO

¡Al fin he acabado de leer este libro!

Me he propuesto hacer lo mismo con los cinco que tengo a medio leer en mi vitrina, entre ellos Los pilares de la Tierra, y Apocalipsis. Son regalos de mis hijos y de una amiga parisina, y no quiero hacerles un feo.

Sí, ya sé que ustedes se lo han bebido, como todos esos de Harry Potter, pero el libro de gustos, ya saben: está en blanco.

El libro El salón dorado me lo regaló el Círculo de Lectores en 1990 cuando me asocié por segunda vez . Lo dejé pronto, apenas leí treinta páginas: no me atrapaba y me parecía una historia increíble.

Sí, ya sé que la literatura fantástica está de moda y cosecha mucho más éxito que otros géneros aunque lo que muestra sea increíble. Pero pienso que el que compra un libro o una entrada para una película de ese género lo hace sabiendo lo que hace y porque le gusta. Difícilmente se aceptaría en una película de alemanes como El Hundimiento que salieran monstruos volando ni espadas de fuego. No; una cosa es escribir sobre la realidad y otra la fantasía.

Pero vayamos al Salón Dorado, cuya contraportada lo presenta así:

El libro está bien escrito, es de fácil lectura y contiene acción y aventura. Sin duda alguna la obra satisface a muchos lectores, pero creo que no basta con que una historia esté bien escrita y sea amena; debe ser creíble.

Dos hermanas se aburren en una pequeña ciudad del sur de EE.UU. y viajan por Europa y otros países, donde trabajan como prostitutas en casas de citas, y al cabo de tres o cuatro años se retiran y montan en Chicago el prostíbulo más famoso y lujoso del mundo. Allí acuden los personajes más selectos de la sociedad americana, incluso hay un príncipe extranjero que viaja hasta esa ciudad expresamente para disfrutar de las bellezas del local.

El club tiene un lujoso restaurante en la planta baja y, sobre ella, varios salones diferentes para usarlos según la nacionalidad y cultura de sus clientes: salón árabe, salón chino, nórdico, europeo, etc...

Todos los salones y suites lucen objetos caros, importados de los más lejanos lugares del mundo: pianos, alfombras persas, fuentes, lámparas y esculturas, bañeras, grifos y vajillas… La mayoría de ellos, de oro macizo.

Al llegar aquí ya me parecía increíble que dos mujeres que viajan a Europa puedan ganar tanto dinero en dos o tres años ejerciendo la prostitución como para montar un negocio de tal categoría.

Yo no soy mujer, pero creo que una chica virgen no da alaridos de placer ni siente orgasmos ni exige más cuando un pene descomunal la penetra por vez primera.

Tampoco me creo esta historia: una mujer bella, que a sus treinta años es la encargada de Relaciones públicas del Alcalde en el Ayuntamiento, recibe la orden de éste de acompañar y mostrar la ciudad a un joven de Texas, que viene a la ciudad para casarse tres días más tarde con la heredera de la mayor empresa cárnica de EE.UU. Ambos se enamoran durante el paseo y prometen casarse cuanto antes. El chico, que en realidad está arruinado y no sabe cómo pagar sus deudas, rompe el compromiso con su novia, tan dulce y tan hermosa como millonaria, perdiendo la oportunidad de librarse de la quiebra para casarse con la funcionaria del Ayuntamiento.

La nota dramática y misteriosa la pone el médico que controla la salud de las prostitutas que trabajan en el prostíbulo. Acude un día a la semana, las examina y luego las va invitando una a una a ir a su casa, donde las viola, las asesina y las hace desaparecer.

Es un libro que hace veinte años quizás llamase la atención por la explicita descripción de los actos sexuales (hay dos o tres fragmentos que yo encuentro pornográficos), en un país que recientemente había sufrido la censura; pero que hoy, donde hasta los niños saben lo que son los preservativos y que ellos no vinieron de París, esos señuelos no interesarían a nadie.

No me ha gustado nada. No me extraña que Círculo de lectores me lo regalase. Me ha recordado una frase que dijo el poeta y escritor José Manuel Caballero Bonald, en una conferencia sobre el vino de Jerez: “Lo bueno no se regala; hay que pagarlo”

viernes, marzo 04, 2011

MÁSCARAS

Óleo de la artista argentina Liliana Lucki

Creía la ninfa que siempre gobernaría los corazones de los hombres, doblegándolos a sus caprichos

Creía ella que la belleza la seguiría siempre, como los insectos del bosque. Buscaba a toda costa el éxito sin mirar atrás, ignorando las llamadas del amor. Cual mariposa primaveral, jugaba con los sentimientos que provocaba en su entorno.

