sábado, julio 26, 2008

TÍTERES, por LADY LUNA

En la columna de la izquierda de este blog, está el enlace al espacio de mi amiga Lady Luna, una joven estudiante sevillana rebosante de vida y alegría, amante de la Literatura, que deslumbra ya por su madera de escritora entre sus amigos y círculos universitarios.
Es para mí un gran honor poder presentar en este jardín mío, que poco a poco se va convirtiendo en un club de amig@s, uno de los preciosos cuentos que, nacidos en su linda y privilegiada cabecita, adornan su blog.


TÍTERES


La gente cree que no pensamos, que no sentimos el olvido al que estamos condenados, cada vez de forma más evidente. El polvo cubre mi cuerpo deshilachado, mis manos de madera y mi rostro despintado, pero no mis deseos y esperanzas de volver a sentir la ilusión manejándome en un cuento donde siempre terminaba besando a mi única y amada Clementine. Extraño los aplausos que celebraban mi victoria, las voces que me daban vida en el pequeño escenario que ahora descansa en algún baúl, como ella, como yo.

Apenas puedo distinguir la silueta de quien me rodea, pero recuerdo todas las actuaciones que protagonicé, con tal nitidez que puedo rozar la felicidad de aquellos tiempos. Pero me falta ella, Clementine, mi princesa, mi razón y mi verdadera historia. Ojalá supiera cómo alcanzarla, o cómo hacer que algún niño desconecte su ordenador y vaya al desván para algo más que tirar o abandonar otro muñeco de expresión triste.

Ella se ha rendido, lo sé, lo siento en mis fuerzas, que poco a poco flaquean y se debilitan, pero yo mantendré la esperanza, los sueños no desaparecen, están ahí, y aunque mil personas les den la espalda, habrá alguna que luche por los suyos.

La gente piensa que somos meros juguetes, y apenas logran imaginar que son ellos los que se están convirtiendo en las marionetas de lo que hacen llamar: tecnología. Yo soy un títere para quien me ve, pero para aquel que inventa un mundo conmigo, soy parte de un sueño que no se rindió, un personaje que puede saborear la ilusión humana.

Cada vez me cuesta más pensar, meditar sobre todo esto... Debe ser que ya nadie vendrá a por mi. Supongo que llegó la hora en la que me conformaré con ser un viejo trozo de madera pintada; los niños han dejado de creer.
María Beltrán Catalán
Sevilla, Spain
(LadyLuna)


martes, julio 22, 2008

REFLEXIONES de MERCHY


Si donde hubo siempre luz y amor generoso
hoy sólo se ve rencor y odio,
sólo caben dos opciones nada más:
Seguir siéndolo aunque no lo vean,
o dejar de serlo.

Si buscas en verdad belleza y poesía en la vida,
llévala contigo donde fueres.

El amor huye cuando es sometido,
como los niños con miedo ante el castigo.

Siempre que prediques bondades y justicia,
recuerda que debes practicarlas con todos por igual
sin utilizar la ley del embudo.

Los ojos del alma no engañan;
utilizadlos.

Lo que es, será siempre
alejado de oportunismos.
Lo que quiso ser sin ser nada,
en nada se queda.

No sé si el tiempo es sabio y paciente;
sólo sé que a su paso todo lo aclara
y aprecias cosas donde creías había nada,
y arrastra la hipocresía.


No me juzgues tanto
sin juzgarte tu antes.

Sé bueno,
no lo aparentes.

Nunca dejes solo a un amigo en horas bajas,
eso no es amistad.

No forzosamente tus amigos deben serlo míos,
mas si por el contrario mis enemigos son tus amigos,
me tendré que cuidar de tu amistad.

La vida, con sus alegrías y sinsabores,
me ha enseñado que quien te hace llorar
y permite que te ofendan no te ama.

¿Quién dijo que vivir y amar era tarea fácil?
El muerto de espíritu y el que no conoce
lo grandioso y sacrificado que es ese sentimiento.

Estar solo es mucho más bondadoso que sentir soledad.

Ahora es el momento de la verdad, mas también de la mentira.
Ahora se que amo, mi ahora es eterno,
y espero que me amen en realidad.

El respeto va inherente al amor,
mas hay muchas formas de respetar.

El maltrato peor es el que no marca la piel…
por azar de la existencia lo reconozco a la legua
y es el que más duele.

Cuando se duda o cuestiona la palabra un día,
será siempre cuestionada hagas o digas lo que digas.

Siento pena por el que en la luz ve sombras,
se sumerge en las sombras creyendo que son luz.
Acepta también como soy, de no ser así no habrá armonía y siempre habrá una parte sometida.

Que la luz sea contigo, la paz verdadera y aciertes a distinguir
y apreciar el amor puro desde este nuevo o viejo día.
Siempre te estaré esperando sentada en el borde del universo.

Mil besitos de agua

María Mercedes Pérez (MERCHY)


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jueves, julio 17, 2008

SUS OBRAS QUEDAN

Hay profesiones infravaloradas que, sin embargo, son de gran utilidad para la Humanidad.
En este mundo consumista y competitivo suelen triunfar los que viven extorsionando a los demás (banqueros, altos ejecutivos comerciales de empresas públicas y privadas), los profesionales de la política y los que viven del entretenimiento público, o de lucir sus cuerpos: artistas, deportistas, modelos, presentadores y entrevistadores de radio y televisión, etc.
Mueven grandes cantidades de dinero, es cierto, pero esa riqueza no beneficia a otros, sino a ellos mismos. Dioses por un día, desaparecen luego sin dejar rastro.

