lunes, diciembre 13, 2010

OFERTAS DE NAVIDADES: ¡OJO AL PARCHE!

De todos es sabido que nadie da duros a pesetas, que lo barato resulta caro y que te pueden dar gato por liebre.
De lo cual se deduce que lo bueno tiene su precio y se vende solo sin necesidad de regatear o de regalar otras cosas.
A ver si me explico, no sea que crean ustedes que desvarío a causa de la edad o del mal tiempo:
¿Creen ustedes que un verdadero jamón ibérico, aunque sea de recebo, con la denominación Jabugo o Guijuelo, se puede vender por 130 euros y además te regalan un queso y seis botellas de vino de Rioja?
Estuve trabajando en Guijuelo durante los años 2000 al 2002, y por entonces en la fábrica de jamones El Rubio ya me costaba 30 mil pesetas(180 euros)  un jamón de recebo de 6 kilos.  El de bellota no podía permitírmelo, ni aún menos  el de denominación de origen, que se iba ligero en busca de las 85 mil pesetas = (500 euros).

Hace dos años que no compro alimentos en Carrefour, y fue por causa de las ofertas de jamones navideños. Durante tres años consecutivos piqué, reclamé y acabé con ganas de incendiar el almacén. No habrá una cuarta vez, lo prometo con la mano extendida sobre la tapa del Código de Circulación, el libro del Mormón, la Biblia o el Corán, les dejo elegir.
La primera vez me convenció un jamón ibérico de recebo, de la Sierra Morena, del pueblo cordobés Los Pedroches. El empleado en la sección de jamones del Carrefour sacó una aguja de madera y la hundió en el jamón y me la dio a oler. Sabía a gloria, una gloria de jamón. La boca se me llenó de agua, bajé la mirada humillada ante el experto y con una sonrisa entregada tomé el jamón y lo eché en el carrito. Al llegar a mi casa le quité el traje y lo dejé en pelotas; fue entonces que me llamó la atención una frase de color azul, estampada en un costado: «Jamón procedente de Hungría».
Lo probé: estaba rico, rico, rico; excelentemente curado y en su punto de sal; pero no era español. ¡NO PODÍA SER IBÉRICO!
O sea: en determinada empresa, traen los cerdos de Hungría, los descuartizan, los cuelgan para que se curen en sus secaderos y luego los venden como ibéricos de Sierra Morena.
Me apresuré a quitarle la frase estampada para evitar algún brote de racismo, y nadie supo por esta boquita mía que el animalito era un inmigrante. Con papeles; pero inmigrante.
Al año siguiente, otra experiencia: era en Nochebuena, ya habíamos cenado y la familia al completo miraba el programa especial en la televisión, cuando de pronto salió un anuncio de Hipercor: Un jamón ibérico de seis Kg. más seis botellas de Rioja, todo por 100 euros.
Supongo que no hace falta insistir mucho para que os creáis que el día 26, a las diez de la mañana, ya estaba yo esperando que abrieran la puerta para hacerme con un jamón. ¿Cierto? Pues eso.
El jamón estaba regular, se podía comer; pero el vino tenía un sabor tan fuerte a corcho que lo hacía imbebible. Cogí el coche, invité cortésmente a subir al jamón y al vino, y recorrí los 20 Km. que me separaban de Hipercor; una vez dentro fui al mostrador a reclamar, presentando el lote de la oferta y tiket del dinero de la compra,.
«¿Y qué espera usted por cien euros?», fue la respuesta del empleado. «Espero y tengo el derecho a que lo que compro está en buen estado, o si no, que hubieran avisado de que el vino estaba malo. Publicidad engañosa, se llama a eso»
«No hay problema, le devolveré el dinero», me respondió.
La última vez que yo compré un jamón en Carrefour era en verano, y me sedujo una oferta de un jamón ibérico de Guijuelo, de recebo, por 130 euros con un queso manchego de 1kg, de regalo.
El jamón estaba crudo, cortabas una loncha y parecía un filete. Fui a devolverlo y exigí mi dinero. Nada, no me daban dinero sino que lo cambiaban por otro. ¿Dónde he oído yo esa frase que dice «Si no esta contento, le devolvemos su dinero»? ¿No es en Carrefour?
Pues no había manera. El empleado me lo cambió por otro y me dijo que probase y, si no salía bueno, entonces me devolvía el dinero. Tres veces tuve que volver con el mismo tema: jamones tiernos.
Es lógico que todos los jamones de la misma oferta estén en las mismas condiciones: vienen en el mismo transporte y proceden de la misma casa y la misma serie de curación.
A la tercera exigí la hoja de reclamaciones y sólo entonces accedieron a reintegrarme el dinero. ¡Cuatro viajes de ida y vuelta con el coche! Casi gasto más en gasolina que en el jamón.
Desde entonces no he vuelto a comprar alimentos allí. Quizás algún libro o electrodoméstico cuando tocaba hacer recambio; pero alimentos, nunca. Han perdido un cliente que durante 26 años se dejado mensualmente algo más de la cuarta parte de su sueldo en su tienda.
Ahora compro casi todo en Mercadona. Suelo comprar cuatro o cinco jamones ibéricos, de recebo, de Guijuelo o de Jabugo cada año. Hasta hoy no he tenido motivo para ninguna queja. Pero no son ofertas de jamones con regalos que se traen para la campaña de Navidad. Esta tienda los tiene durante todo el año, sin regalos de quesitos ni vinos malos, y te lo dan a probar.
Para finalizar el tema y corroborar lo que digo, les cuento que hace una semana vino mi hijo mayor con su familia desde Valencia y un día fue al Carrefour para dar un paseo por las tiendas. ¿Y sabéis que compró?
¡UNA PALETA DE JAMÓN IBÉRICO DE RECEBO! Mi nuera leyó mal y donde ella entendió Pata Negra decía Capa Negra.
¡El jamón está crudo! Viene acompañado de un queso curado de oveja, algo pasado de sal.
Para no hacerle pasar por el calvario que pasé yo, y para no estropear el detalle y la ilusión del regalo, nos lo estamos comiendo en lonchas muy finas.Otra cosa: el turrón.
He visto en algunas tiendas tabletas que tienen casi el mismo precio que el año pasado, pero al examinarlas he visto la trampa: pesan un 33% menos. Las tabletas de turrón siempre han pesado 300 gramos; pero ahora he visto algunas de las mismas marcas que compré el pasado año por 3´50 euros la pieza y hoy cuestan lo mismo, pero pesan 200 gramos en vez de 300.
Creedme, amig@s: vale más comprar en una tienda de confianza en el barrio donde vives que querer encontrar duros a pesetas en las grandes superficies.