Esta mañana se ha detenido ante el espejo y ha visto una máscara.

«Estamos en Carnaval», ha dicho para justificar la cruel realidad: No era sino una mujer madura, ególatra y patética adicta a los maquillajes, que ahora se plantan en huelga.

jueves, marzo 03, 2011

POLLO AL VINO TINTO

La primera vez que comí este menú fue un día de Navidad en un restaurante situado junto a la estación de metro Rambuteau, en París. Lo recuerdo bien porque me invitó mi jefa y se enfadó luego conmigo porque de segundo plato repetí el primero. No estaba acostumbrada a eso y mi jefa parecía avergonzada de mí y no cesaba de mirar de reojo a los comensales mientras me reprochaba que no supiera comportarme. Pero luego su semblante cambió cuando el chef en persona vino a saludarme, sonriendo muy feliz. Estaba muy contento de que su “coq au vin” me hubiese gustado tanto, me preguntó de qué región de España era y dijo que esperaba comentase con mis amistades mi experiencia en su restaurante. Cumplí su deseo y llevé al restaurante a varios amigos y amigas españoles.
Años más tarde, viajando por el sur de Francia con mi esposa, lo volví a comer. Carmen aprendió a hacerlo y de vez en cuando me lo hace.

Ingredientes:
2 Cebollas grandes.
1Pimiento rojo grande
Pimienta
½ Litro de vino tinto
1 Pollo de 1,300 gramos (poco más o menos)

Lo primero que hay que hacer es cortar las cebollas y el pimiento en pequeñas rodajas, y trocear el pollo.

En una sartén poner un poco de aceite y sofreír los trozos de pollo. Una vez sofrito el pollo se saca y se pone aparte.
En el mismo aceite se echa la cebolla, y cuando esté doradita se añade el pimiento. Freírlo todo.
Después se agrega el pollo, la sal, un poco de pimienta y el vino.
Se deja cocer hasta que el pollo esté tierno.


Cuando esté tierno se sacan los trozos de pollo y se ponen en un plato.
La salsa se pasa por el pasapurés.
Luego se echa en la sartén el pollo y la salsa y se vuelve a calentar hasta que esté a punto para servir.


¡Y ya está! Espero lo prueben y les guste.
Se puede servir con patatas fritas, puré o menestra de verduras.
Nosotros nos hemos puesto a régimen y lo acompañamos con cualquier clase de ensalada. Esta vez fue una de canónigos.

martes, marzo 01, 2011

ROSITA CAMACHO, MI AMIGA

Los inviernos en la sierra de Madrid eran duros, y siempre cogíamos algún catarro cuando nos levantaban a las seis de la mañana y atravesábamos los trescientos metros de parcela que separaba el pabellón de los niños del edificio central para oír la misa.

Íbamos vestidos con pantalón corto, de pana azul; camiseta interior enguatada, de manga larga; y, sobre ella, nos enfundábamos un jersey azul marino, de cuello abotonado sobre el hombro; de calzado usábamos calcetines largos y botas de cartón, imitación piel, marca Segarra, que se mojaban al hundirse en la nieve y se despellejaban en la puntera al jugar al fútbol. Cuando llegábamos a la capilla del colegio, las niñas ya nos esperaban leyendo sus misales sentadas en los bancos de las primeras filas

A veces los catarros devenían pulmonías o tosferina y las monjas hubieron de habilitar una sala dormitorio junto a la clínica para aislar a los que la padecían. No dejaban entrar a nadie por miedo al contagio; pero nosotros entrábamos furtivamente para visitar a algún amiguito, con el deseo tal vez de contagiarnos y unirnos al grupo de enfermos movidos por la excelente comida que les ponían: puré de habichuelas, puré lentejas, puré de patatas, tortillas de patatas, mortadela, huevos fritos, plátanos… cosas que nosotros en el comedor no probábamos, pues nuestra dieta, invariable, era la siguiente:

Desayuno: taza de leche, pan y carne de membrillo.

Almuerzo: un plato de arroz caldoso y amarillo con bacalao, y una naranja o manzana.

Merienda: pan y una onza de chocolate

Cena: coles hervidas y un trozo de queso.

