miércoles, enero 10, 2018

ADIÓS, INTERVIÚ...




Ha cerrado la revista Interviú, icono del acceso a las libertades durante  la Transición española no solo por los desnudos de sus portadas tras cuarenta años de censura, si no por  sus interesantes reportajes y sus trabajos de investigación, nunca vistos hasta entonces. No se callaba ante nada, ningún político estaba a salvo de sus críticas independientemente del color de su divisa.

Es cierto que para información política estaba la revista Tiempo; pero doscientas páginas hablando del mismo tema cansaba. Era mejor Interviú, pues presentaba más variedad: ensayos, actualidad, investigación, destape, juegos...
Durante muchos meses realizó un estudio para ver cómo reaccionaba la gente ante  situaciones anormales, inesperadas. Por ejemplo:
En un autocine, o sea: un aparcamiento grande y cerrado de coches ocupados por una o dos  parejas frente a una pantalla blanca en la que se proyectaba una  película infantil, entra una joven pareja de reporteros de Interviú en  furgoneta  y abre las puertas traseras, extienden una colchoneta, se desnudan y fornican durante dos horas ante todo el mundo. Nadie alza la voz, ni siquiera abren la boca. Los ocupantes de los vehículos cercanos miran pero no dicen nada, algunos se animan a hacer lo mismo; otros siguen comiendo pipas o palomitas sin hacerles caso. Los reporteros descubren que los españoles no se asustan de nada, han avanzado mucho en el tema sexual, no se pierden un capítulo del programa de Educación Sexual de  Susana Estrada, que presenta ella misma  totalmente desnuda en televisión. Y sacan la revista con fotos del reportaje realizado en el autocine.

En otro reportaje visitan a varios reconocidos  restaurantes madrileños cuatro personas y piden la carta. Cuesta dos mil quinientas el cubierto. Se hartan de comer y a la hora de pagar ponen sobre la mesa un saco de treinticinco kilos de monedas, que es lo que pesaban las diez mil pesetas rubias de la factura. ¿Cómo reaccionarán  los dueños? Dos de ellos se negaron a aceptar y el reportero alegó que la pesetas era la moneda oficial y no se podían negar a cobrar. Otros mostraron cara de sorpresa pero no pronunciaron palabra, se limitaron a contar las monedas. Interviú mostraba fotos de dos camareros contando una a una las monedas del saco.

Artículos sobre las secuelas de la Colza, sobre el atentado de los abogados de Atocha, sobre los ruidos de sables previos al golpe de Tejero, sobre el "hermanísimo" de Alfonso Guerra...

Recuerdo una anécdota digna de estudio: Cuando en enero de 1981 llegamos en avión trescientos españoles a Johannesburgo( Sudáfrica) nos hicieron pasar por un pasillo de Aduanas y nos pedían abriésemos las maletas. Muchos llevábamos revistas y libros españoles, habida cuenta de que no encontraríamos libros en nuestro idioma en ese país.
Curiosamente los libros, que bien podían ser críticos con el Apartheid, no los tocaron. Sin embargo secuestraron todos las revistas Interviú que llevábamos porque " su contenido es inmoral". ¡ Los agentes, acostumbrados a torturar y matar a negros solo por el color de su piel, se escandalizaban ante los senos  y nalgas que mostraban las portadas de nuestras revistas!


En fin, otra buena revista española que desaparece. La gente no ama la lectura, prefiere ver  noticias y espectáculos  en las televisiones o en sus móviles.

2 comentarios:

  1. Internet está obligando a cerrar a muchas editoriales. Entras en Kiosco.net y encuentras todas las publicaciones de revistas y periódicos del mundo. ¡Y gratis! Es una lástima. Gracias por venir, Kristalle. Saludos cordiales.

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