El Palacio Provincial fue ayer el marco elegido para la presentación del libro Del rojo al negro, de Pepa Zambrana y Fernando Romero.
El acto tuvo lugar en el Salón del Claustro
La mesa estuvo presidida por la Diputada responsable de Cultura, acompañada por los autores del libro y los secretarios de la Asociación Andaluza la Memoria Histórica y Justicia.
Inició el acto la señora Diputada, quien expuso en su discurso el esfuerzo realizado en la investigación y por parte de la sección de Cultura que ella dirige las ayudas aportadas para la publicación de la obra.
Así mismo los representantes de la asociación por la memoria, abundaron en el tema de los desaparecidos en toda Andalucía, aportando datos de las gestiones llevadas a cabo por la asociación en los diferentes lugares de la Comunidad.
Fernando Romero, nacido en Villamartín en 1968, es historiador y desde hace una década se ha especializado en la II República, la Guerra Civil y el movimiento obrero en la sierra de Cádiz. En su discurso hizo un largo recorrido sobre el proceso de gestación del libro. Al parecer, Pepa y él querían hacer un folleto con las informaciones aportadas por los familiares de las víctimas de la represión en El Gastor y descubrieron que, contrariamente a las listas de desaparecidos que poseen los archivos de los pueblos cercanos, en El Gastor no encontraron ninguna lista ni información oficial, y tuvieron que indagar en los Archivos provinciales, en los de las iglesias y en los de los tribunales militares. La información encontrada fue tan extensa e importante que vieron materia suficiente para olvidarse del folleto y escribir un libro. Numerosas personas desaparecidas, de quienes sólo se conocía el nombre, han tomado rostro y vida a través del libro, que junto a las fotos de los protagonistas muestran detalladamente las torturas y vejaciones que sufrieron.
Pepa Zambrana Atienza nació hace 49 años en El Gastor, donde vive; es maestra, licenciada en Psicopedagogía y desempeña su profesión desde hace 25 años trabajando en Educación de Personas Adultas, y dice que en sus clases escuchaba apenada las historias que contaban sus alumnos sobre familiares desaparecidos. Historias que en las familias se narraban en silencio durante años en voz baja por miedo a la represión. Decenas de historias para no dormir. Y Pepa a leer las fichas encontradas en los archivos fue añadiendo a cada nombre la historia oída en sus clases y en el pueblo en la voz de los descendientes o hermanos de los desparecidos.
Historias espeluznantes de castraciones, violaciones y mutilaciones; de fusilamientos, de robos de propiedades me pusieron la carne de gallina.
La de la mujer de un hombre que huyó a Francia para escapar a la muerte, y se quedó sola con un bebé pasando hambre, y tiene una cabra y alimenta a su bebé con la leche de la cabra, y el alcalde ordena matar a la cabra para que el niño muera de hambre, cosa que sucede a los pocos días… O la del chico que atan a un olivo y lo castran. Las mujeres de los hombres que pertenecieron a partidos de izquierdas, que sacan de sus casa y pelan a rape y les hacen tragar aceite de ricino y luego las pasean por el pueblo hasta que el aceite hace sus efectos y se hacen sus necesidades piernas abajo delante de la gente para que todos vean la mierda de personas que son los rojos…
La autora respondió a dos preguntas: ¿Por qué se publica ese libro ahora?
Porque cada vez van quedando menos testigos vivos que puedan avalar el contenido del libro. En los cinco o seis años de investigación y redacción que ha llevado la obra, muchas de las personas que aportaron datos de sus familias y ansiaban verlos publicados, han fallecido. Son testigos de cargo contra la Historia jamás contada.
¿Qué se pretende al publicar esto y remover el pasado?
El que los desaparecidos tengan una lápida y un nombre, como lo han tenido los caídos del bando vencedor. Según los autores, 80 personas de un censo de 2000 habitantes fueron asesinadas, lo que supone un 4% de personas adultas del pueblo.
El que los jóvenes de hoy y las generaciones futuras conozcan la verdadera historia de este país para aprender de sus errores y no volver a repetirlos.
Unas cuarenta personas asistieron al acto, y al final me llevé un ejemplar firmado.
El libro, que se presentará en El Gastor el próximo día 20 de noviembre, consta de 253 páginas de texto ilustradas con fotos y fotocopias de documentos, además de otras diez páginas de datos bibliográficos consultados.
Juan, se me pone una mala leche cuando leo lo que el ser humano es capaz de hacer. Fusilamientos, castraciones, violaciones. Joder, que mierda.