Mientras estábamos arrodillados en la capilla durante la misa, nos llegaba el olor de la cocina. Entonces cerrábamos los ojos y nos concentramos para adivinar qué era lo que preparaban las monjas para desayunar ellas: huevos fritos, tocino, sofrito de coles con patatas y ajito…

¡Así estaban ellas! Cuando llegaron al colegio para reemplazar a las misioneras, parecían escobas largas y enlutadas, que caminaban encorvadas por el peso del velo, y al cabo de seis meses, se convirtieron en barricas, caminaban sacando vientre y mirando alto, y sus caras lucían hinchadas en la prenda de tela blanca almidonada que enmarcaba sus rostros bajo el velo negro

Mis padres venían a visitarnos cuando podían. A veces nos llevaban a su lugar de trabajo, donde mi padre criaba gallinas en un rincón de la finca, yo no me cansaba de verlas.

Sor Benigna era la encargada de la enfermería, y cuando escuchaba toser o estornudar a algún alumno enseguida le ordenaba de acompañarla a la clínica, donde le auscultaba y le daba alguna pastilla de OKAL o inyectaba algún medicamento. Si era grave, lo aislaba enseguida en la sala de enfermos hasta que llegaran los médicos.

Y eso fue lo que le ocurrió a Rosita Camacho, una niña de diez años.

Rosita era muy bonita: delgada, alta y morena, de ojos negros y pelo ondulado; era la novia de Manolín Berrocal. Allí todos teníamos novia, era fácil echarse novia: ellas no lo sabían, pero nosotros las elegíamos, y todos conocíamos y respetábamos a la novia de cada uno.

Mi hermana Ana, la mayor, también tenía muchos admiradores. En la foto, en la terraza del colegio vestida de valenciana, el día de San José.

Luisa y mi hermana Isabel años más tarde en Valencia. La de la izquierda es Luisa, mi antigua novia escolar".

Las peleas surgían cuando una misma chica era la novia de varios, como María Ortega, una niña rubia de doradas trenzas y ojos color cielo, que parecía una de esas muñecas de porcelana que lucían los escaparates de juguetes. María Ortega nos tenía embrujados: era mi novia, y de Miguel, y de Rafa y de Cristóbal y de Manuel Delgado y de…

Finalmente fue la novia de Miguel Santamaría, pues nos venció a todos uno por uno tirándonos al suelo e inmovilizándonos..

Hacía una semana o diez días que Rosita permanecía aislada, cuando un grito resonó en todo el colegio y se expandió como una onda explosiva en el aire, rebotando como eco en las nubes y chocando contra los muros de piedra de las casas del pueblo. Las monjas corrían de un lado para otro, histéricas; los coches de los médicos llegaron de Madrid en breve tiempo, y las campanas de la torre de la iglesia rompieron su silencio: Rosita había muerto de difteria

Su hermano Jaime gritaba como un poseso, y las clases enmudecieron; las lágrimas inundaron los suelos y el aire se llenó de lamentos. Mi madre acudió a vernos, y junto a otros padres, alarmados por tan trágico acontecimiento, pedían explicaciones a las monjas y empleados del colegio. La madre de Rosita llegó en taxi desde Onteniente, en Valencia, abrazó a su hijo llorando, y repetía: ¡Fill meu, fill meu, quina desgràcia, Mare de Déu! (¡Hijo mío, hijo mío, qué desgracia, Madre de Dios!)

No nos dejaron entrar a ver a nuestra compañera hasta bien entrada la tarde. La habían vestido con el traje de su primera comunión, y su lecho estaba rodeado de jarrones con azucenas blancas. Parecía dormir plácidamente y nos pusimos en fila para depositar un beso de despedida en su frente.

Al día siguiente se celebró la misa y el funeral en la iglesia y acudió todo el pueblo. La iglesia estaba engalanada como nunca antes la había visto, un pequeño ataúd blanco destacaba sobre una mesa rodeada de candelabros y de jarrones de plata, cuyas blancas azucenas impregnaban el aire de un dulce y agradable aroma. Las campanas de la torre anunciaban el trágico suceso y unas tres mil personas hicieron a pie el camino turnándose muchos de ellos para llevar sobre sus hombros al féretro hasta el cementerio, situado a 1 km del colegio.

Entre el murmullo de oraciones y cánticos flotaba la pregunta que se hacía todo el mundo:

¿Cómo es posible que suceda esto en un colegio que visitan dos días a la semana los mejores pediatras de Madrid?

Han pasado más de cincuenta años y aún no tengo la respuesta.