foto de M.J. Escalante
Hoy no deseo vivir, no puedo vivir. Ella es mi razón de ser y no puedo tenerla
Hoy me siento triste, he visto una sombra en el espejo: patética, demacrada, cansada, moribunda…
Sólo se ilumina con su luz, la de ella. Su mirada, su sonrisa, su voz, su cara…
Y esa luz no la he visto en el espejo.
He paseado esta tarde por la playa pensando en ella. Las olas iban y venían derramándose en la arena, rompiéndose en ella. Lo mismo que mis ilusiones, mis sueños, mis ansias de amar y de ser amado.
Camino sin rumbo, sin ver. ¿Adónde voy?, no lo sé.
El sol se baña a lo lejos, envuelto en bruma escarlata. Es hora de volver a casa, de esconderme de mí mismo. Otro día más sin ella. Otra noche más en vela. Muriendo en vida, escrutando la oscuridad mientras pienso.
No tengo posibilidad alguna: ni siquiera sabe que la amo, y decírselo no puedo.
Nada pierde el que nada tiene, y yo nunca la he tenido.¿Nada pierdo entonces?
¡Dios, si hasta las ganas de vivir he perdido!
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