Abajo quedan los operarios de la construcción, mecánicos, soldadores y tuberos, electricistas, delineantes, supervisores de calidad y seguridad, y otros especialistas de montajes industriales, todos ellos mal pagados y menos apreciados, pero que además de ganarse la vida honradamente, construyen edificios y máquinas que benefician a todos. Y cuando ven en algún programa televisivo o documental de video el producto que construyeron en pleno rendimiento, exclaman con orgullo: "Eso lo hice yo"

Buen ejemplo de lo que digo es la plataforma petrolífera ODÍN, construida en Puerto Real (Cádiz) e instalada en el mar del Norte, en cuya fabricación y montaje participé y que plasmé en este lienzo en 1984.
Me pregunto cuántos millones de barriles ha extraído desde entonces, cuántos hogares se han beneficiado de la electricidad, el gas, agua caliente y calefacción; y cuántos transportes públicos y privados se han podido realizar gracias al esfuerzo de los que la construimos. Ahí queda eso.
Y sin embargo, a lo más que llegamos, si antes no somos víctimas de las enfermedades profesionales que se adquieren en esos trabajos, es a cobrar una pensión de jubilación que sólo llegará para comer si no tienes ninguna hipoteca ni te permites algún gasto extra ni renovar el mobiliario, porque, además, pierde poder adquisitivo cada día del año.Que me diga un político de los que gobiernan y cobran seis mil euros mensuales más todos los gastos pagados y la pensión máxima asegurada cuando se retiren, aunque no hayan cotizado el tiempo reglamentario, cómo podemos los pensionistas llegar a fin de mes si ellos nos conceden un aumento del dos por ciento en enero y el aumento de los precios ya supera el diez por ciento en el primer semestre.

No es de extrañar que la juventud actual rechace esos empleos. Es más rentable pegar patadas a un balón o presentarse a O T.

sábado, julio 05, 2008

TAMBIÉN PINTO























El mes de junio ha sido muy creativo para mí: he escrito relatos, poemas, y pinté estos tres lienzos.
También me dio tiempo de leer
una novela apasionante cuya lectura recomiendo: "Cuyameno, la sangre de la Tierra", de mi amigo Manuel Recio, que trata de las aventuras de unos amigos que se van de vacaciones a la selva amazónica.
Y también he viajado mucho
en junio.

Los cuadros, entre la familia y los amigos, ya me los han quitado de las manos
.

jueves, julio 03, 2008

CUANDO YO ME VAYA

Cuando yo me vaya lejos,

en busca del horizonte infinito,

dejando atrás heridas, alegrías,

amigos y enemigos,

sin otro bagaje que mi amor incomprendido.

Con el corazón abierto,

mostrando las múltiples heridas

que me hice a lo largo del camino.

Cuando llegue ante la fuente de energía

que a todos nos da vida

y me postre ante el Supremo Juez,

sin miedo a nada peor de lo que he sufrido

Y Él me pregunte qué deseo,

para que me sea concedido,

antes de arrojarme al eterno olvido.

Le diré que te ame como yo te amé,

que te cuide por muchos años

y te guarde un lugar preferente a su lado

Para que tu luz, ésa que tanto me deslumbró

y que hizo añicos mi corazón,

ilumine para siempre los espacios infinitos.

Fotos públicadas en Photobuket Nature
Safe Creative #0807030801191

martes, julio 01, 2008

IMPOSIBLES

Imposibles
Allí donde el mar se confunde con el cielo
hay una línea apenas perceptible;
donde se pierde la noción del tiempo,
hace dos vidas que te espero.


¿En dónde te hallas, amor? Hazte presente.
En qué universo lejano al mío te escondes
que aun surcando los mares infinitos,
el eco de tu voz no me responde.


No conozco tu faz, te busco a ciegas,
a tientas en la noche, de día con denuedo
por montañas infranqueables y desiertas,
entre oscuros bosques de álamos espesos.


¿En dónde estás amor insospechable?
Sé que aguardas por mí, yo lo presiento,
en la quietud de los días primaverales
o en la hierba que florece en el desierto.


En cualquier sitio recóndito del mundo,
en el viento azul que mece los trigales,
en el rayo de luna trizando el firmamento
sé que esperas por mí tras el crepúsculo.


¿En dónde te hallas amor imaginario?
Te busco por doquier sin encontrarte;
amor que nació de un dulce encanto,
amor de niebla y luz... ¡Incomparable!

®Thiara Montesinos


http://planetadeescritores.com/foro/viewtopic.php?t=4425

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lunes, junio 30, 2008

NO MÁS, MUJER...

KARIM, otro excelente poeta del foro donde participamos juntos. Tiene bellísimos poemas en su haber, y como muestra le he pedido me preste éste:


Noche de amor y perfumada luna…
no quiero más mujer, ni acepto menos,
turgente roce tibio de tus senos
y un tenue atisbo de tu tez moruna.

