¡Hola, amig@s!
El mes de septiembre se presentó así en mi ciudad: suave, luminoso y tranquilo.
El mes de septiembre se presentó así en mi ciudad: suave, luminoso y tranquilo.
Finalizadas las vacaciones de los niños, hoy
vuelven al colegio. Los demás, comenzamos un mes difícil de subidas de precios, con efectos retroactivos al último
trimestre de 2011 en algunos casos, como en la electricidad.
En el país del nacional catolicismo, a partir de ahora vamos a comulgar hostias como ruedas de molino: rescate a la banca con la promesa — engañosa como todas las anteriores— de que éste no lo vamos a pagar los ciudadanos de a pie; cierre de pequeños comercios, que no podrán soportar la subida del IVA con la consiguiente reducción del consumo; aumento del desempleo y por consiguiente menos ingreso del Estado y más recortes, etc, etc.
En el país del nacional catolicismo, a partir de ahora vamos a comulgar hostias como ruedas de molino: rescate a la banca con la promesa — engañosa como todas las anteriores— de que éste no lo vamos a pagar los ciudadanos de a pie; cierre de pequeños comercios, que no podrán soportar la subida del IVA con la consiguiente reducción del consumo; aumento del desempleo y por consiguiente menos ingreso del Estado y más recortes, etc, etc.
Para no
amargarnos más la vida les propongo se olviden por un día de los michelines, de las calorías y de
la diabetes, y realicen la siguiente
receta: Arroz duz.
El
arroz duz, tal
como lo llamaban antiguamente en la provincia de Ciudad Real, que es donde lo inventaron y la única donde podemos hallar este delicioso postre en el menú, no es arroz con
leche. Es más: no lleva ni una gota de leche.
Como
verán por las explicaciones que les doy más abajo, el arroz duz es muy fácil de
hacer. Imagino que esta receta será pan comido para ustedes, que son tan
listos.
No
tengan miedo de fracasar ¡Ayer lo hice yo! Y si lo pude hacer yo, que soy más torpe que
el Rey, quien se cae y se rompe la cadera en el preciso momento justo de disparar
al elefante…
Gracias
a ese detalle descubrimos su secreto y el mundo quedó maravillado ante sus
esfuerzos por conservar la Naturaleza y conmovido por su sincera preocupación por los
problemas españoles.
¡Ea,
vamos al lío!
Ingredientes:
Un vaso
de arroz
Un vaso
de azúcar
Cuatro vasos y medio de agua
Cáscara
de medio limón
Palo de
canela
Canela
en polvo.
Procedimiento:
Se pone una cazuela en el fuego con los cinco vasos de agua. Cuando comienza a hervir se echa el arroz, la cáscara de limón y el palo de canela.
Procedimiento:
Se pone una cazuela en el fuego con los cinco vasos de agua. Cuando comienza a hervir se echa el arroz, la cáscara de limón y el palo de canela.
Vigilar
que el arroz no se pase. El grano de arroz debe estar tierno pero entero.
Cuando
esta cocido el arroz se aparta del fuego, se saca la cáscara de limón y el palo de canela y se le echa el azúcar. Se remueve todo muy bien para
que el azúcar y el arroz formen un todo..
Se deja
reposar quince minutos
Se
cogen los recipientes en los que lo vaya a servir: una taza, plato pequeño,
tarrina…
Se echa
en ellos el arroz y se espolvorea por encima con la canela en polvo.
Se
introduce en la nevera para servirlo bien frío.
Por
encima el aspecto será oscuro y rugoso. No importa, lo que importa es que
debajo está el arroz cremoso y muy dulce: una delicia que sus niños agradecerán
cuando regresen del colegio para comer.
¡Buen apetito!















