CAROLINA
Sentada en el balcón donde habitualmente se acomoda después de hacer la faena, la abuela llama a su nieta y cuando ésta llega la coge, la abraza, acaricia su carita y le da dulcemente un beso en la mejilla
No hay mayor recompensa para sus desvelos y para calmar la ansiedad que agitaba su corazón al escuchar por teléfono un par de veces por semana su vocecita infantil, que tenerla entre sus brazos, maravillada, y escuchar en vivo su inocente charla. Con la alegría dibujada en su rostro, la abuelita la besa de nuevo y me mira; sonríe dichosa, porque al fin la niña de sus ojos está con ella. Ambos sabemos, todos sabemos lo que la criatura significó para la familia desde el momento de su concepción.
En enero celebrará sus cinco añitos y ello nos llena de alegría por haberse criado tan linda, y nos brinda esperanza en un futuro para ella mejor que el que conoció su madre cuando con valentía decidió enfrentar sus problemas y traerla al mundo para alegrar su vida y la nuestra.
http://ellugardejuan.blogspot.com/2005/10/mi-nietecita.html
Esta madrugada, a las cinco, sus padres y ella se han marchado a su casa, a más de 800kms de la mía. Les espera un largo día de viaje.
Sus puestos lo han ocupado la soledad y la tristeza.
LA ABUELA
Esta mañana temprano
la niña se ha despedido,
nos ha dado cuatro besos,
y en un coche se ha ido.
La abuelita se ha quedado
mirando desde el balcón.
Tiene lágrimas en sus ojos
y destrozado el corazón
"Abuelita yo te quiero.
Ven conmigo a Castellón
para darte mi cariño
y alegrarte el corazón"
Su nieta es lo más bonito
que lleva en el corazón.
Viva como una gacela
y tierna como una flor
"Abuelita yo te quiero.
Ven conmigo a Castellón,
para darte mi cariño
y alegrarte el corazón"
El reloj siguió adelante,
sin ninguna compasión.
Llegó el cruel momento
de la separación.
"Abuelita yo te quiero.
Ven conmigo a Castellón,
para darte mi cariño
y alegrarte el corazón"
"No llores más abuelita,
porque pronto volveré.
No llores más abuelita...
Yo te daré muchos besos,
y en tus brazos dormiré"
Amig Juan: creíamos que queríamos a los hijos, pero no sabíamos lo que íbamos a querer a los nietos.¿verdad?. Un abrazo.
ResponderEliminarsoy David Quintana. Se me han dos emotivas lagrimas al leer tan tierno y real relato. Te las dedico.
ResponderEliminarLa espera será dura pero siempre vale la pena.
Cuando os deis cuenta ya la tendreis con vosotros otra vez.
Un fuerte abrazo
Y aquí también.
ResponderEliminarSaludos y ánimo.
Mi muy querido amigo, mañana en mi país festajamos el dia de la madre, la mía me dejó hace 7 meses, o sea estoy muy triste, leerte me conmovió tanto que lloré por esa abuela y ese abuelo que deben soportar la lejanía.
ResponderEliminarPor momentos me pregunto porque los hijos se van lejos no? es una ley de la vida pero que dolor cuando se van que dolor no tenerla a la pequeña, lo que sería para su abuela!!.Me has hecho llorar migo del alma un beso a tu esposa, lo merece por buena y por soportar ese dolor en calma! un beso muy grande!
La niña es una preciosidad, comprendo que esteis con ella privados.
ResponderEliminarMucha salud para verla crecer.
Un abrazo Juan
La niña es preciosa, las fotos también y la cara de los abuelos un canto a la felicidad.
ResponderEliminarComo abuelo te comprendo y comparto esa vivencia.
Un abrazo
En efecto, amigo Fernando, no imaginábamos cuánto cariño sentiríamos por ellos. Un abrazo
ResponderEliminarGracias, David, por tus ánimos. La verdad es que hacía 14 meses que por una ocsa o por otra, no la habíamos tenido con nosotros.
ResponderEliminarY esa tardanza se hacía insoportable.Espero que acaben los problemas laborales y de salud y podamos reunirnos cada seis meses como antes.
Un abrazo.
Gracias una vez más, amigo Toro salvaje.Saludos.
ResponderEliminarHola, María Susana, aquí hace tiempo se celebró el Día de la Madre. Entiendo que en esta fecha recuerdes aún más si cabe, los momentos que pasaste junto a ella y te felicito por el poema que le has dedicado.
ResponderEliminarSiento lo de tu niet@, de verdad,ella hubiera iluminado tu vida. Besos para ti y tu hija.
¡Gracias, Marian Gardi!
ResponderEliminarUn beso
Hola, amigo Antonio. Qué puedo decirte que tú no sepas. Los abuelos babeamos con nuestros nietos.
ResponderEliminarMe alegro de que ya te encuentres bien y en forma,alimentando nuestro espíritu con tus magníficas reflexiones y artículos.
Un abrazo
Juan, tu nieta está preciosa. Ya sabes lo que me gustan las fotos, ya las había visto el otro día, pero no me dio tiempo a dejarte comentario. Hoy me he vuelto a quedar a verlas, me alegro de lo que transmiten: felicidad. Imagino la alegría que os ha llenado la visita de vuestra hija y vuestra nieta. El poema me gustó mucho, toda la entrada está cargada de sentimientos positivos y cosas buenas.
ResponderEliminarUn beso, amigo.
Marisol
Muchas gracias, Margarita, ya sabes cuánto me gusta verte por aqui.Un beso fuerte
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