Toda pasión distinta me importuna,
toda ajena razón me pone frenos,
mis labios de tus besos están llenos
y doy gracias a Dios por mi fortuna.

Cual copa de licor libar pudiera,
que de efectos tan dulces y serenos,
escanciara al beber mis desenfrenos

y en tu tímida piel de adormidera,
embriagado de amor me descubriera
que no por más desear, te amara menos.



KARIM

domingo, junio 29, 2008

COMPAÑERO DEL ALMA

Es un placer para mí presentar en este humilde lugar uno de los trabajos del compañero más creativo de los foros que conozco. No hay tema que no trate en sus poemas: desde el amor, al compromiso con las causas sociales: la paz, el medio ambiente, el maltrato, el hambre...
Su obra ha sido escogida entre las mejores de la web en que colabora.Éste es uno de sus temas:


¡Compañero del alma, compañero..!
¿En verdad aplicable el adjetivo
es a muchos? ¿Existe algún motivo
o es costumbre, quizás, siendo sincero?

Le sucede lo mismo a caballero,
otro nombre falaz pero atractivo;
pero todos pedimos un recibo
al momento de dar nuestro dinero.

No te fíes de nadie, que el más noble
muy capaz es de hacerte la jugada;
que amistades tan recias como un roble
conocí que quedaron luego en nada.

Hasta puede un hermano serte doble
y dejarte sin más en la estacada.

Francisco Escobar

domingo, junio 15, 2008

Encuentro Literario de Puerto Serrano

A las siete de la tarde y sufriendo un calor de 28 grados, la gente de Puerto Serrano se protegía de los rayos del sol permaneciendo en sus casas, o buscando un lugar en los bancos ubicados en la plaza bajo la sombra de los abundantes árboles, mientras que las terrazas de los bares y cafeterías se llenaban de personas deseosas de meriendas y refrescos.

Años antes, yo sólo había llegado hasta la entrada del pueblo y luego había torcido a la derecha por un camino tendido entre campos de fresas para acudir a la consulta de una curandera que aseguraba quitar los dolores de espalda y caderas dando un suave masaje con sus delicadas manos.

Nunca antes había entrado en el centro urbano y ayer me pasé de largo, despistado como siempre, y ello me permitió recorrerlo despacio y admirar sus casas blancas y sus jardineras.

¿Qué pueblo es este? ¿A qué se dedican sus gentes? ¿Qué me había traído hasta él?, me preguntaba mientras tomaba asiento en una cafetería. En ese momento, en el enorme televisor de pantalla plana del bar, repetían el gol que eliminaba de la Eurocopa a la selección italiana de fútbol.

La respuesta a mis dos primeras preguntas las hallé en la pared de la Biblioteca Municipal, situada justo enfrente de la cafetería en que me encontraba.

Sus gentes se dedican a trabajar honradamente, a criar y educar a sus hijos iniciándolos en el amor al arte y la cultura programando actos como el que me había traído esa tarde calurosa, invitado a presenciar un acontecimiento extraordinario: Recital de poesía y lectura de relatos y cuentos infantiles, acompañado de diversos instrumentos musicales.

Así, mientras otros pueblos y ciudades próximas sólo se dedican a vender al turismo extranjero el sol y la gastronomía, Puerto Serrano, sin olvidar lo anterior, difunde entre sus habitantes la Cultura popular.

Lo que me había llevado hasta ese pueblo blanco de la sierra de Cádiz era este cartel:

"Segundo Encuentro Literario de Puerto Serrano"

Viernes, día 13 de Junio

8 de la tarde

Salón de Actos de la biblioteca municipal de Puerto Serrano (Cádiz)

PROGRAMA:

Infantil:
La música de Cristina Ayala Bustamante (oboe) y María Teresa Orozco Moreno (clarinete), darán vida a los poemas de Juan Ramón Jiménez, leídos por Rosario Campanario Romero y Kimberly Castillo Pérez.
Cuentos y poesías de: Cristina Roldán Postigo, Miriam Naranjo Morales, Raquel Luna Campos y Ana Tamayo.

Poesía popular: Antonio Nieto y Antonio Galvín.

Microrelatos: Manuel García.

Relatos: Conchi Postigo.

Y los poetas:
Tomas Mielke, Cristóbal Barrero, Miguel Ángel García Argüez, David Romero Raposo, Manuel Fernando Macías y Pedro Sevilla.

Las actuaciones musicales de:
Miguel Ángel Rincón y su grupo La Máquina Quimérica. Y el grupo Las Policheras.


Colabora:
Colectivo Cultural
ALDABA

Poco antes de las ocho, comenzaron a llegar los protagonistas de este evento, y nos reunimos en la cafetería para presentarnos unos a otros delante de unos refrescos:

David Romero, de Sanlucar, con sus dos bebés: la esposa y niño; Manuel García, con sus tres niñas: Esmeralda y las dos muñequitas rubias; Tomás Mielke, Pedro Sevilla y este que escribe.

