¡Buenos días, amig@s!
Amanece en mi ciudad un día con cielos color de mar, ( o es
el mar quien refleja el cielo) . Yo lo veo azul, limpio, soleado y con 5º a estas
horas tempranas.
Resulta que cuando he bajado a mi Tomy a la plaza para que se saciara de oler porquerías, como
hacen los perros dignos de ese nombre, me he encontrado a mi amigo Jacinto, que
iba con su Celiavillapalos, una perra de agua.
Y mientras ellos jugaban a ver quien olía peor y se dejaban
lamer sus pitos ( no sé qué tiene la perra de mi vecino, no se le ve nada, todo
lo lleva tapado con esos pelos tan largos. Para mí que es marimacho), Antonio,
todo compungido, me ha confiado un secreto, que como se suele hacer en estos
casos, yo desvelo enseguida en las
redes: yo no tengo secretos con mis amig@s.
Resulta que anoche Jacinto salía del Hotel Bahía cogido del brazo de una amiga
que había conocido por Internet, cuando al llegar a la planta baja y abrirse la
puerta del ascensor se encuentra a su
mujer con Pepe, su mejor amigo.
Ni qué decir tiene que ambos se quedaron de piedra y con los
rostros más colorados que las patas de un cangrejo. Pero he aquí que su mujer,
que parecía tonta, va y reacciona enseguida y le dice gritando:
— ¡ Yo lo sabíaaaaaaaaa! ¡Estaba segura de tus infidelidades!
Pero de esta no te escapas, sinvergüenza,
he venido con un testigo para cogerte con las manos en la masa. ¡Te voy a
arruinar!
¡Yo me he quedado sin
palabras! Y no por lo que le ha caído a mi vecino Jacinto, sino porque hace
años que estoy enamorado de su mujer y por respeto a nuestra amistad jamás le
confesé nada.
Bueno, por respeto y porque yo no tenía ninguna probabilidad
de conquistarla: Jacinto tiene un aparato que mide cuatro veces el mío, y yo no
estaba seguro de satisfacerla.
Me pregunto cómo será el de su amigo para que se la haya
podido llevar al huerto. Perdón quise decir al hotel.
entre infieles te veas,
ResponderEliminardivertido como siempre juan
un gusto leerte
Muchas gracias, Mario. Un abrazo
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