Esta tarde, después de comer, he ido con mi
esposa al cine a ver la película Lo imposible.
Menos mal que no hago caso de los críticos de
cine especializados: nunca concuerdo con ellos. Y lo que había leído de ellos, como no
podía ser menos, es una crítica feroz y destructiva hacia la película y su
director. La acusan de exagerar en la historia, de ser un dramón. Pero qué
creen estos señores que sucedió en esa isla con el Tsunami ¿un concierto
de Madonna, una luna de miel para cientos de
parejas enamoradas, la fiesta de fin de año?
Fue una de las mayores catástrofes de los últimos
cien años. Y si el director Juan Antonio Bayona quería escenificar el suceso
tal como lo vivieron las familias no puede hacer otra cosa que cargar de
realismo las imágenes y transmitir las sensaciones y el terrible drama que
sufrieron los turistas que habitaban el lugar.
También atacan la banda sonora del también
español Fernando Velázquez, ¡es el colmo! Una música que en mi humilde opinión
es perfecta para acompañar cada escena. Pero como dice el dicho: Nadie es
profeta en su tierra, y sin duda alguna esta película será mucho más valorada
en el extranjero que aquí, el país de origen.
Sugieren estos “críticos” que no se olviden de
llevar el pañuelo. Es falso. Yo no he llorado ni me he emocionado, simplemente me
he sentido angustiado y sobrecogido a veces por la dureza de las imágenes.
Pero dejando a un lado lo que opinan los
especialistas, movidos quizá por oscuros intereses, me limitaré a contar lo que
me ha parecido a mí:
No se trata de una comedia, ni una historia romántica:
es un drama colosal de principio a fin.
Una familia española, compuesta por el
matrimonio (él es un importante ejecutivo de una importante empresa; ella es
médico, aunque no necesita ejercer y se dedica a la crianza de sus hijos) y tres
hijos, va a una isla a pasar unas vacaciones navideñas. Durante varios minutos
asistimos a lo que para muchos de nosotros sería vivir en el Paraíso. De pronto la tierra
ruge, los pájaros vuelan y los árboles se mecen….
El tsunami no es el tema principal de la
película, pues el impresionante fenómeno
natural apenas dura diez minutos. Lo que destaca son las consecuencias, las horas y los días
posteriores al suceso.
Asistimos
con tremenda angustia a la destrucción del entorno, al desbordamiento de hospitales que no pueden atender a tantos heridos, y a la desesperación de
las familias al comprobar los escasos medios con que cuentan los médicos; pero
también asistimos admirados a la lucha por la supervivencia
y a la solidaridad.
He visto
un par de imágenes durísimas, que me han impresionado más de lo que esperaba.
Pero también me he emocionado al ver algunas escenas de un bebé salvado del agua por el principal protagonista, un chico de unos12
años, cuando el bebé le coge la mano y
sonríe, como agradecido. Luego encontrará
a su padre.
La cinta también recoge un detalle que no pasa
desapercibido: la diferente atención recibida según clases. Una vez reunida y localizada la familia, el seguro del
matrimonio fleta un avión privado provisto de clínica y médicos, y traslada a toda la familia a una ciudad, Singapur,
en la que dispondrán de los mejores centros hospitalarios y especialistas
para realizar la operación de la esposa herida. Atrás quedan los menos favorecidos abandonados a su suerte.
Dicho
esto, quiero comentar sobre la parte técnica y la interpretación de los
artistas. Yo les pondría un 10.
La recreación del tsunami es magnífica. Sobre
todo habiendo visto en televisión un programa de cómo se ha realizado todo en
una gran piscina con maquetas. Es simplemente increíble que se pueda lograr
tanto realismo y belleza en las imágenes.
Los protagonistas son formidables.
Todos. Desde el más pequeño al más grande. Pero especialmente me ha gustado el
trabajo del chico de 12 años, Tom Holland.
La música, excelente, suave casi siempre y sobrecogedora,
impresionante, en los momentos duros.
Un punto en contra: la aparición de Geraldine
Chaplin mirando al cielo junto al niño y hablándole sobre las estrellas no
aporta nada al film, es una escena prescindible que no se entiende ni justifica
sino es porque aporte mayor fama a la
cinta con su nombre. Me hubiera gustado más que en lugar de eso hubiera
ahondado más en la vida del otro padre de familia, el que le prestó el móvil
para que se pusiera en contacto con los suyos. El hombre desbordada humanidad,
era víctima de otro terrible drama y sin embargo se le toca de pasada.
Resumiendo: Si quieren ver un musical, no vayan a
verla
Si desean ver una cinta romántica, no vayan a
verla
Si quieren pasar una tarde divertida comiendo palomitas
y dándose besitos, no vayan a verla.
Si desean ver una historia terrible, verdadera,
algo que le hubiera podido pasar a cualquiera que se va de vacaciones, contada
con todo detalle aunque duela, y realizada espectacularmente con los medios más
avanzados del cine, ésta es su película.