Cuando llegó la hora nos fuimos a la Biblioteca y en el trayecto me encontré con Conchi y su hija Cristina. Les estampé dos besos a cada una. Venían con las caritas como amapolas, echando fuego, y al besarlas casi me abraso los labios. ¡Pepeeee!, ¿qué pasa con el aire acondicionado del Toyota, hijo?, ¿tienes miedo a fundir la capa de ozono? ¡Hombre, que se te van a derretir tus niñas!, pensé en ese momento.

Las artistas infantiles fueron las primeras que subieron al estrado para leer cada una dos cuentos.


Cristina Roldán Postigo, de nueve años, que ya ha publicado dos cuentos en un libro de trescientas páginas que contiene obras de otros 24 autores, fue la primera que subió al estrado para leernos su obra. Ya tenía experiencia, pues en su pueblo, El Gastor, es famosa por la publicación del libro y le pidieron que lo leyese en el colegio.

Otras chicas de Puerto Serrano leyeron sus obras, acompañadas por las notas nostálgicas que salían de un clarinete y un oboe, que tocaban magistralmente dos amiguitas suyas.

Luego llegó el tiempo de los poetas de la Sierra: Tomás, David, Cristóbal, Sevilla… quienes nos recitaron poemas de amor, de esperanza y de implicación social.

Me alegró mucho escuchar recitar por primera vez a Cristóbal, el querido Presidente del Colectivo Aldaba, quien recitó dos poemas llenos de ternura dirigidos a una niña, recordándole a la madre. ¡Me emocionaste, joío Cristóbal!

Seguidamente, Conchi Postigo y Manuel García Sánchez subieron al estrado a mostrar sus creaciones literarias, leyendo varios relatos breves. Parecían estar compitiendo entre ellos en el arte de la lectura y la belleza de sus textos.

La actuación de dos poetas invitados de Cádiz, Manuel Fernando Macía, que leía poemas de uno de sus libros publicados; y Miguel Ángel Argüez, un poeta experto en las artes escénicas y en la comunicación, que recitaba maravillosamente de memoria todos su poemas con una emoción y una voz que nos puso la piel de gallina en determinados momentos. Fueron dos amigos poetas que siempre actúan juntos, y esa noche nos maravillaron.

Luego actuó el grupo “Las Policheras,”compuesto de tres mujeres y su guitarrista, que nos cantaron sus propias creaciones de sevillanas


Finalmente, Miguel Ángel Rincón y su grupo nos deleitaron leyendo y cantando poemas de su último libro publicado,"Espacios Compartidos", acompañados de una guitarra y de los golpes apagados de una caja.

Al finalizar, se distinguieron a todos los participantes con un diploma, y se invitó al público de la sala a celebrar el éxito de la programación tomando unas copas acompañadas de tapas deliciosas en un salón contiguo que daba a un patio, en donde permanecimos charlando y felicitándonos unos a otros.









Guardaré un grato recuerdo de este día, ha valido la pena desplazarme
los cien kms desde mi casa en El Puerto. Para mí ha sido uno de los mejores actos culturales de los que he asistido, y le quedo muy agradecido a mi amigo Manuel García Sánchez por haberme invitado. Volveré.

Felicito al Exmo Ayuntamiento de Puerto Serrano, por su colaboración en la realización de un acto cultural de tanta calidad, y al grupo de voluntarios Acinipo, dirigido por Manoli Capote, por la perfecta organización del evento, por el recibimiento tan caluroso y amable del que fuimos objeto los invitados al acto y por el exquisito ágape que nos ofrecieron al final. También deseo expresar mi agradecimiento a Manuel García y a todo el grupo de voluntarios por haber hecho posible que los miembros presentes del Colectivo Aldaba conociéramos y confraternizáramos con todos los amantes de la cultura popular de Puerto Serrano.

A todos ellos, ¡muchísimas gracias!

miércoles, junio 04, 2008

¡Gruuu, gruuu, gruuu!…

http://www.avesfotos.eu/tortola_turca.html
¡Gruuu, gruuu, gruuu!…

La descubrí una tarde de primavera, el año pasado. Estaba en el monte, agazapada entre yerbajos. Al parecer, se había caído del nido que había entre las ramas de un árbol. Al verme se removió, inquieta, dio una corta carrera agitando las alas y cayó a tierra. Era un polluelo de tórtola; no sabía volar.
Me apresuré a cogerla entre las manos y la miré a los ojos. Estaba temblando e intentaba escabullirse. “No tengas miedo, pajarita; yo te cuidaré”, le dije mientras besaba su cabecita. Ella se quedó quieta, y yo sentía en mis manos el calor de su frágil cuerpecillo, notando que respiraba agitada, con el largo pico abierto.
Me la llevé a mi casa y le construí con maderas y tela metálica una jaula grande en un rincón del patio. También le puse una cajita encima de un tronco para que se refugiase de noche.
Cada mañana me despertaba con su canto:
“Gruuu, gruuu, gruuu…”
Y los vecinos me criticaban por que no podían dormir.
Pasaron los días, las semanas y los meses; la tórtola creció y se puso bellísima. Era de un color blanco mezclado con tonos grises. Permanecía quieta durante horas sobre el tronco que había en la jaula, mirando curiosa a las aves que se acercaban a la casa.

Hubo algunos pichones que se atrevieron a pegarse a la red metálica de la jaula, sin temor a mis desmanes, arriesgándose a todo por estar con ella.

