martes, febrero 15, 2011

ELECTRÓLISIS

La asignatura de Tecnología que estudié en la Escuela de Formación Profesional incluía las diferentes técnicas de producción de gases para la industria. Una de ellas trataba sobre la obtención del oxígeno y del hidrógeno por electrólisis.Está comprobado que si introducimos dos electrodos en una vasija de agua y hacemos circular por ellos una corriente eléctrica continua, los átomos de oxígeno e hidrógeno que componen el agua se van separando y se arriman cada uno a uno de los electrodos, por lo que en un lado se acumulan los átomos de oxigeno y en el otro los de hidrógeno.

Un sistema mecánico va absorbiendo en cada lado el gas que va saliendo de la vasija y lo almacena en botellas a una presión determinada.

Al final del proceso tendremos botellas de oxigeno y botellas de hidrógeno, que podremos usar en soldaduras, hospitales, motores, armamento, etc.

La manipulación incontrolada de ambos gases es explosiva y puede causar daños; pero la unión de los dos gases, sabiamente dirigidos, producen una llama capaz de fundir el acero, perforar metales, y modificar y construir estructuras.

Empleando el hidrógeno extraído del agua, en los años 70, en la primera crisis del petróleo, un hombre circuló en una motocicleta cuyo depósito de combustible contenía agua en vez de gasolina. La prensa vaticinaba un futuro en que no dependeríamos del petróleo y, dado que el agua de los océanos ocupa el 75% del planeta, tendríamos energía barata e ilimitada. Pero los enormes intereses de las petroleras ahogaron el proyecto y ni la humanidad ni el medio ambiente se han beneficiado de sus ventajas.

En Política, sucede lo mismo:

La vasija es la nación, los electrodos son los partidos políticos, la corriente eléctrica son sus programas o ideas, y el agua los ciudadanos.

Vemos que al recibir las ideas partidistas los ciudadanos nos dividimos y separamos unos de otros, y el sistema nos absorbe y nos encauza hacia asociaciones o grupos donde nos echa mano según sus necesidades: a unos para controlar los ayuntamientos, a otros en los barrios, en las asociaciones culturales y religiosas, en los gremios profesionales…

Los unos se quemarán pegando carteles de candidatos en los muros, enfrentándose a los oponentes e intentando convencer a sus vecinos, a sus feligreses, o a los compañeros de trabajo de la bondad de sus ideales. Los otros, enchufados y nominados a dedo por los dirigentes, sacarán beneficio sin mancharse las manos y ocuparán los primeros puestos en las listas electorales para gobernar las corporaciones municipales y parlamentos regionales.

La gestión incontrolada de la opinión pública es explosiva y daña gravemente a la sociedad, enfrentando a unos y otros. Se suceden alejamientos entre familiares y amistades por disentir en las ideas, por obcecarse en defender al partido, negando una evidencia que se refleja hasta en las piedras.

La energía que emana de la sociedad, compuesta de personas diferentes, si fuese sabiamente dirigida, podría usarse para “soldar” fisuras, reparar daños y construir en beneficio del país y los ciudadanos; pero los enormes intereses partidistas y personales de unos pocos hace que ni el país ni la sociedad ni el medio ambiente puedan salir del pozo en que los especuladores y los bancos nos han sumido.

8 comentarios:

  1. Que ejemplo más bueno.
    Es tal como dices.
    Los intereses de unos pocos evitan nuestro progreso y la mejora de nuestras condiciones de vida.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  2. Brillante el símil, Juan. Estoy completamente convencida de que en nombre de las siglas de un partido se cierran puertas al progreso para que no progrese el otro. Es curioso como la democracia que me parece el mejor sistema político del mundo, tiene en cambio este fallo. De todas formas creo que es más patente en España por las circunstancias históricas que arrastramos.

    ResponderEliminar
  3. Lamentablemente es así, Toro Salvaje.
    Con tal de poner en aprietos al rival,los poderosos se inhiben de ofrecer soluciones, paralizan el mundo cerrando empresas y se dedican a especular en Bolsa.
    Nada les importa que nos hundamos todos con tal de conservar sus privilegios.
    Gracias por tu visita. Saludos.

    ResponderEliminar
  4. Lo mismo pienso yo, Mamen. Aquí lo que interesa es ganar las elecciones, no vencer a la crisis.Se pasan los cuatro años de legislatura enfrentados y acusándose de delitos y fraudes sin aportar soluciones.
    Saludos

    ResponderEliminar
  5. Efectivamente Juan, así es. Mientras que los encabezadores en la listas electorales se llevan la sardina del plato. Los que dan la cara por ellos no hacen en conciencia desinteresada. Pero como el tiempo todo lo saca a la luz, al final, los principales se les verá el beneficio materializado mientras que los que darán la cara seguirán con su vida como hasta entonces.

    ResponderEliminar
  6. Ya ves, Diego, cómo se enriquecen y tratan a sus votantes los que alcanzan el sillón del puesto de mando.
    La Delegada de Educación no recibió a la comisión de padres de tu pueblo. Y la manera en que te responde en facebok la candidata Luna, ya revela cómo actuará el día que alcance la alcadía.
    Sería fácil descubrir a los corruptos, pues Hacienda conserva todos nuestros datos y sólo habría que publicar el patrimonio que tenían políticos como Chaves, Gonzalez, Aznar, Rajoy, etc, en 1977 y lo que tienen ahora tras 30 años en política para ver si coincide con los sueldos que han cobrado o si el dinero les ha llegado por otros cauces.Cada día que pasa sale un caso nuevo de corrupción.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  7. Anónimo11:34 a. m.

    Una buena reflexión en estos tiempos de desesperanza y esperanza para muchos.Un cordial saludo.Miguel

    ResponderEliminar
  8. Muchas gracias, Miguel. Un abrazo

    ResponderEliminar