20 comentarios:

  1. nada más cierto que eso Juan, lo he comprobado muchas veces!!
    que te apetezca amigo!!! un beso

    ResponderEliminar
  2. Anónimo7:16 a. m.

    Nadie regala nada, y nosotros tropezamos siempre con la misma piedra.

    Que tengas un buen día.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. Cuanto sinvergüenza engañando a la gente.
    Sería para sancionarlos con una multa millonaria.

    No te puedes fiar, no.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  4. Son las malas estrategias
    de venta de las grandes cadenas
    que te dan gato por liebre.
    Que nos sirva de experiencia.

    hasta pronto amigo Mario

    ResponderEliminar
  5. ¡Gracias, María Susana! Con el vino entra bien, aunque esté tierno.
    Un beso, amiga

    ResponderEliminar
  6. Hola, David,tienes razón, no aprendemos nunca.
    Espero hayas mejorado del resfriado. Feliz día
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  7. Hola, Toro salvaje,yo les cerraría el negocio, además de la multa; con la salud no se juega.
    Gracias por tu visita y que pases un feliz día.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  8. Hola, Mario. Tienes razón, son malas estrategias las que usan esa gente, porque causan malestar entre los clientes y al final ellos también pierden porque los pierden.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  9. Cada vez más tenemos que tomar atención que hoy en día las grandes superficies y no solo, no regalan nada a nadie y si regalan o esta fuera de fecha o no sirve.

    Un beso
    Flor

    ResponderEliminar
  10. Perdón por mi ignorancia, pero, ¿qué significa "de recebo"?
    Reconozco q soy una auténtica analfabeta en "jamonología" :-) Besos

    ResponderEliminar
  11. Veo que nosotros no hemos inventado nada... eso también forma parte de la famosa globalización... y las políticas de las grandes empresas son todas similares.
    Lo que viene de regalo generalmente es malo o no funciona y se paga con creces en el valor del producto que uno adquiere.
    Un gusto leerte..

    ResponderEliminar
  12. Hol, Flor: tienes razón, amiga, lo que te regalan es porque ya no pueden venderlo o lo han comprado elllos a bajo precio por estar defectuoso. Un beso

    ResponderEliminar
  13. Gracias por tu interesante y misteriosa aportación, María. Yo trabajé dos años en Guijuelo, en el principal matadero y en varias fábricas de jamones.
    La verdad es que lo hacen bien; lo que pasa es que algunos fabricantes, ante la oferta de venderlos en grandes cantidades que les ofrecen en estas fechas las grandes superficies, claudican y no quieren esperar al año o año y medio que necesitan para su perfecta curación y lo venden a medio curar.
    Al finalizar las fiestas, yo veía llegar a camiones cargados de jamones devueltos por los clientes.
    Ellos mismos se echan tierra encima.
    Yo me traía de allí, en los años 2000 al 2002, jamones de recebo de las tiendas de la fábrica "Jamones Rubio" al precio de 180 euros, y estaban riquísmos, con 2 años y medio de curación.
    Figúrate lo que pienso cuando los veo ahora, 8 años más tarde, con lo que ha subido la vida, por 100 euros el jamón un queso de regalo.
    Un beso

    ResponderEliminar
  14. Querida Anita, gracias por tu visita.