El recinto parecía cada vez más pequeño para sus ansias de vivir, y revoloteaba todo el tiempo de un lado a otro en la jaula. Entonces supe que se moriría si no la dejaba libre, y, muy a pesar mío, abrí la puerta y la solté.

El ave dudó al principio y luego se posó en la puerta, moviendo la cabecita de un lado a otro, nerviosa, estudiando el terreno. Yo estaba seguro de que ella no me abandonaría: no conocía otro mundo que el mío, no tenía adonde ir, no sabía buscar alimentos… Creí que tras satisfacer su curiosidad durante unos minutos, entraría de nuevo en la jaula. ¡Pobre de mí!, ignoraba lo que puede el instinto.

Unos pájaros aparecieron de pronto y se posaron en el tejado, y la arrullaron con sus cantos. La tórtola se lanzó al aire y voló.
Voló lejos, allá en lo alto, y varios palomos la rodearon y se topaban con ella. Pensé que regresaría al verse acosada; pero no, se fue alejando con ellos poco a poco, hasta que desapareció.

La vi volar muy alto rodeada de amigos de su misma clase, de su misma edad; más atractivos, más interesantes para ella, más libres. Comprendí que retenerla junto a mí era imposible.

Entonces me di cuenta de lo insignificante que soy, de mis estúpidos sueños, de mi incapacidad para retenerla egoístamente sin herirla ni privarle de lo que todo animal desea para ser feliz: la libertad para elegir su camino.
“¡Vuela, tortolita, vuela y vive tu vida!”, pensé, mientras en mi rostro aparecía una leve sonrisa de satisfación, orgulloso de haberla salvado de la muerte en el monte y alimentado durante tanto tiempo para darle la libertad.

Continué observándola hasta que se convirtió en un diminuto punto negro en el horizonte. Luego entré en mi casa y me senté en el patio. Ya no la veía. Me pregunté si las aves tienen recuerdos, y si alguna vez regresaría a posarse en mi tejado para saludarme con su canto:

“Gruuu, gruuu, gruuu…”

¡Cuánto cariño derrochado, cuantos sueños imposibles han ocupado mi mente en los últimos meses!…

Tengo que graduarme la vista: el mirar tan fijamente a lo lejos con la luz del día, me saca las lágrimas.
http://www.arteyfotografia.com.ar/tags/

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Escrito para participar en un reto narrativo, cuyo tema era "Nostalgia", este relato ha obtenido el mayor número de votos de los lectores y ha sido galardonado con el primer premio en la página web de Planeta de Escritores.com, a cuyos miembros les agradezco de corazón tan gran honor. ¡Muchísimas gracias, amig@s!





lunes, junio 02, 2008

FIESTA CULTURAL EN EL GASTOR












El día 29 de mayo, por la noche, recibí la llamada de Conchi:

–Juan, ya se conocen los ganadores del concurso de relatos. Lo siento, amigo, tu relato me gusta mucho y me hubiese gustado que ganase, pero el jurado se ha decidido por otro. Se han presentado 160 relatos, procedentes de diferentes provincias españolas y algunos países sudamericanos: Chile, Argentina, México, Cuba.

Yo no podía participar ni como escritora ni como jurado, para evitar susceptibilidades por ser la organizadora, y me he limitado a ordenar y distribuir los ejemplares que iban llegando al comité de lectura. Ni siquiera me he presentado para el premio al relato local. Eso sí, me los he leído todos, y si hubiera estado en el jurado, hubiera elegido el mismo relato que ha ganado. Es excelente y ha ganado merecidamente.

Espero que eso no te impida asistir a la fiesta de entrega de premios y pasar un día agradable en compañía de mi familia y de los amigos de los foros que vengan. Estoy muy nerviosa, temo que la lluvia o cualquier otra cosa, estropee la fiesta que con tanto trabajo he organizado. ¿Vendrás?

–Sí, seguro. Iré con mi mujer.

– ¡Gracias! Espero que vengan muchos y que todo salga bien; estoy la mar de nerviosa.

–No te preocupes, chiquilla; ahí estaremos.

–Ah, Juan, se me olvidaba: has ganado el segundo premio.

¡¡¡¡¡¡¡ ¡ Quéeeeeeeeeeeeeeeee!!!!!!!!!

Ayer, sábado, llegamos a El Gastor a las 11 de la mañana, a tiempo de desayunar en casa de mi amiga Conchi. Me dijo que Pepe, el compañero del foro El recreo, que vive en la provincia de Alicante, había ganado el 3º premio; pero que se había excusado y no asistiría a la fiesta.

–Una pena, me hubiese gustado mucho conocerle y darle un abrazo – añadió.

-Y a mí también– respondí.

A las doce, nos fuimos al Ayuntamiento, el lugar de encuentro, y allí nos encontramos con Juan Manuel, un amigo de Puerto Real, miembro del comité de empresa de Navantia, y con Darío, un excelente amigo, nieto del famoso poeta de Algodonales, “El niño de las minas", silenciado por el franquismo, y Manuel García Sánchez, conocido por “ManuelG” en los foros literarios. Todos iban acompañados de sus familias.














Una vez reunidos los invitados, iniciamos la visita al pueblo guiados por mujeres de la asociación, recorriendo sus hermosas calles y visitando la casa- museo de José María “El Tempranillo”.