ResponderEliminarDesde la edad de siete años, cuando empecé a descubrir a la iglesia y sus santas cruzadas, inquisición y demás buenas obras, intento averiguar si no será que los hombres tenemos una parte del cerebro enferma por naturaleza.
¿De verdad que alguien necesita leer estas atrocidades para aprender de los errores?
Ufff, que rabia me invade.
Un abrazo.
Jo, cuanto dolor....
ResponderEliminarMira, prefiero comentar que me gusta la señora diputada.
Saludos.
David, no te imaginas la desinformación que hay de la Guerra Civil entre los jóvenes.No saben que fue un golpe de estado en toda regla,e ignoran las salvajadas que se cometieron, no en la guerra, donde es nomal que las haya, sino después, una vez conquistado el terreno, que buscaban a los disidentes para matarlos.Nos escandalizamos viendo lo que hacían en Bosnia y no por lo hicieron aquí, que fue lo mismo o peor.
ResponderEliminarA mí también me da rabia, amigo. Un abrazo
Toro, a mí también me gusta la Diputada, pero habrás notado que no he puesto ni su nombre. No se presentó, ni me la presentaron, ni me dio un besito ni le dí el piquito. ¡Con lo buena que estaba...! Se limitó a hablar, como buena política, de su gestión y dejar claro lo bien que hace las cosas. Saludos.
ResponderEliminarLa mierda cuanto mas se remueve mas apesta.
ResponderEliminarNunca se olvida lo que sucedió, pero remover tanto es buscar odios en quienes ahora viven en paz.
Han pasado 70 años, que cuiden no se produzca de nuevo la masacre de una guerra civil que es la peor de todas, porque se enfrentan familias, odios, envidias y rencores.
Es mi opinión
Yo no disfrutaría nada en leer este libro, me llenaría de rabia y sufriría.
Para que hacen falta estos libros para mantener vivo el odio y el rencor?
Porque el olvido ya se mantiene siempre vivo.
Un abrazo y perdona que diga lo que siento.
No, si yo no tengo nada que perdonarte, Marían.
ResponderEliminarAfortunadamente, mi familia no pasó por ese trance,pues en esa época estaban todos en el bando vencedor. Mi padre hizo la guerra como criado de un general, y un tío mío se fue a La División Azul porque estaba hambriento y le pagaban diez pesetas y mantenido por apuntarse y con eso podían alimentar a los hijos.
Ésa tuya es la opinión que ha prevalecido durante todos esos años; pero explícaselo a las familias que aún ignoran el paradero de sus abuelos, padres o hermanos, que no saben qué les sucedió desde que lo sacaron de sus casas, ni dónde está enterrados.
Hace poco yo escribía aquí la experiencia de un amigo y vecino que llevaba siete años buscando el paradero de su abuelo y lloraba como un niño cuando lo encontró en los archivos de una iglesia.Hay que ponerse en el lugar de ellos para entender.
Un abrazo
Hola a todos, he leido vuestros comentarios, por supuesto todos muy respetables pero me ha llamado la atención algo: eso de hacer libros para mantener vivo el odio y el rencor...
ResponderEliminarYo creo que lo que algunos tratamos de hacer es mantener viva la memoria y en cada lugar a cada persona, también en hacer justicia, no llamaria yo "mierda" a un hecho histórico tan importante que aún es muy desconocido para algunos.
Por lo demás sigo diciendo que muy respetables todos los criterios y opiniones. Este solo es el mio.
Salud!
"Yo creo que lo que algunos tratamos de hacer es mantener viva la memoria y en cada lugar a cada persona, también en hacer justicia, no llamaria yo "mierda" a un hecho histórico tan importante que aún es muy desconocido para algunos."
ResponderEliminarHola, Conchi, bienvenida a este blog. El párrafo que cito arriba expresa la idea que defiendo en mi artículo y comentarios; no te quepa duda.
pero como bien dices, respeto todas las opinioens que se escriban en este blog, aunque no todas las comparta.
Te invito a seguir pasando por aquí y expresarte libremente. Un cordial saludo.
se me eriza la piel al leer esto.
ResponderEliminarpor algo me recuerda los años de la dictadura en Argentina y el libro que publicaron: "NUNCA MÁS".
para que no se repitan esas atrocidades.
Un abrazo
bueno Juan tú ya sabes lo que aquí pasó en la época militar, desaparecidos muertos, lacerados con picanas eléctricas, tirados de aviones en bolsas vivos al mar. En fin, muchos países han pasado por estas atrocidades, y siguen pasando en muchas partes del globo.