    (¿por qué me salen en rima ahora y cuando quiero escribir poesía no doy una en el clavo?)
    Te explico, amiga:
    1 Jamón de Cebo: es aquel procedente de cerdos alimentados en granjas con pienso.
    2 Jamón de Recebo: es aquel procedente de cerdos alimentados en granjas con bellotas y los tres o cuatro últimos meses con pienso.

    3 Jamón de bellota: es aquel procedente de cerdos alimentados exclusivamente de bellota y se crían libres en las dehesas.
    Jamón con Denominación de Origen Guijuelo: son jamones seleccionados por un jurado de expertos entre los mejores cerdos criados con bellota. Examinan las dehesas, la calidad de las encians y las bellotas que producen; y el sabor, textura y curación del jamón y de entre ellos elijen una cantidad limitada que obtiene el galardón de la Denominación de Origen. Estos se numeran.
    Para darte un ejemplo de la exaustiva prueba a la que son sometidos, te diré qu el año que estuve en Guijuelo, el periódico local decía que sólo habían obtenido ese galardón 950 jamones de entre más de cincuenta mil.
    En la plaza de Guijuelo está el café Casino, donde desde siempre se reunen los ricachones del pueblo, y un domingo entré a desayunar y escuché a uno de ellos chuleando porque una empresa de Nueva York le habia realizado un pedido de varias decenas de jamones con denominación de Origen al precio de... 50,000 pesetas el kg. Estoy hablando del año 2000, cuando aún yo cobraba la nómina en pesetas.
    Esos jamones sí que no los podremos degustar nunca la gente humilde.
    Un beso, guapa.

    ResponderEliminar
  15. Exacto, Aguamarina, el regalo es el cebo para que piquemos; luego nos damos cuenta de que ni el regalo ni el jamón son de buena calidad.
    La globalización solo es buena para las grandes multinacionales; para la inmensa mayoría ha traído problemas de trabajo, de hambre y de desaucios.
    Un beso, amiga.

    ResponderEliminar
  16. Increíble.
    Y lo peor de todo es que hay gente que sigue cayendo en esas "trampas" o engaños una y otra vez.
    Desde luego, más vale lo bueno conocido (Mercadona, en tu caso), que lo malo por conocer (Carrefour).
    ¡Un besito!

    PD: Espero que todo vaya bien por allí, Juan^^

    ResponderEliminar
  17. Hola, Lady Luna: estoy convencido de que muchos de los que según veo en las estadísticas, están leyendo este artículo caerán en la trampa. Pero bueno, yo ya cumplí avisando.
    Mercadona y la carnecería de la esquina o el puesto habitual de la plaza del Mercado seguramente son más responsables ante sus clientes que las grandes superficies.
    Vamos bien, querida amiga, gracias.
    Ayer leí tu cuento, aún no he podido comentar.
    Besos

    ResponderEliminar
  18. Entonces el jamón de recebo no es el jamon iberico???

    ResponderEliminar
  19. Hola, Florecilla, nada tiene que ver la clase de alimentación que recibe el cerdo con SU RAZA.
    Cebo, recebo o de bellota se refieren a la clase de alimentación que han tenido.

    En España se clasifica por Jamón Ibérico el de pezuña negra, criado en las dehesas de forma continuada o parcial.
    El cerdo blanco se cría en granjas y al jamón resultante de ellos se le llama Jamón Serrano.
    Imagina un hombre que hace deporte cuida su alimentación y tiene el cuerpo que parece una tableta de chocolate. Ése sería el cerdo ibérico.
    Otro hombre que no hace deporte y está en casa o en el bar comiendo y bebiendo, criando una panza grasa y flácida. Sería el cerdo Serrano.
    (Que me perdonen los nobles cerdos por compararlos con el Hombre cruel)

    ResponderEliminar
  20. Así es amigo mío, el gato por liebre ahora ya no es de la posguerra, es actualidad pura y dura, hay que ir con los cuatro sentidos y sabiendo muy bien dónde ponemos los "pies". Una pena ¿a dónde vamos a llegar? Abrazos desde una Mancha llena de niebla, gris y triste. Abrazos

    ResponderEliminar