A las dos de la tarde regresamos al local multiusos de El Gastor, donde la Asociación de Mujeres “La ladera” ofrecía una comida para cien personas, a la que estábamos invitados los participantes en el programa. Unos entremeses variados y una deliciosa paella, preparada en el patio ante nuestros ojos por un excelente cocinero contratado por la asociación para el evento, nos alegraron el paladar y el estómago. La fruta, tarta y café completaron el almuerzo.


A

























A las cinco de la tarde comenzó el acto cultural para el que habíamos sido convocados.
La concejala de Cultura del pueblo hizo la presentación del acto y leyó los datos de participación. Felicitó a Conchi Postigo por el éxito de la convocatoria, ya que había multiplicado por veinte el número de relatos presentados en comparación con años anteriores y lo había convertido en certamen internacional, promocionando y dando a conocer en toda España y en América el nombre de El Gastor, un lugar pequeño y bonito habitado por mil ochocientas personas.

Luego, una joven, ganadora del premio local, leyó su relato. Un cuento muy emotivo.

Seguidamente, una mujer subió al escenario para leer el cuento galardonado con el tercer premio,"LUCÍA", el de nuestro amigo Pepe, que fue muy aplaudido.

A continuación me tocó a mí leer el mío, “FELICIANA”, el mismo que se puede leer un poquito más abajo en esta página, y sentí cómo me temblaban las piernas y la voz al enfrentarme al público. Pero estuve mucho mejor que en otras ocasiones.









Y, finalmente, un matrimonio subió para leer conjuntamente el relato ganador del concurso.Le pusieron tal énfasis a las palabras, tanto sentimiento, tanta emoción, que fue aplaudido por todos durante varios minutos.

Después de la lectura de relatos, dos hombres y una niña nos demostraron sus habilidades tocando la gaita castoreña, un instrumento único en el mundo que sólo se ve en este lugar, y que sorprende a todos los forasteros que tienen la ocasión de escucharla.

Seguidamente subieron Juan Manuel y Darío a recitar su poemas, y Manuel García leyó algunos de sus micro cuentos. Fueron unos poemas comprometidos con la sociedad, que pusieron como un nudo en las gargantas de muchos de los presentes, que escuchábamos emocionados.

La fiesta terminó con la actuación del Coro cantando toda clase de sevillanas, acompañado de guitarras y un tambor, mientras presenciábamos sobre el escenario a unas parejas de niños bailándolas maravillosamente.

Luego, ya de noche, mi mujer y yo nos fuimos con Conchi y su marido a tomarnos unas cervezas.

La nota triste, inesperada, inaceptable y fuera de lugar, incomprensible en una profesional de la política que ejerce su cargo en el Ayuntamiento, la dio la concejala de Cultura, del Partido Popular, quien, molesta por el hecho de que el tema del libro presentado, “La pista del Lobo”, tratase sobre los años siguientes a la Guerra Civil, narrando una página negra de la Historia de España que el autor quiere que se conozca y no se olvide, para que no se repitan los hechos; molesta por las poesías lorquianas recitadas, que contenían frases como “Podrán matar al hombre, pero no al poeta”; y furiosa por el tema de los relatos y poemas de compromiso social presentados al concurso y premiados, subió al escenario cuando acabaron los poetas y, cual si estuviese en plena campaña electoral, nos arreó una soflama que dibujó el estupor en la cara de todos los asistentes. Dijo:

“El año que viene quiero que escribáis mucho los del pueblo, y que no venga nadie a decirnos lo que tenemos que leer ni recordar; escribir cosas sobre el futuro, nada de llantos por muertes pasadas ni de mujeres maltratadas. ¡Ya está bien! A mí nadie me ha maltratado, la que sufra maltrato que lo denuncie. Hay que olvidar el pasado y mirar al futuro”

El público enmudeció, estupefacto. Los participantes se miraban unos a otros.Por respeto hacia la Asociación de Mujeres La Ladera, que nos había invitado y era ajena a la actuación de la concejala, permanecimos en la sala.

¡A sus órdenes, señora!

Y el año próximo escriba usted los relatos, ya veremos el éxito que tienen.

Sólo me queda agradecer desde esta humilde página a la Asociación La Ladera, por permitirnos participar en el concurso de relatos, por su amable recibimiento y compañía a lo largo del día, por todas esas atenciones que nos hicieron sentirnos entre amigos de toda la vida. ¡Muchísimas gracias!


domingo, mayo 25, 2008

EL VIEJO


Una mañana de marzo, al pasar por el parque, decidí sentarme en un banco solitario de hierro
forjado, situado frente al Sol. Abrí mi periódico y me dispuse a leerlo y disfrutar de aquella mañana espléndida, bajo un cielo completamente vestido de azul.

Al poco tiempo vino a sentarse junto a mí un hombre mayor, cincuentón, y me preguntó amablemente:
– ¿Le importa a usted que me siente aquí?
– De ninguna manera, por favor, siéntese usted donde quiera- le respondí, creyendo que el hombre deseaba estar acompañado para mayor seguridad, pues el lugar era conocido por los atracos a personas solitarias y no era extraño, pues, que este hombre prefiriese estar a mi lado, a pesar de que había libres otros bancos soleados en el Parque de La Victoria.