ResponderEliminarEl hombre nunca aprenderá mi querido amigo nunca un beso
leí la opinión de Marian y en cierto ángulo estoy con ella. Nunca debe olvidarse pero tampoco alimentar el rencor el odio y el revanchismo en nuevas generaciones especialmente porque entonces estamos en un círculo vicioso del que nunca podremos salir. JAMAS OLVIDAR, pero seguir viviendo, y dejar atrás un pasado para no cae r como dice ella en otra muerte entre hermanos. Un beso! puedo decirte algo mi juani? me gusta cuando nos cuentas bellas historias olvida un poco la política es sucia interesada y no construye demasiado. llénanos de vida y alegría con tus cuentos bellos llenos de alegría que contagian a todos, vive lo mejor que puedas no olvides pero no sufras más de lo que debes, cuenta historias bonitas mi Juan las extraño! perdón pero extraño a ese juan -ahhhh ni un piquito a la diputada ajajajajajaj!!
ResponderEliminarSUSURU, es cierto, en tu país también sucedieron estas cosas terribles, por eso entiendes la importancia que tiene escribir sobre ello para que quede constancia de la barbarie y que nunca jamás se repitan los calabozos de torturas ni las ventanas pintadas.
ResponderEliminarUn beso
Querida Susana, para todo hay un tiempo en este mundo: un tiempo para llorar,otro para reír, para recordar y para pedir justicia. Y no olvides esto:
ResponderEliminar"Primero vinieron a por los curas, pero como yo no era clérigo no me preocupé; luego vinieron a por los comunistas, pero como yo no era comunista no me preocupé; luego vinieron por los gitanos, pero como yo no lo era, no me preocupé.
Un día vinieron a por mí; y nadie hizo nada"
Hector Brecht.
Un beso
Juan. Me gustaría tener ese debate contigo. Siempre desde el respeto a las diferentes opiniones de cada uno, por supuesto.
ResponderEliminarBuen fin de semana para ti también.
Juan gracias por su visita que pase un buen fin de semana.
ResponderEliminarSaludos desde
Creatividad e imaginación fotos de José Ramón
lo sé amigo, pero también debemos vivir en paz porque es la paz la que dará bienestar a los seres humanos. un besote!
ResponderEliminarDavid, pues escribe un tema sobre eso y lo comentamos.
ResponderEliminar¡venga!
¡UFF! Susanita, la paz es otra cosa,para vivir en paz no sólo se trata de olvidar agravios: hay que ser libres.
ResponderEliminarY dime: ¿Tú te sientes libre para vivir en paz? ¿Crees que un hombre es libre cuando no tiene trabajo?, ¿es libre cuando se ve obligado a aceptar un empleo miserable porque tiene hambre y le amenazan con desaucios? ¿Cuando muchas parejas viven juntas sólo para unir sus miserables pensiones y poder llegar entre ambas a fin de mes, son libres?
Es muy complejo eso de la Paz: exige se cumplan otras cosas para alcanzarla.
Muchos dicen como tú: no hay que hablar de política y vivir la vida; pero todo en la vida es política, y si no te interesas por la política otros la haran por ti, pensarán por ti, decidirán por ti...
Dime, amiga: ¿Eres feliz con la vida que te ha tocado vivir?
¡Aynsss!. Un beso.
Cuanta historia tienen en común nuestros países, cuanta historia para recordar y no volver por el mismo camino, ¿Cuándo aprenderemos los seres humanos????
ResponderEliminarNo sé qué decirte, Mirta, el ser humano tropieza siempre con la misma piedra. ¿Seremos torpes?
ResponderEliminarUn beso
Por supuesto que hay que dar a conocer los hechos reales. Sólo los pueblos que no conocen su historia, están condenados a repetirla. Pongo el enlace de un artículo de nuevatribuna.es
ResponderEliminarhttp://webcache.googleusercontent.com/search?q=cache:iZMzXx6Y74kJ:www.nuevatribuna.es/noticia.asp%3Fref%3D11290+los+pueb+los+que+no+conocen+su+historia+estna+condenados+a+repetirla&cd=5&hl=es&ct=clnk&gl=es&source=www.google.es
Eduardo-Eugenio Dice:
ResponderEliminarUan enelSiglo XXI, existe este osbcurantismo en el Gastor, asi como ese....., vacio, valle, , que separa unas familas, y aun entre las msiams, familas.
Verificado en 2010, en visita a ese Pueblo, Balcond e los Pueblos Blancos.