Sinopsis publicada:
En la Barcelona de finales de los años 50, Daniel Sempere ya no es aquel niño que descubrió un libro que habría de cambiarle la vida entre los pasadizos del Cementerio de los Libros Olvidados. El misterio de la muerte de su madre Isabella ha abierto un abismo en su alma del que su esposa Bea y su fiel amigo Fermín intentan salvarle.
Justo cuando Daniel cree que está a un paso de resolver el enigma, una conjura mucho más profunda y oscura de lo que nunca podría haber imaginado despliega su red desde las entrañas del Régimen. Es entonces cuando aparece Alicia Gris, un alma nacida de las sombras de la guerra, para conducirlos al corazón de las tinieblas y desvelar la historia secreta de la familia… aunque a un terrible precio.
El Laberinto de los Espíritus es un relato electrizante de pasiones, intrigas y aventuras. A través de sus páginas llegaremos al gran final de la saga iniciada con La Sombra del Viento, que alcanza aquí toda su intensidad y calado, a la vez que dibuja un gran homenaje al mundo de los libros, al arte de narrar historias y al vínculo mágico entre la literatura y la vida.
La verdad es que el libro
engancha. Mi mujer lo terminó un día antes que yo, y eso que solo ve con un ojo
y con dificultad. Cada vez que tenía un rato libre se sentaba a leer el libro.
No creo que tal como dice la
publicidad, sea indiferente el no haber leído antes los otros, que el libro
solo es una obra de arte. Puede que sí, pero se agradece muchísimo conocer las
tribulaciones de los personajes en las entregas
anteriores.
Coincido con ella en que la última
parte, "El libro de Julián "— algo más de cincuenta páginas—, sobran.
El punto y final perfecto hubiera sido cuando Alicia se despide de Fermín y sube al barco que la llevaría a America.
El autor ha querido, pienso yo, despejar las
dudas sobre el final de un personaje inicial de la saga, pero creo que no hacía
falta: la historia se ha desviado y alargado sin necesidad. La única razón que
encuentro para hacerlo es que utiliza esa historia para presentarnos a través
del pequeño Julián las ingentes
dificultades que ha debido sortear para escribir y ordenar la historia de la familia Sempere en cuatro
tomos.
Agradezco los valiosos consejos que a través de su
personaje nos da a los que escribimos y
soñamos con alcanzar el éxito, así como las reflexiones que he encontrado a los
largo del libro, que ayudan a comprender el estado inamovible de las cosas.
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