– ¿Se ha dado usted cuenta de que ya estamos en primavera?- preguntó el señor- ¡Fíjese en los verdes brotes que despuntan en las ramas desnudas de los árboles! Y aquellos gorrioncillos recogiendo palillos, ramitas y hojas secas para construir su nido de amor. Y esas bandadas de aves que regresan de lejanos países, cruzando el cielo para poner sus huevos y criar de nuevo en las charcas y lagunas donde el pasado año anidaron,
¡Mire usted cómo empiezan a salir pequeños capullitos en esos rosales, y se multiplican las margaritas y las florecillas silvestres! Dentro de pocos días todo estará lleno de vida: los árboles, con sus frondosas ramas cargadas de hojas nuevas, darán cobijo a miles de pajarillos, que con su continuo cantar alegrarán los oídos del paseante; los rosales abrirán sus capullos de rosas y, en comunión con otras flores, crearán un paisaje de diferentes colores y aromas, donde las plantas competirán entre ellas para elegir a la Reina.
Sobre ellas se posarán las mariposas de distintos colores y tamaños; las abejas exploradoras buscarán el néctar para fabricar la rica miel, y con el polen con que impregnarán sus patitas y sus alas fecundarán a otras plantas al posarse sobre ellas…

¡Joder, así no había forma de leer el periódico! ¡Aquel hombre no cesaba de hablar y me desconcentraba! Yo le escuchaba por educación, pero ya me estaba dando el coñazo y pensaba en irme a otro banco. Luego desistí de hacerlo: se notaba que el señor vivía solo y aprovechaba las pocas ocasiones que se le ofrecían para hablar y desahogarse con la gente.

– ¡Qué bonita es la Naturaleza!- proseguía el hombre, muy a pesar mío- Dentro de poco saldrán al recreo los jóvenes del Instituto, y con sus gritos y sus juegos llenarán los ahora desiertos rincones y alamedas del parque. Algunos se sentarán en estos bancos y se intercambiarán besos de amor, se abrazarán y se harán promesas, mientras juntan sus mejillas y huelen el aroma de su piel. Y probarán el dulce sabor de sus labios frescos y llenos de juventud, besándose apasionadamente… ¿Hay algo más bonito que el amor?

¿Me lo pregunta usted a mí?– contesté, un poco intrigado por las observaciones de aquel hombre-. Pues no lo sé, según: para algunos quizás sea eso lo mejor; para otros, quizá sea más importante un bonito coche, o una casa. ¡Hay tantas cosas bonitas en las que soñar…! No sé qué decirle. ¿Y para usted, qué es lo más importante?

– Una muchacha, un ángel de cara preciosa, enmarcada en una larga melena azabache. Siempre viene vestida con unos pantalones muy ceñidos, y se sienta sola allí, en aquel banco de enfrente, y estudia en sus libros o toma notas en sus cuadernos. ¡Le juro a usted que es lo más bonito que he visto! Me tiene trastornado… Me da vergüenza hasta el decirlo, porque es una chiquilla de diecinueve años, pero aquí vengo día tras día para admirarla, si esa suerte tengo, que a veces no viene, y ese día me pongo enfermo…

–Oiga, ¿y por qué no se lo dice usted a ella? Yo por usted, hacerlo no puedo. Compréndame-le dije asombrado por su desfachatez.

– Como le dije antes, joven, lo más bonito es el amor; lo más malo, es llegar a viejo. ¿Cómo voy a decirle a ella que la quiero, que me paso los días esperándola y luego, por las noches, no duermo? Me tomaría por un loco, por sádico, o por un viejo verde, cuando la verdad es que, simplemente, la quiero… Estoy tan trastornado, que he llegado a escribirle una poesía, en la que expreso lo que siento… Aunque, más que el amor, expreso en ella mi sufrimiento.


– ¿Una poesía?- le pregunté asombrado- ¿Y se la dio usted?
–No, no… No me atrevo. Se mofaría de mí. No por las palabras que he escrito, que ya se las habrán dicho muchas veces, sino por ser yo el autor: un viejo
– ¿Y por qué no se la da?- dije yo- Eso la halagaría, estoy seguro. Además, el no ya lo tiene, ¿qué más puede perder usted por hacerlo?

El pobre hombre sacó de su bolsillo una vieja cartera y extrajo de ella un papel cuidadosamente doblado.
–Aquí la tengo. De vez en cuando la leo; otras veces, romperla quiero; pero no lo hago porque me quedaría sin nada: sin la niña, que no la tengo, y sin el papel, en donde están escritos todos mis sueños… Cuando dentro de poco, a las doce en punto, salga la chica al recreo, compruebe usted mismo si no es verdad lo que digo. ¡Es para volverse loco! Que en la primavera todos los árboles se renueven y den brotes nuevos, se vistan de ramas verdes y de hojas nuevas, que corra por sus troncos la savia nueva…, ¡y que no podamos hacer lo mismo nosotros, los viejos!

