Está visto que es verdad que para gustos, los colores.
Ayer fui con mi Carmen a ver la película " Perfectos desconocidos", la cual me habían recomendado fervorosamente: " Es buenísima. No he dejado de reír desde el comienzo hasta el fin", decían.
Y ayer, mientras descendía por las gradas del cine al acabar la película, escuché detrás de mí parecidas frases.
Pues bien, yo creo que no es para tanto. El argumento es una cena entre amigos donde para entretenerse idean un juego: poner los móviles sobre la mesa y esperar las llamadas. Estas deben escucharlas todos los comensales, lo cual provoca situaciones muy comprometidas.
La película ofrece momentos muy divertidos, despierta el morbo que tod@s llevamos dentro; pero no todo provoca risa, hay escenas tan dramáticas, que por momentos uno piensa que el protagonista se va a suicidad arrojándose de la terraza.
A parte de eso, la película es genial, mantiene la atención del espectador en todo momento, provocándole risas y emociones fuertes, pues el tema es muy actual y comprometido. Porque ¿ quién le deja el móvil a su pareja para que lea los wassaps y mensajes?
Pero llega el final y lo estropea todo. Para mí, los cinco últimos minutos de la película echan a perder toda la historia. ¿Cómo puede alguien idear un final así para una película seria?
"Tú es que eres muy delicado, siempre pones pegas", me dice mi Carmen. Y preocupado de que sea verdad he buscado opiniones y críticas de la cinta en Internet. La mayoría dicen que es buenísima, que se descojonan de risa. Pero creo que no, no es para tanto.
La crítica me da la razón. El final es un desastre
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