Antes de que algún
estúpido me envíe otro mensaje diciendo
que "Usted no es nadie para juzgar
a un autor o su obra, ni tiene capacidad profesional para hacer una
critica", quiero decir lo siguiente:
Yo no soy critico de cine ni literario, no me dedico a eso:
Soy un consumidor que usa en este espacio su derecho a expresar su opinión
sobre el producto que ha comprado. Y nadie me va a privar de ese derecho.
Vamos a ello:
Yo estoy convencido de que los grandes actores no aceptan
trabajar en proyectos mediocres o malos. Cristiano Ronaldo no aceptaría formar
parte de la plantilla del Cádiz, ni Julio Iglesias Junior cantaría en mi pueblo
natal, por ejemplo. Si eso ocurre es, que la vida profesional del actor va en
declive.
Y ayer ésa fue la sensación que tuve al ver a Tom Hanks como
protagonista de la película "Esperando al Rey".
Elegí esa película huyendo de tantos temas policíacos con
sus secuestros, atracos a bancos con rehenes; de tantas otras que tratan sobre
el divorcio y las secuelas; de marcianos con los mismos sentimientos
imperialistas y asesinos que los humanos; de reediciones de historias llevadas anteriormente a la pantalla, etc. No
hay originalidad, todo está más que visto.
Quise ver algo diferente, divertido y nuevo. Y tras ver
algunos trailers de las novedades de la cartelera de esta semana me decidí por ésta,
protagonizada además por uno de mis actores preferidos. Creo que he visto todas
sus películas.
Fue algo diferente, divertido y nuevo; pero no me convenció.
Parecía más bien un documental teatralizado para mostrarnos el poder del
dinero, las fantasías de un rey cuyo único mérito es haber heredado un país con
mucho petróleo con inmensos beneficios para su familia.¿Que le gustaría ver un puerto deportivo
en medio del desierto? Pues se hace. ¿Una ciudad en medio del mar? Se
construye. ¿Un palacio perdido a cientos de kilómetros en medio del desierto y
docenas de sirvientes barriendo la arena que el viento arroja sobre la
carretera que lleva al palacio? Se hace
Un rey tan soberbio y consciente de su poder que se permite
hacer esperar 18 meses a alguien a quien él mismo ha citado.
La verdad es que me sorprendió gratamente ver Arabia Saudí,
los suntuosos palacios de los gobernantes, los lujosos hoteles de Riad, el
hormiguero de La Meca, y algunas escenas
de enamorados bajo el agua rodeado de una fauna bellísima.
Pero ese papel lo podía haber interpretado cualquier
desconocido. No era el adecuado para Tom
Hanks, que me resultó patético. Para mí es la peor de sus películas, y eso se
traduce en que ya no iré a ver un film
solamente porque aparece su nombre como reclamo. Esperaré varias semanas a ver
si tiene éxito.
El argumento es que un ejecutivo de una importante empresa
de informática americana es enviado a presentar un programa maravilloso y
exclusivo al Rey saudí con la orden de actuar deprisa y conseguir la firma del
contrato antes que la competencia. Pero el Rey no aparece y el ejecutivo se ve obligado
a lidiar con subalternos que han estudiado en las mejores universidades de
Estados Unidos pero poseen una cultura que no es la suya en un país cargado de despropósitos,
leyes ancestrales y desigualdades.
Para enfrentarse a las dificultades el ejecutivo se emborracha
y se deja llevar por su chófer a visitar el país.
Ése es el papel que realiza Ton Hanks.
Para introducir la parte romántica, el director usa un
argumento pueril: Como tiene tiempo libre, aprovecha para extirparse un viejo
quiste que tiene en la espalda. La doctora es una mujer, y gracias al quiste se
enamoran. No cuento más.
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