Cuando a la hora citada por el hombre comenzó a salir la multitud de estudiantes, terminando de pronto con la paz y el silencio del parque, ocupando los bancos, el césped, y corriendo tras unas pelotas, me llamó la atención una joven morena de ojos negros. Lucía un pantalón vaquero azul, ceñido a su bonito cuerpo, moldeado a un precioso trasero que movía sensualmente al andar… Llevaba bajo el brazo una carpeta de libros y cuadernos.
Supe enseguida que era la protagonista de esta historia. Era en verdad bonita. Me quedé mirándola, prendado de sus largas piernas, sus pequeños y firmes senos… ¡Y esa forma que tenía de andar, de mover su bonito cuerpo!

–Tiene usted razón, amigo: es preciosa, ¡un monumento!
Me volví para felicitarle por su buen gusto, pero me contuve al ver los ojos empañados de lágrimas del pobre hombre.

La niña se sentó enfrente, en uno de los bancos de hierro, cruzó las piernas, puso sobre ellas su carpeta y sacó un cuaderno. Comenzó a escribir, ignorando que la estábamos observando dos hombres: con admiración un joven; enfermo de amor, un viejo.

– ¿Por qué no va y le da su poema?-le dije para animarle un poco, pues, la verdad, me daba pena.
– ¿Usted cree?- contestó esperanzado.
– Inténtelo, ¿no la escribió para ella?- insistí.


El hombre se levantó del banco y con paso inseguro se acercó a ella y se sentó a su lado. La miró y con voz entrecortada, muy agitado, le dijo:
– Señorita: vengo observándola desde hace varios días, meses…, mucho tiempo, y el motivo de haberlo hecho, decírselo con palabras no puedo. Lo he escrito para usted y aquí se lo entrego. Léalo, por favor, y no se ría usted de mí, pues lo que escribo es muy serio.

La chica, sorprendida, tomó el papel cuidadosamente doblado de las manos de aquel desconocido, lo desplegó y comenzó su lectura, mientras el hombre la miraba tratando de adivinar, por sus gestos, la impresión que en la joven producía su poema.

– Es muy bonita. ¿La escribió usted?

El hombre asintió con la cabeza, mientras su corazón latía con tal fuerza y era tanta su emoción que parecía que le iba a explotar el pecho.

– ¿La ha escrito usted para mí?- le preguntó la joven mirándole directamente a los ojos-. Me siento muy alagada y, de verdad, se lo agradezco; pero comprenderá que yo no me tome esto en serio. Usted está pasando por un difícil trance, un mal momento… Es la edad, la nostalgia de otros tiempos. Aquéllos en los que siendo usted un buen mozo, un muchacho apuesto, recibía respuestas de amor a sus reiterados intentos. Ahora quiere demostrarse a sí mismo que aún es capaz de conquistar, que es un buen amante, en fin, que se niega a envejecer. Eso pasará, no se preocupe, les pasa a todas las personas de una u otra forma: a nosotras con la menopausia; a los hombres…, no lo sé, pero debe de ser eso. Guardaré su poema porque es bonito, y cuando lo lea me acordaré de usted; aunque no como usted quiere que le recuerde, sino como a un hombre bueno, un hombre que necesita afectos. ¡Gracias, señor!

El pobre hombre no decía nada. ¿Qué podía decir, si había metido la pata hasta el cuello? Ya no tenía remedio. Se sintió ridículo ante la bella dama, y de lo que ella dijo, la verdad, ¡no entendió nada!
La joven estudiante recogió sus cosas y se marchó hacia el Instituto, dejando solo, anonadado al pobre viejo.

No pude soportar la tensión del momento y me fui hacia el centro del pueblo. Al pasar junto a la puerta del Instituto vi el papel del viejo tirado en el suelo. Lo recogí.
Hoy, buscando unos documentos, he encontrado entre mis papeles la poesía que escribió aquel hombre hace ya tanto tiempo. Nunca más lo vi en el pueblo. Unos dicen que murió a los pocos días, atropellado por un tren; otros dicen que fue él quien se arrojó a la vía…
He cogido el papel en mis manos y leo:


EL VIEJO
¡Aquí viene mi niña!

Con su pantalón vaquero
y su carita preciosa,
sus ojos grandes, muy negros.

Ella es todavía una niña

y, para ella, yo soy ya viejo
pero al verla me hace sentir
algo muy fuerte por dentro.

Es algo que me quema
que me llena de sufrimiento
Ella es tan bonita...
y tan lindo su cuerpo...

¿Por qué nací yo tan pronto?
¿Por qué me hace sentir viejo?
¡Si mi corazón es joven!
¿Por qué no lo es mi cuerpo?

Bendita seas chiquilla
por hacerme sentir lo que siento.
Al verte, me siento joven,
y mi corazón late de nuevo.


Su mirada es inocente,
su sonrisa es… ¡de ensueño!
Su boquita, ¡qué preciosa!
Su cuerpecito, madre… ¡qué cuerpo!

Cuánto me gustaría besarla,
acariciar su carita, estrechar su cuerpo…
Pero es todavía una niña
y a su lado soy yo viejo.


Su cara es tan bonita,
y tan precioso su cuerpo,
que, aunque viejo, yo te digo:
Mi niña... ¡Cuánto te quiero!


Del libro "Nostalgia", Registrado en el RPI, de Cádiz, en 2005. Nº 1632
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