Dice el refrán que « En casa del herrero, cuchillo de palo». Se refiere sin
duda al hecho común de interesarse más
por las cosas externas que por las propias. Y en mi caso viene como anillo al
dedo dado que en los últimos años me he dedicado a visitar monumentos de otras ciudades despreciando los del lugar en que
vivo. Como los veo a diario, me digo: Estos no se me van a escapar, comenzaré
por ver los de otros lugares.
Y resulta que por una razón u otra El Puerto de Santa María, la ciudad que
me adoptó en 1982 es casi una desconocida para mí: de los tres monumentos
importantes que posee, dejando aparte sus numerosa bodegas visitables, sólo conozco dos: la Iglesia Prioral y el Castillo
de san Marcos. En el otro, la Real Plaza de Toros, no se me ha perdido nada: amo a los animales y, por consiguiente, soy antitaurino.
El castillo, ubicado en el centro de la ciudad, lo he visitado en dos ocasiones, invitado a asistir a una conferencia sobre Seguridad Ciudadana en la capilla del
castillo, y otra acompañando al Secretario Local del sindicato CC. OO a una
degustación de vino en la bodega del castillo. Éstas son las únicas piezas que
he visto del interior. Mi esposa nunca ha entrado, a pesar de que llevamos 30
años viviendo en la ciudad.
Y ayer, sábado día 10 de noviembre leo en el Boletín de Ocio de El Puerto
que había jornada de puertas abiertas a las 13`30 horas, con visita guiada y
copa de vino incluidas.
Esa hora no nos convenía y decidimos ir al centro de la ciudad a las once, para realizar unas compras y visitar
el castillo.
Primera sorpresa: aunque el Boletín declaraba el sábado Día de Puertas Abiertas,
el vigilante me dijo que se trataba de un error y que había de pagar una entrada de 6 euros por
persona. La visita gratis era la de las
13`30, pero ya se había cerrado el número de invitaciones, copadas sin duda por
las autoridades y sus amigos, como sucede siempre.
Bueno, de acuerdo, pagaré las dos entradas— le dije. Entré en el recinto,
pero antes de dirigirme a la taquilla
quise hacer algunas fotos del patio interior y el vigilante se acercó y
me dijo:
— Las fotos en el interior del castillo están prohibidas.
O sea: 1º Pagas una entrada en un día
declaración de puertas abiertas. 2º Al ser el castillo una propiedad privada,
no hacen descuento en el precio de la entrada, como conceden en todos los
museos y monumentos públicos. 3º Y
encima no permiten hacer fotos para el recuerdo
Me quedé pasmado. Yo no tenía mucho interés en la visita porque ya había
visto lo principal y sólo me faltaba por ver la sala restaurante reservada a celebraciones de bodas
y comidas de empresas, pero ya que había venido hasta allí deseaba que mi esposa disfrutara de la visita
guiada..
Fue mi esposa la que habló primero: Juan, vámonos y que le den al castillo.
El interior ya lo conocemos por las fotos y videos de los reportajes turísticos y las que
hiciste las dos veces que has entrado. Prefiero
que nos sentemos en una terraza en pleno centro y nos tomamos el aperitivo.
Así que pensaba compartir con vosotros un reportaje de la visita; pero como
no se llegó a realizar solamente os mostraré las fotos del exterior del
castillo y un resumen de su historia
El castillo de San Marcos es el más
importante y atractivo monumento de El Puerto de Santa María. Actualmente pertenece a Bodegas Caballero, ya saben la
del Ponche Caballero y el vino fino Pavón. El castillo se puede visitar todos
los día de 10 de la mañana previo pago de una entrada. También se puede usar
para celebraciones de bodas ,comuniones y otros eventos en sus dos salones. Contiene
zonas ajardinadas
HISTORIA
El Castillo de San Marcos de El Puerto de Santa María se construye sobre una
antigua mezquita islámica, transformada en iglesia fortificada en tiempos de Alfonso X El Sabio hacia el año 1264,
quien fortificó el santuario con cuatro torres, dos de planta hexagonal y las
otras dos de planta cuadrangular, utilizándose la planta baja de las primeras
como capilla mayor para la Virgen de los Milagros.
El castillo sirvió de defensa contra nuevas invasiones del norte de África.
Más tarde pertenecería a Guzmán El Bueno, quien a su vez lo dona a su hija
Leonor de Guzmán en 1306 con motivo de su matrimonio con Luis de España, dando comienzo así a la Casa de los Medinaceli.
En este castillo se recibieron a dos ilustres marinos: Cristóbal Colón y a
Juan de la Cosa. Fue
aquí donde en el año 1500 Juan de la
Cosa pintó sobre pergamino de 93 x 183 cms el Mapa-Mundi cuyo original se conserva en el Museo Naval de Madrid.
El puerto de Santa María fue incorporado a la Corona de castilla en 1729, pero la Casa de Medinaceli retiene la
propiedad del castillo. En el año 1868 el castillo fue abandonado y no fue
hasta la década de los 40 del siglo
pasado que fue restaurado.
Actualmente pertenece a la famosa firma bodeguera portuense Bodegas Caballero.
Fotos del castillo y su entorno